Los ‘spin-off’ de ‘Star Wars’ que nos gustaría ver tras ‘Rogue One’
La nueva película de la saga es el primer derivado sin ninguno de los personajes protagonistas
Una película sobre el grupo de rebeldes que robaron los planos de la Estrella de la muerte. Hace unos años una historia sobre un concepto tan secundario dentro de la saga Star Wars parecía algo impensable. Pero en la época de Disney, con una película de la Guerra de las Galaxias por año, cualquier temática es válida para seguir recaudando en taquilla. A Rogue One: una historia de Star Wars le seguirán en los años venideros las aventuras del joven Han Solo y se rumorea que cintas dedicadas Boba Fett y a Obi Wan Kenobi. Cualquier rincón del universo es apto para su adaptación, así que hemos preguntado a toda una prole de warsies en la Redacción, a los dos lados del Atlántico, por lo que les gustaría ver en la gran pantalla. Y, no, nadie ha puesto sobre la mesa una película sobre los Ewoks ni una comedia de situación entre Jar Jar Binks y Chewbacca, bajo amenaza de quemar su carnet de seguidores.
El giro techie feminista, por Rosa Jiménez Cano
Star Wars, una saga nacida en los 70, creó un rol de mujer que se ha mantenido en las dos primeras trilogías, pero que con la vejez de Leia, convertida en líder militar, y Rey, como protagonista de la séptima entrega, ha cambiado por completo. Ya no son elementos decorativos o nenas con flojera ávidas de un héroe salvador.
Amidala ha tenido un papel mucho más suave, pero, si se piensa en Leia, era poco más que una adaptación del rol clásico de chica a la espera del protagonista. El nuevo rumbo de Star Wars, buscando llegar también a minorías, con modelos a seguir latinos o de color, podría servir para apoyar la llegada de las mujeres a la innovación y ciencia.
Uno de los grandes problemas del sector de las tecnologías de la información reside en que apenas hay chicas con interés por estudiar ingenierías, carreras técnicas o entrar a fondo en la ciencia. Tampoco se las empuja a tomar posiciones de liderazgo. En Silicon Valley las mujeres son menos del 30% de las empleadas. Si se habla de puestos relacionados con la programación la cifra cae por debajo del 15%. Contar con heroínas así invita a un cambio.
Crear videojuegos para aprender a programa con estas chicas como maestras, aplicaciones para tabletas y toda la parafernalia Disney enfocada en aprender estas habilidades puede hacer que tanto niños como niñas rompan clichés.
Lando Calrissian blaxpotation, por Tom C. Avendaño
Lando Clarissian es de los pocos negros fuera del sector servicios galáctico. El capitán Panaka de La amenaza fantasma era guardaespaldas; Finn, de El despertar de la Fuerza, una tropa de asalto cualquiera y Samuel L. Jackson era un jedi y eso te resuelve la vida. Lando administra una próspera ciudad en las nubes, y no quiere que ni el Imperio le moleste ni nadie le recuerde su pasado canalla. Es como el Rick de Casablanca, pero en lugar de pianista, como segundo de a bordo tiene a un hombre calvo que parece autista y que se comunica solo a través de unos aparatos en las sienes. Ya que estamos condenados a saberlo todo sobre todas las galaxias, podríamos averiguar quién es este Shaft galáctico, más cool que rascarse el dorso de la mano con la barba. Que nos cuenten cómo llegó a ese puesto de responsabilidad en las nubes, qué tipo de relación tiene con el extraño hombre calvo (¿es su Chewbacca?) y por qué intenta huir de su pasado juerguista con tanta urgencia (¿quiere reformarse o huye de algo?).
El universo Star wars responde mejor cuando se centra en personajes que se resisten a su propio destino en lugares fantásticos y también cuando mezcla elementos de otros géneros. Aquí tenemos una urbanización en las nubes, un personaje que uno nunca pensaría que acabaría donde acaba, y, si no es demasiado obvio, todo el género blaxplotation de los setenta del que beber. Un atractivo más: en una de las 200 entregas que se están rodando ahora, a Lando lo interpreta Donald Glover, el mejor actor de las mejores épocas de Community. Si hay que firmar un trato con Darth Vader para que esto ocurra, se firma.
La comedia absurda en Tatooine, por Ángel Luis Sucasas
Medio en broma, me encantaría una comedia absurda y muda sobre un mercader Jawa. Un Jo, que noche! en Tatooine, con Spike Jonze como director y Charlie Kauffman como guionista. Y bajo el maquillaje jawa... Warwick Davis, evidentemente. Habría mucho humor físico, sexo androide y atardeceres de soles gemelos en los que reflexionar sobre la naturaleza kafkiana de la vida intergaláctica. Medio en serio, creo que es el momento para que Kathleen Kennedy y compañía le den una oportunidad al pasado de Star Wars. Necesitamos una película que nos narre, con la oscuridad debida, la historia del Jedi Tenebroso, el primer expulsado de la Orden de Caballeros y futuro fundador de los Sith. Hace 20 años un Daniel Day-Lewis hubiera sido el ideal para interpretarlo. O un Tom Cruise. Hoy en día la cosa está más peliaguda. Pero tal vez Nicholas Hoult o Edgar Coltrane tienen la fuerza necesaria. O todavía mejor, el inquietante Kodi Smit-McPhee de La carretera. El director es más fácil de elegir: Cronenberg, Nicholas Winding Refn o Denis Villeneuve lo harían bien.
Qui-Gon al estilo Kurosawa, por Álvaro Pérez Ruiz de Elvira
Al plantearnos en EL PAÍS qué spin-off nos gustaría ver de Star Wars me sorprendí a mí mismo pensando en un personaje de la nefasta segunda trilogía grabada por George Lucas. Sí, en la que aparecían Jar Jar y los midiclorianos. Pero hubo un personaje que sí que me intrigó y que seguro tiene una buena historia que contar: el maestro jedi Qui-Gon Jinn (Liam Neeson antes de convertirse en el justiciero cinematográfico de voz cavernosa del siglo XXI). Sé que hubo cómics y novelas que contaban parte de su pasado, pero desconozco qué se contaba en ellas. Yo imagino a un Qui-Gon joven, al más puro estilo lobo solitario, un justiciero que actúa sin ayuda y que en sus viajes va poco a poco conociendo el camino de la Fuerza por su cuenta hasta conocer a los jedis y convertirse en maestro. Alguien que bien podría ser el protagonista de una película de Kurosawa (y así cerramos el círculo de las influencias de Lucas para la trilogía original).
La mafia de Han Solo, por Guillermo Altares
¿Qué hizo Han Solo en esa galaxia tan lejana antes de encontrarse en una taberna con un jedi y su aprendiz y dos androides? ¿Cómo fue su relación con Jabba the Hut? ¿Cómo fue aquel abordaje que le hizo tirar la mercancía y por el que han puesto precio a su cabeza? ¿Cómo era, cuando trabajaba como contrabandista galáctico antes de ir por la vida salvando princesas y convirtiéndose en un héroe de la resistencia contra el Imperio? La guerra de las galaxias tiene una película de mafiosos galáctica dentro que nunca se ha acabado de contar.
Los siete jedis, por Eneko Ruiz Jiménez
Mi idea es una reciclada, pero es tan buena que no podía dejar pasarla. Zack Snyder (Watchmen, Batman v. Superman) dijo hace un tiempo que tenía un plan para hacer una especie de Siete samuráis con Jedis olvidados o secundarios. Él no es el director adecuado para hacerlo (ni para hacer nada), pero devolverle todo lo que dio Akira Kurosawa a la saga sería un merecido homenaje. Un western espacial con sables de luz no podría ser más perfecto. Autoconclusivo, íntimo y un poco salvaje, que es lo que más necesita el Star Wars de esta nueva era Disney tan previsible. En los desiertos de esa Jedha que hemos visto en Rogue One. Dado que el personaje de Donnie Yen es de lo poco que funciona en esta última, la idea no es tan descabellada y quizás esta sea la manera de que Samuel L. Jackson pudiera regresar como Mace Windu, y si se trajera a su amigo Tarantino para el viaje, todavía mejor. Pese a que eso sea ya mucho pedir.
Conde Dooku: la tentación del lado oscuro, por Jorge Morla
¿Tú también, Bruto? Poca gasolina narrativa hay más inflamable que la traición, y pocos pecados más graves, por algo Dante confina a los traidores en el peor círculo de su Infierno. Se comprende que las cabriolas de Yoda al final de Episodio II eclipsaran por pasmo al rival al que se enfrentaba, y que su abrupta muerte en la nave insignia de Grievous (otro que también podría tener su propio spin-off) en La venganza de los Sith le restara majestad a su figura, pero no cabe duda de que el Conde Dooku, el noble caído en el lado oscuro, tiene miga suficiente como para ofrecer un relato de lo más interesante sobre las sombras y miserias de la condición humana. Metáfora de cómo las instituciones pueden corromperse, y de cómo la República Galáctica se fue oxidando hasta hacer recelar a muchos, el relato de Dooku cristaliza la corrupción de las buenas intenciones.
La desastrosa Batalla de Galidraan, que le hizo perder la fe en el consejo jedi; la posterior lucha en el seno de los jedi entre quienes abogaban por su destrucción y quienes esperaban su redención; la asunción de su nueva identidad como Lord Tyranus y su papel en la creación del ejército clon… Una figura poderosa y fascinante, que sin duda bien merece un punto y aparte.
Un largo viaje en el Halcón Milenario, por Gregorio Belinchón
El Rolls-Royce amarillo es un filme clásico de 1964 que contaba las vidas de los dueños de ese coche. Bueno, ¿pues por qué no con el Halcón Milenario? Vamos a contar: sabemos que se construyó unas seis décadas antes de la batalla de Yavin, en Una nueva esperanza, así que a estas alturas, en El despertar de la Fuerza, ha alcanzado el siglo de antigüedad. Cien años que recorrer en este spin-off del carguero ligero YT-1300, el YT 492727ZED, fabricado por la Corporación de Ingeniería Corelliana, con capacidad de carga en su muelle de hasta 100.000 kilos al que Han Solo, que se lo ganó a Lando Calrissian en una apuesta jugando al sabacc, le añadió un motor para dar saltos sin complejos al hiperespacio. Ah, también que le tiene un enorme cariño, que aparece brevemente en La venganza de los Sith... A partir de ahí, rellenemos huecos e inventemos vidas de otros contrabandistas. Si hay una madre con niño entre sus dueños, que la dirija Bayona. Y si no, Vigalondo, para que quede en casa.
Babelia
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