La reinvención de Red Hot Chili Peppers

La manecilla no parece girar en la esfera temporal de Red Hot Chilli Peppers. Siguen innovando, girando, poniendo a prueba a todo tipo de aforos. El FIB 2017, donde se unirán a The Weeknd y Foals, será un alto del largo camino que también les llevará a los festivales Super Bock, en Lisboa, y al Rock in Rio original. 

La perspectiva de volver a suelo español, tras su visita en septiembre a Madrid y Barcelona en septiembre, no desalienta un Chad Smith que nos confesó su amor por el país: "Es genial presentar nuestros temas, aunque llevamos haciéndolo desde junio. Nos encantar estar en España, es genial. Aquí el público es muy receptivo."

Su nuevo disco 'The Getaway', el undécimo de su lista, supone un nuevo escalafón en la constante de reinvención de los californianos: "Es un gran salto, pero a la vez sigue sonando como Red Hot Chilli Peppers y nos reconocemos . Es importante seguir siendo uno mismo. Se trata de cómo sientes las cosas y de cómo te inspiras con la música. Ahí está la diferencia".

Las últimas incorporaciones a la banda han sido claves. Josh Klinghoffer es un guitarrista que ha tenido dos objetivos que a primera vista parecen imposibles: Encajar en una banda legendaria y sustituir a John Frusciante. "Lleva un par de álbumes con nosotros (cinco años). Se siente más cómodo y ha conseguido trasladar sus ideas y su personalidad a nuestra música. Ha participado mucho creativamente en este álbum", destaca.

Su nuevo productor es Brian Joseph Burton, más conocido como 'Danger Mouse', fundador de la banda Gnarls Barkley y que ha trabajado con Gorillaz, The Black Keys, Beck o Norah Jones entre otros: "Con él escribimos las canciones en el estudio, algo que no habíamos hecho nunca. Ha sido emocionante trabajar con alguien diferente y que nos haya empujado a probar cosas nuevas a la hora de grabar".

"Brian viene del hip hop. A la hora de componer canciones, algunas salieron de un método muy tradicional de este género, el de componer en base a un ritmo de batería, y después introducir capas de música. Lo hicimos en unas cinco o seis canciones. Es muy diferente a cómo hemos trabajado antes. Normalmente las creábamos tocando juntos y añadiendo ideas a medida que avanzábamos", señala.

Para él es más una manada que un grupo. Una forma de vida. "Crecemos y cambiamos como personas. Hemos aprendido a aceptar nuestras chulerías e idiosincrasias. Todos tenemos sugerencias sobre las partes de los demás. Forma parte de ser un equipo creativo. Cuando dejamos el ego atrás, y solo nos centramos en lo que es mejor para la canción, es increíble".

"Siempre quieres contribuir artísticamente. En mi caso soy batería y no toco muchos instrumentos. Pero sí tengo criterio a la hora de analizar cómo la música debe sonar y las estructuras o los arreglos". El "nosotros" es un constante es una banda que parece un equipo imbatible, con 'Flea' haciendo de la escasa fama del bajista un mito y el incombustible Anthony Kiedis poniendo al auditorio en pie.

Chad Smith no sabría elegir entre los dos amores que han marcado su vida: "No podría escoger entre tocar en directo o grabar. Me encanta sentir esa energía y esa reacción inmediata. La idea de tener cerca a los fans y viajar alrededor del mundo... Pero también es genial que te venga una idea a las 11 de la mañana o las 4 de la tarde y que de repente surja una canción que no existía antes".

Ante la cuestión de dónde sacan tantas fuerzas, la única realidad es que el paso inexorable del tiempo no parece poder con clásicos como 'Scar Tissue' o 'Californication' ante un público entregado, seguido de algún que otro 'Suck My Kiss' para los de siempre. Benicássim será testigo de excepción de un fuego que parece no apagarse nunca. Larga vida al lado más picante de California.