Hollywood pierde su amor por la Comic-Con
La convención de cómics comienza hoy en California con la ausencia de los principales estudios
Para cuando concluyó la pasada edición de la Comic-Con, el llamado Woodstock de todo lo friki de la cultura popular había reunido a más de 160.000 personas en San Diego, California. En esta 47ª edición —que se celebra a partir de hoy y hasta el domingo 24 de julio—, de lo que comenzó como un grupo de aficionados a los tebeos reunidos en los bajos de un hotel, se espera que la cifra llegue a los 200.000. Pero muchos de los principales estudios de Hollywood no estarán entre los asistentes a estos cuatro días de cómics, cine, televisión y cosplay. Twentieth Century Fox se ha sumado este año a la lista de majors que como Sony o Universal no acudirán a la muestra. Tampoco lo harán los estudios Disney como tal, que se limitarán a presentar lo último de Marvel. Ni Paramount, que no está dispuesto a invertir dinero y esfuerzo en la convención. A Hollywood se le ha pasado el calentón con la Comic-Con. ¿Las razones? Como dijo un portavoz de Fox, la ausencia del estudio tiene mucho que ver con el temor a la piratería en un foro que genera 2,9 millones de tuits en estos cuatro días. Para poner las cifras en perspectiva, ese fenómeno en redes que es Juego de tronos “solo” genera 436.000 tuits —a lo largo de la semana de lanzamiento de su último episodio— .
Pero detrás de estas ausencias hay más razones que el pirateo el año pasado del tráiler de Escuadrón Suicida. O de las escenas de Deadpool “levantadas” por los hackers tras su pase en el famoso Hall H, donde los estudios buscan el fervor de los fanáticos. “El costo es alto y, aunque tiene sus méritos, el resultado no está asegurado”, confirma a EL PAÍS Tony Angellotti, uno de los publicistas más respetados de la industria que representa geeks profesionales como John Lasseter o Ron Howard. “La Comic-Con pasó de ser un festival de frikis a una cita obligada para Hollywood y ahora está volviendo a sus orígenes”, asegura.
Si la historia de amor de Hollywood con la convención comenzó con el éxito de Iron Man (2008) y el regreso del hijo pródigo del cine, Robert Downey Jr., recibido en olor de multitudes en este aforo, son muchas más las películas que se pierden en este frenesí. Por ejemplo, la buena acogida de Scott Pilgrim contra el mundo (2010) en San Diego nunca se tradujo en un éxito en la taquilla. “La red social también acudió para ganar adeptos entre los amantes del género, pero perdió glamur entre el público general”, recuerda Angellotti. Además, está el tema del control. Mientras que la Comic-Con es un punto de encuentro pensado por y para los aficionados, que este año agotaron las entradas del foro en cosa de una hora, la cita les cuesta demasiado a los estudios como para no ejercer pleno control en sus campañas. Han comenzado a proliferar otras muestras como el D23 o la Star Wars Con, eventos organizados por y para los estudios Disney o Lucas, respectivamente, y centrados únicamente en esos universos. Foros que son, como subraya el publicista, “la envidia y la admiración” del resto de las majors. “La Comic-Con continuará siendo un peso pesado en el mundo de la televisión, de los cómics, de los videojuegos. Pero los grandes estudios ya no lo necesitan”, añade.
La ausencia de muchas de las grandes productoras no es más que una anécdota en el apretado calendario de los seguidores. Entre las citas más buscadas de la convención está la gala estreno de Star Trek: Más allá, la última entrega de una saga que cumple su 50 aniversario. Aliens también celebra su 30º cumpleaños en este foro con la presencia de James Cameron y Sigourney Weaver, que ofrecerán detalles sobre las películas venideras. Y mientras Marvel muestra unas primeras imágenes de Doctor Extraño y Guardianes de la Galaxia 2, los estudios Warner esperan ganarse el furor de los más de 6.000 asistentes al Hall H con un popurrí que posiblemente incluya retazos de Wonder Woman, Lego Batman, Kong: Skull Island, King Arthur y Animales fantásticos y dónde encontrarlos (el spin-off de Harry Potter con Eddie Redmayne), aunque lo que de verdad quieren todos los allí presentes son noticias de La liga de la justicia.
Quizá porque siempre le ha gustado llevar la contraria, en este año de ausencias el que está presente en la Comic-Con es Oliver Stone con una primicia propia. El polémico realizador ha organizado un pase sorpresa de su próximo estreno, Snowden, seguido de una sesión coloquio con el reparto y el propio Edward Snowden, vía satélite. Y por supuesto, siempre quedarán los cómics. Mientras la industria busca a su nuevo Robert Kirkman (el genio detrás de The Walking Dead, Fear The Walking Dead u Outcast), los aficionados se gastarán más de 72,6 millones de euros en tebeos, juguetes y otras memorabilias en una convención que este año hace historia por el gran número de mujeres candidatas a los premios Eisner, también conocidos como los Oscar del cómic.
Babelia
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