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Mi padre, ¿mi héroe?

Tres directores presentan documentales sobre sus progenitores en la Mostra de Venecia

El pintor venezolano Oswaldo Vigas en el filme 'El vendedor de orquídeas'.
Álex Vicente

Lorenzo Vigas sabía que su próximo paso iba a ser reencontrarse con su padre. Tras ganar el León de Oro en la pasada Mostra de Venecia con Desde allá, el director venezolano rechazó “las ofertas grandes que empezaban a llegar de Hollywood”, según su propia confesión, y recuperó un viejo proyecto que tenía aparcado: un documental sobre su padre, el gran pintor y muralista venezolano Oswaldo Vigas, que había rodado en los meses previos a su muerte en 2014. “No quería ser un hijo rindiendo tributo a su padre, sino tratar de entender por qué una persona se pone a pintar compulsivamente a los 12 años y no para hasta que llega su muerte. ¿De dónde sale esa necesidad incontrolable de crear?”, se pregunta Vigas, que ha regresado a la Mostra para presentar el resultado, El vendedor de orquídeas, que se estrena esta tarde fuera de competición. El documental no es un retrato neutro de su padre. “La creación surge de la parte oscura del alma, así que sabía que tendría que meterme en ese lado sombrío. Fue un proceso doloroso, tanto para él como para mí”, admite el cineasta en un hotel del Lido veneciano.

La película parte de una particular aventura. Al final de su vida, mientras prepara una retrospectiva de su obra, Vigas padre recuerda un lienzo extraviado en alguna de sus mudanzas, titulado El vendedor de orquídeas, que firmó a los 16 años. Con su esposa Janine empujando su silla de ruedas, decide emprender un periplo por todo el país para intentar encontrar ese cuadro de un tiempo lejano. Lo que le obligará también a recordar su pasado, ejercicio complicado para un hombre pronunciadamente emotivo, que rompe a llorar muchas veces a lo largo del metraje. Por ejemplo, al recordar su infancia en la más absoluta miseria y la muerte de su hermano Reynaldo en circunstancias especialmente dramáticas. “A veces sentimos dolores que no sabemos de dónde vienen. A partir de la búsqueda de esa pintura desaparecida, se nos abrió la posibilidad de alcanzar el origen de ese dolor”, afirma Vigas, que compara el proceso con una terapia. “Después de rodar la película pasé una depresión muy fuerte, de dos años. Reviví fantasmas que estaban dentro de mí y que ni siquiera conocía. Pero me preparó mejor para saber qué quiero en la vida, quién soy y adónde voy. En el fondo, si haces una película sobre uno de tus progenitores es porque intentas saber quién eres tú”.

El arquitecto holandés Rem Koolhaas en una escena del documental 'REM'.
El arquitecto holandés Rem Koolhaas en una escena del documental 'REM'.

Vigas no es el único cineasta que se ha centrado en uno de sus progenitores en esta Mostra. El director Tomas Koolhaas, hijo del arquitecto holandés Rem Koolhaas, también presenta esta semana un proyecto sobre su celebérrimo padre, que recorre “su vida, su método de trabajo, su filosofía y su paisaje interior”, en palabras del realizador. La película se titula, simplemente, Rem.“El objetivo era meterme dentro de su cabeza”, asegura su responsable. Con acceso privilegiado al protagonista, Tomas Koolhas sigue a su padre alrededor del mundo, de Pekín a Qatar, de Nueva York a la Bienal de Venecia, de la que fue comisario en 2014. Más que seguir el modelo biográfico del documental My Arquitect, que el hijo ilegítimo del gran proyectista Louis Kahn rodó para entender quién fue su padre, Koolhaas aspira a ejemplificar qué quiere decir su padre cuando afirma que los edificios tienen dos vidas: “la que imaginó el arquitecto y la que acaba teniendo”. Su arquitectura aparece filmada desde el interior, como una entidad viva y no como un objeto inanimado, combinando la intención que tuvo Koolhaas con la manera en la que los usuarios de sus edificios se han terminado apropiando de ellos.

Franca Sozzani, directora de la edición italiana de la revista Vogue, camina por un Central Park cubierto de nieve y se sube a su coche. Una voz le pregunta: “¿Te has equivocado alguna vez?”. La volcánica editora le responde visiblemente irritada. “Todo el mundo se equivoca. Es una pregunta imposible de responder. Y quien crea que no, es solo porque se cree perfecto. Pero, perdona… ¿por qué tengo que responderte a ti a estas preguntas?”, increpa a quien sostiene la cámara. “Porque yo soy el director”, le responde su hijo, Francesco Carrozzini. Franca: Chaos and creation revisa los 28 años en que Sozzani ha dirigido la revista, convirtiéndola en referencia absoluta en el universo del estilo. El documental alterna la enumeración de sus múltiples logros con las opiniones de algunos de sus amigos y colaboradores, entre los que figuran personajes tan conocidos como el fotógrafo Peter Lindbergh, el cineasta Baz Luhrmann, la diseñadora Donnatella Versace o el filósofo Bernard-Henri Lévy.

Escena del filme 'Franca: Chaos and creation', acerca de la directora de la revista Vogue, Franca Sozzani.
Escena del filme 'Franca: Chaos and creation', acerca de la directora de la revista Vogue, Franca Sozzani.

Además, en el diálogo entre madre e hijo surgen algunos secretos de familia que el propio director desconocía. “No creo que el documental la celebre y nada más. Mi objetivo era centrarme en los sacrificios que ha tenido que hacer para desempeñar su trabajo, en lo que ha tenido que hacer para tener éxito”, responde Carrozzini. “La distancia es un equilibrio difícil. Es muy fácil limitarse a celebrar al protagonista o ser malvado con él, lo que tampoco me parecía interesante”. Su madre está parcialmente de acuerdo. “La dificultad era decirle ciertas cosas. Por ejemplo, que nunca he estado enamorada. Es difícil confesarle eso a un hijo, porque emocionalmente no es justo para él”, admite Sozzani. “Nos peleamos muy a menudo, hasta el punto que a veces tuvimos que parar. Yo no quería exponerme, pero entendí que, si no te expones, no eres tú de verdad. Al final fui sincera y honesta… Y, si le digo la verdad, me arrepiento un poco”. A su lado, Carrozzini sonríe como un director que ha cumplido con su cometido. O tal vez como un hijo que ha logrado avergonzar a su madre.

Lena Dunham y Laurie Simmons, de madre a hija

En otra de las secciones paralelas del festival, la artista Laurie Simmons presenta My Art, en la que también aparece su hija, la actriz, directora y escritora Lena Dunham, conocida como creadora y protagonista de la serie Girls. En la película, Simmons interpreta a una profesora de arte contemporáneo que no ha tenido demasiado éxito en su carrera como artista, y que decide concentrar todos sus esfuerzos en un nuevo proyecto. Dunham encarna a una de sus ex alumnas, que ha tenido una carrera mucho más triunfante. "Me siento muy inspirada por Lena. Mi hija actúa, escribe, dirige y expresa su activismo a través de las redes sociales. Admiro mucho lo que hace, como también su manera de afrontar las críticas y los trolls en Internet", responde Simmons, que formó parte de la generación artística de Cindy Sherman y Barbara Kruger, y cuyas obras figuran en las colecciones del MoMA, el Metropolitan Museum, el Whitney y el Guggenheim de Nueva York.

"Como madre e hija, existe un intercambio enorme", añade la directora. La obra artística de Simmons influyó en Dunham, que debutó en 2009 con el largometraje Tiny Furniture, donde participaban distintos miembros de su familia. Fue al interpretar un papel en la película y ver a su hija al frente del proyecto cuando a Simmons le entraron ganas de dirigir un largo de ficción. "Saber que tenía apoyo en casa fue genial para mí. Además, Lena es brutalmente sincera. Si un detalle del guion, un personaje o un elemento gráfico no le parecen bien, sé que la voy a oír. No tiene ningún miedo en decirme: "Mamá, eso es muy cutre".

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Sobre la firma

Álex Vicente
Es periodista cultural. Forma parte del equipo de Babelia desde 2020.

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