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“Tenemos que aprender a no depender de las subvenciones”

Loquillo habla del rock, de su carrera y de su próximo concierto en el Teatro Real en un encuentro exclusivo con los suscriptores de EL PAÍS en la sala El Sol

Vídeo: David Folgueiras
Patricia Peiró

Hubo un tiempo en España en el que había que traficar con discos de rock para saber qué se estaba cocinando en la industria. Eran los 70 y los tentáculos de la censura aún eran muy alargados. Cuando un joven catalán que con el tiempo se convertiría en Loquillo y sus amigos conseguían reunir algo de dinero mandaban a uno de los suyos a Perpiñán a por discos prohibidos. "Afortunadamente ahora un chaval puede pertenecer a una banda sin tener a sus espaldas un pasado de trapichero", bromeó el cantante este martes en un encuentro exclusivo con suscriptores, dentro del programa EL PAÍS +, en la sala El Sol.

Ese chaval ya tiene que conseguir música a hurtadillas y la suya sonará el próximo 4 de mayo en un concierto en el teatro Real. "El rock tiene que entrar en el Real porque es cultura popular. Todo lo que hace que la gente sienta lo es", afirmó. Según el artista, que se define como rocker, la cultura musical española es muy joven, pero se ha avanzado mucho desde el 78. "Hemos ido aprendiendo todo sobre la marcha, por eso en la industria discográfica española aún falta profesionalidad. Tenemos que aprender, por ejemplo, a no depender de las subvenciones".

El encuentro moderado por el periodista de EL PAÍS Fernando Navarro sirvió para repasar las diferentes etapas de la carrera de Loquillo. Como cuando llegó a Madrid en plena Movida y conoció un nuevo modo de entender la música: "Para empezar, nosotros llevábamos el pelo corto y chupas y aquí había grupos coo Leño, Topo...". De su etapa con Los Trogloditas habló sobre su relación con su compañero Sabino Méndez, del que se desligó a finales de los 80. "Lo mejor que nos pudo pasar fue enfrentarnos", explicó, "porque así el pudo hacer carrera como escritor y yo me convertí en una estrella del rock".

Loquillo reconoció que Internet supuso un nuevo comienzo a muchos de los artistas de su generación porque les permitió acercarse al público más joven. Las fronteras difuminadas por la red, esconden, sin embargo, una contraprestación: "Esta cultura global nos permite llegar a todo el mundo pero también hace que los artistas cada vez se parezcan más unos a otros".

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Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

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