Setenta años de un creador de sueños

“No deberías soñar con tu película, deberías hacerla”, suele aconsejar Steven Spielberg a los jóvenes que aspiran a convertirse en cineastas. Una recomendación que él mismo puso en práctica cuando, siendo tan solo un niño, cogió la cámara Súper-8 de su padre y filmó sus primeros cortometrajes. En uno de ellos recreaba un accidente de trenes, un amor por la acción y la aventura que no abandonaría nunca. Ese fue el principio de una carrera que afortunadamente todavía continúa.

El 18 de diciembre Steven Spielberg cumple 70 años, y, por supuesto, TCM ha preparado una gran fiesta en su honor: todos los domingos de diciembre, a las 22:00, el canal emitirá alguna de sus mejores películas y el día 18, fecha de su cumpleaños, toda la programación del canal estará dedicada al realizador con títulos como Loca evasión, El color púrpura y Salvar al soldado Ryan, film por el que consiguió su segundo oscar a mejor dirección.

Steven Spielberg ha conseguido crear un cine con reconocibles marcas de autor pero que, además, satisface los gustos del gran público. Es un excelente narrador, capaz de despertar todo tipo de emociones con la cámara. Los personajes que su cine ha alumbrado son tan carismáticos que se han convertido en iconos intergeneracionales. Muchas veces ha sido tildado de moralista y de hacer un cine almibarado, pero lo cierto es que títulos como La lista de Schindler, Tiburón, E.T. el extraterrestre o Encuentros en la tercera fase se han convertido ya en clásicos contemporáneos con imágenes y escenas que están grabadas en la retina y en la memoria emocional de millones de espectadores.

Con los años, Steven Spielberg se ha convertido en uno de los hombres más poderosos e influyentes de la industria del cine. Bajo su paraguas han crecido infinidad de directores, franquicias y se han desarrollado nuevas tecnologías. Sigue combinando el cine más comercial, con títulos como La guerra de los mundos o Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, con otros más arriesgados como Múnich o Lincoln y sigue sacando, de vez en cuando, el niño que aún habita dentro de él en filmes como Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio o Mi amigo el gigante.

Y, naturalmente, ni por asomo piensa en la jubilación. Prepara la quinta entrega de Indiana Jones mientras termina la postproducción de Ready Player One, un filme de ciencia ficción y aventuras basado en el best-seller homónimo. Tiene también muy avanzada la elaboración de El secuestro de Edgardo Mortara, una película ambientada en el siglo XIX que contará la historia de un niño de origen judío que es separado de su familia por la Iglesia Católica después de que una sirvienta asegurara haberle bautizado en secreto. No cesa de producir películas para otros directores y diversas series de televisión. Está claro: el tren eléctrico que puso en marcha cuando era niño y que decidió filmar, todavía sigue en marcha.