Weiwei y las luchas de la humanidad
El artista chino inaugura en Praga ‘La ley del viaje’, una instalación sobre los refugiados
Ai Weiwei vuelve a reflexionar sobre el drama de los refugiados. El artista y disidente chino inauguró ayer en Praga su mayor instalación hasta la fecha, Law of the Journey (“La ley del viaje”), una patera de 70 metros y 258 figuras hinchables, la rodean otras en el suelo con flotador o como si estuvieran semihundidas en un mar que se las traga. “No hay una crisis de refugiados, es una crisis humana... y en la forma de gestionar esta crisis hemos perdido nuestros valores más básicos”, dijo Weiwei este jueves. La preocupación por este tema le llevó también a llenar el estanque del Palacio Belvedere en Viena de chalecos salvavidas o a abrir un taller en la isla griega de Lesbos para llamar la atención sobre la situación. “Como artista, tengo que estar relacionado con las luchas de la humanidad”, explicó.
La instalación, situada en la sala principal del Trade Fair Palace de Praga, para la que concibió su obra —esa patera con hombres de goma para simbolizar el periplo incierto de los que huyen—representa la impotencia ante un mar que se los traga. Se podrá ver hasta enero de 2018. Incluye mensajes en varios idiomas. “El hombre en éxtasis y el hombre ahogándose: ambos levantan sus brazos”, es uno de esos mensajes.
El artista consideró que "es normal que la gente tenga miedo a que sus vidas se vean alteradas ante un extranjero o alguien que viene de lugares menos familiares y ha sido dibujado como un ser peligroso". Pero añadió: "Si vemos que alguien es víctima o busca de forma desesperada un lugar de paz, y no lo aceptamos, el verdadero desafío, la verdadera crisis, no está en ellos, sino en los que los ignoran", denunció.
El museo describe la exposición como una "declaración épica sobre la condición humana: la expresión de empatía y preocupación moral de un artista frente a una destrucción y muerte continua".
El artista y activista denunció en el pasado la corrupción y se involucró en la lucha por las libertades en China, donde fue detenido por las autoridades en 2011 y pasó 81 días encarcelado mientras era investigado por un presunto delito de fraude fiscal.
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