David O. Russell vs los clásicos

A David O. Russell es difícil clasificarle como realizador. Durante algún tiempo se le ubicó en la generación formada por cineastas como Spike Jonze, Michel Gondry o Jonathan Glazer. Debutó como director en 1994 con Spanking the monkey, un filme que se presentó con éxito en el Festival de Sundance. Un par de años después estrenaba Filtreando con el desastre, un largometraje que le abrió de par en par las puertas de los grandes estudios de Hollywood. En Tres reyes contó con un gran presupuesto y la presencia de actores que ya apuntaban al estrellato como George Clooney. Parecía que, definitivamente, se iba a integrar en la maquinaria del cine más comercial, pero no fue así. Estuvo deambulando por los márgenes de la gran industria durante una década.

A partir de 2010, sin embargo, su trayectoria fue imparable. Ha sido candidato al Oscar en 2011, 2013 y 2014 por The Fighter, El lado bueno de las cosas y La gran estafa americana, películas en las que ha contado con un puñado de actores con los que se ha compenetrado tanto personal como profesionalmente, como Christian Bale, Bradley Cooper y, fundamentalmente, Jennifer Lawrence. Para ella ha diseñado personajes hechos a su medida, como el de El lado bueno de las cosas, por el que ganó el Oscar, o Joy, por el que fue candidata.

David O. Russell nació en Nueva York el 20 de agosto de 1958. Es un director con fama de duro y exigente. Jennifer Lawrence afirma que es fascinante y terrorífico trabajar con él porque es una mezcla entre un genio y un científico loco. Otros intérpretes, como George Clooney y Lily Tomlin, han tenido sonoras broncas con el director durante los rodajes de Tres reyes y Extrañas coincidencias, respectivamente. Russell reconoce su mal genio, pero sostiene que esas disputas solo fueron fruto de la tensión que se acumula en los rodajes.

A David O. Russell se le ha comparado a menudo con Martin Scorsese. Sus películas se caracterizan por un ritmo frenético, diálogos rápidos y enrevesados, y por contar con un reparto coral. Sus filmes desprenden una energía contagiosa, y en sus historias resulta difícil separar el drama de la comedia. Entre sus cineastas preferidos siempre menciona a Francis Ford Coppola y a Hal Ashby. También alaba el trabajo de Robert Redford al frente del Festival de Sundance.

Este fin de semana TCM organiza otro de sus habituales cara a cara entre un director, en este caso David O. Russell, y sus referentes clásicos. Y, como en ediciones anteriores, los periodistas Desirée de Fez y Quim Casas debatirán sobre la filmografía del realizador e intentarán encontrar vínculos con el cine del presente y del pasado reciente o lejano. Además, el especial estará acompañado por dos de los mejores títulos que ha filmado David O. Russell: The Fighter y El lado bueno de las cosas. Una oportunidad única para conocer más y mejor el trabajo de este cineasta: un realizador que ha conocido el calor que da el éxito, y el frío y el olvido que provoca el fracaso.