Los Reyes y el presidente argentino inauguran Arco 2017
La comitiva ha visitado algunas de las galerías llegadas de Buenos Aires a la feria
Una salva de flases ha marcado 33 minutos después de la hora prevista, las 10.00, la entrada en la feria de Arco de la comitiva oficial encabezada por los Reyes, el presidente argentino, Mauricio Macri, y la primera dama, Julia Awada. El retraso ha obligado a una de las visitas de una hora escasa, una de las más rápidas que se recuerdan en este ritual inevitable cada año en la feria de arte contemporáneo.
El grupo, al que también se sumaron los ministros de Cultura de ambos países, Íñigo Méndez de Vigo y Pablo Avelluto, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y Carlos Urroz, director de la feria, entre otros, avanzó mientras los miembros del equipo de seguridad se afanaban por despejar el primer pasillo del pabellón siete, en el que se sitúan las 12 galerías de Plataforma Argentina.
Antes de empezar con ellas, la comitiva paró en el espacio —medio neoyorquino, medio bonaerense— Henrique Faria, cuyos responsables vivieron la visita con sorpresa: no estaba prevista en los planes establecidos en el protocolo previo facilitado a la prensa. "Awada es coleccionista y a veces ha visitado nuestra galería en Argentina", explicaría después Eugenia Sucre, trabajadora de la sede en Nueva York. "Se han interesado por la obra de la artista venezolano-española Emilia Azcárate que trabaja en torno a los temas de la raza, lo mestizo y el color". Un poco por detrás caminaba atendiendo a sus propios intereses Manuela Carmena. La alcaldesa de Madrid vio potencial en la técnica de la artista chilena Catalina Swinburn, que trenza mapas, para "hacer la bandera LGBTI de este año".
Al trote pasó el grupo por las galerías de la orilla derecha del espacio de Argentina. Una sucesión formada por Mite, Vasari, Cosmocasa, Barro e Ignacio Liprandi. Al final le esperaba el espacio oficial de la delegación del país latinoamericano, donde fueron recibidos con aplausos.
La cosa continuó ya en el pabellón nueve con paradas, entre otros, en los estands de la galería parisiense Jérôme Poggi; de la histórica marchante española Juana de Aizpuru, que será homenajeada en mayo en Arco Lisboa; y de la joven Travesía Cuatro, con sedes en Madrid y Guadalajara (México). Aquí, las miradas se fueron hacia la obra de la pujante artista boliviano-estadounidense Donna Huanca.
Al otro lado del pasillo, Pablo Flórez, de Heinrich Erhardt, tenía otras cosas para él más importantes que celebrar que la buena sintonía hispanoargentina: Julia Spínola, una de las artistas del espacio madrileño, había recibido la noticia de la concesión del XXIII Premio ARCO Comunidad de Madrid, otorgado a la mejor obra por debajo de 35.000 euros. El galardón es la compra misma, y el destino, la colección de museo de arte CA2M, donde la joven artista tiene prevista una exposición para el año que viene.
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