El cine queda fuera de la rebaja del IVA
El Gobierno aprueba hoy el proyecto de Presupuestos, que reduce del 21% al 10% el impuesto en conciertos, espectáculos teatrales y corridas. El gravamen, aplicado desde 2012, no afectaba a los libros y el arte
El cine se queda fuera del pacto entre el Gobierno y Ciudadanos sobre los Presupuestos Generales del Estado, a cuyo proyecto de ley dará este viernes luz verde el Consejo de Ministros, en lo relativo a la bajada del IVA cultural. El texto incluye un descenso del 21% al 10% del impuesto en los espectáculos que se celebran en directo: conciertos, representaciones de teatro y danza y espectáculos taurinos, lo que ya incluía el acuerdo que firmaron en agosto pasado el PP y Ciudadanos, titulado 150 compromisos para mejorar España.
Ese acuerdo ya apostaba por aliviar la situación causada en las industrias culturales por la subida, hace ya cuatro años y medio, del impuesto del 8% al 21%. Y era sabido también que el cine quedaría fuera.
Portavoces y representantes del sector cinematográfico vienen insistiendo que el cine sufre una venganza política que se remonta a aquella noche de los Goya de 2003, la del sonoro no a la guerra de Irak. El Gobierno, como dijo su portavoz y ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, el 1 de febrero en el Congreso, replica que “no puede bajar el IVA de las entradas de cine hasta que no se vuelva a la senda del déficit”.
El propio Méndez de Vigo celebró ayer el descenso que se va a aprobar con el argumento de que el Gobierno “cumple lo que promete”. “Es una buena noticia para el teatro, la danza y los espectáculos en un buen momento de nuestra cultura”, sostuvo en una comparecencia posterior a la Conferencia Sectorial de Educación.
Si los Presupuestos salen definitivamente adelante en el Congreso, la industria cultural española volverá a lo que podría llamarse la normalidad europea. El 21% de IVA actual —antes de la reforma fiscal de 2012 se situaba en el 8%— supone una de las tasas más altas de la zona euro. Francia tiene un impuesto cultural del 5,5%, Alemania e Italia uno del 10% y Portugal uno del 13%, por ejemplo. En el caso del cine español, una entrada se equipara a un artículo de lujo (21% de gravamen). La actividad comercial de las galerías de arte soporta una imposición del 10% y el libro tiene un IVA superreducido del 4%.
Las reacciones de los agentes culturales al anuncio del acuerdo se sucedieron ayer. “Nos parece fantástico para los espectáculos en directo. Algún día alguien nos contará el porqué este misterio con el cine. A los productores nos afecta, pero los perjudicados finales son los ciudadanos”, afirmó Ramon Colom, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España (FAPAE).
“Han pasado cuatro años y medio, han tardado muchísimo, esto ha sido muy duro. Las salas han tenido que soportar la subida intentando no gravarla a los consumidores”, señaló Armando Ruah, coordinador de la Asociación Estatal de Salas Privadas de Música en directo, quien no creerá en la bajada del IVA hasta verla reflejada en los Presupuestos. Ruah recordó uno de los efectos más devastadores de estos cuatro años y medio de IVA al 21%: “Hemos dejado de ser competitivos, sobre todo para las giras de los grupos que vienen de Europa o Estados Unidos. Teníamos la tasa más alta de Europa”.
Las cifras dan fe de ese descenso. El último anuario de la SGAE permite comparar 2012 con 2015, el dato más cercano disponible y el resultado es una reducción en todos los sectores y los apartados. En cuanto a las representaciones escénicas, por ejemplo, se desarrollaron 4.059 funciones de teatro menos (de 50.833 a 46.774) y 565 de danza menos (de 2.633 a 2.068). Los conciertos de música popular cayeron de 116.446 a 90.212 —no se incluyen los macroconciertos y los festivales—.
Las infraestructuras culturales también han sufrido el peso del IVA: en 2012, España contaba con 833 cines. En 2015, eran 116 menos. Mayor es la reducción de pantallas: una caída de 403 (de 3.990 a 3.587). Ruah precisa que su asociación ha perdido unas 20 salas de conciertos. Y unos 36 teatros también se han quedado por el camino (de 1.605 a 1.569, según el último Anuario de estadísticas culturales,que edita el ministerio).
Jacobo Pallarés, presidente de la Red de Teatros Alternativos, celebra la rebaja, pero considera que llega demasiado tarde. “No vamos a recuperar todo lo que hemos perdido estos años. Y no hay que olvidar que antes de la subida en 2012 estábamos en el 8%”, recuerda. Aún más, opina que es una medida mediática, para contentar al sector, mientras se hacen recortes silenciosos. “Lo que nos dan por un lado nos lo quitan por otro. Las ayudas anuales del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música salieron hace un mes con un recorte del 20%. Necesitamos un plan integral, que tenga en cuenta todos los frentes, para que no ocurran estas cosas”, reclama.
Simón Casas, empresario de la plaza de Las Ventas y presidente de la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos opinó por parte del sector de la lidia: “Era una gran necesidad del sector, que ha visto cómo se desequilibraban sus cuentas con la subida del impuesto”.
Las consecuencias del IVA cultural, en cifras
El último anuario de la SGAE permite comparar 2012 —el 1 de septiembre entró en vigor la subida— con 2015 —último dato disponible—. Y el resultado es una reducción en buena parte de los sectores y los apartados afectados: representaciones, recaudación, salas. Hubo, por ejemplo, 4.059 funciones de teatro (de 50.833 a 46.774) y 565 de danza menos (de 2.633 a 2.068). Y los conciertos de música popular pasaron de 116.446 a 90.212 —no se incluyen los macroconciertos y los festivales—.
Las propias infraestructuras también han sufrido el peso del IVA: en 2012, España contaba con 833 cines. En 2015, eran 116 menos: 717. Y todavía mayor es la reducción de pantallas: 403 (es decir, de 3.990 a 3.587). Además, Ruah relata que su asociación ha perdido unas 20 salas de conciertos. Y unos 36 teatros también se han quedado por el camino (de 1.605 a 1.569, según el último Anuario de Estadísticas Culturales, publicado por el ministerio).
En los ingresos, hay más diferencias. Los de la música en directo (incluyendo también festivales y maxiconciertos) aumentaron, de 171 millones en 2012 a 186 en 2015; y lo mismo sucedió con el teatro: 20 millones más, de 172 a 192. El cine se quedó el año pasado cerca de volver a los niveles de 2012: entonces recaudó 612 millones, en 2016 fueron 601. Y la danza ha perdido unos dos millones (de 10,3 a 8,3).
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