“El gusto por el cine político me lo enseñó Elías Querejeta”
El guionista francés, uno de los más reputados de Europa y colaborador habitual de Jacques Audiard, debuta en la dirección con 'Mi hija, mi hermana'
No hay un guionista francés en activo con la fama y el talento como Thomas Bidegain (Mauleón-Licharre, 1968). Y eso casi le cuesta la salud. El francés apareció en el festival de Cannes de 2015 con tres películas: dos como guionista y otra como director, en lo que suponía su debut como realizador, con, por supuesto, un libreto escrito por él. Al finalizar el certamen estaba reventado aunque feliz. Llevaba dos años durmiendo poco y tres meses casi nada para un buen resultado: su filme Le Cowboys, que en España se titula Mi hija, mi hermana, fue buen recibido; Dheepan, la película de Jacques Audiard, el director con el que más y mejor trabaja, ganó la Palma de Oro. Un año más tarde recuerda aquel estrés entre risas en su perfecto castellano, ya que su localidad natal está en el País Vasco francés. "Me pasé un poco".
Aquella intensidad laboral puede que le fuera muy bien para la atmósfera de estrés emocional de Mi hija, mi hermana, un western contemporáneo. "Cuando empezamos no había mucha información ni reportajes sobre historias similares". Y la historia es la búsqueda de un padre, amante de la música y la cultura country, de su hija que un buen día desaparece. Algunas pistas llevarán al progenitor a buscarla en Oriente Medio, y en pueblos donde triunfa el islamismo radical. En Mi hija, mi hermana Bidegain apuesta por la elipsis, con brutales saltos en el tiempo para que la pantalla pasen lustros, hasta que la acción finalice en 2011. "Desde el principio me interesaba mucho esa estructura, muy pegada a los personajes, y el género del western, que vale para cualquier época. Soy vasco. Cuando era pequeño veía muchos en la tele y un día mi hermano mayor me dijo: 'Imagina que los indios son los vascos'. Aquel giro se ha quedado en mi película, que alberga tres historias: la del padre que se prolonga en su hijo, la de la hija y al de Al Qaeda". De ahí la principal referencia manejada en el filme: Centauros del desierto, de John Ford. "Por supuesto, pero también tiene algo de Río rojo, de Howard Hawks. Me he mantenido en una narración clásica, con dirección simple, porque la complejidad surge de los personajes". Bidegain confiesa que fue la dirección de actores lo que le empujó a saltar a la realización. "Es lo que no puedes poner en la página. Cuando escribo -y yo creo que la forma de un filme está en su libreto, hasta la duración de los planos- se me escapa cómo trabajarán los actores. Y me parece mágico que tras dos años de escritura, una indicación del director al oído de un actor cambie por completo la secuencia".
Bidegain no puede traicionar su trabajo con Audiard. Eligió al protagonista, el cómico François Damiens, por el enorme tamaño que ocupa en pantalla, al igual que los protagonistas del director de Un profeta. "Hay pocos actores franceses que tengan pecho, de verdad. A pocos les puedes poner un sombrero de vaquero, mantengan su dignidad y además emanen autoridad de padre, como los personajes de John Ford, sin términos grises en su comportamiento. Piensan directos: 'Los musulmanes son los indios', y actúan en consecuencia. Porque no ha existido un conflicto de civilizaciones tan radical como el de los indios y los cowboys".
Como guionista, el francés apuesta por un cine político, que cuente cómo es el mundo: "El cine debe función de representar al mundo y esa es su función política. No podemos dejar la realidad en manos de la televisión y de los políticos, necesitamos el cine. Por eso la película va desde 1995 a 2012, porque quería contar ese primer ciclo de guerra mundial contra el islamismo radical. Ahora vivimos una segunda". Y cuenta: "Este gusto por este trasfondo político me lo enseñó, entre otros, Elías Querejeta", para quien trabajó a sus 24 años. "Acababa de terminar Económicas y gracias a mi suegro empecé en el cine haciendo auditorías en Los Ángeles de la distribuidora que Elías había comprado en EE UU. Estuve allí dos años. Mi suerte fue empezar en el cine con alguien que tiene una idea muy clara y potente del cine y de su uso. Por eso mis hijos se llaman Elías y Tasio".
Ahora Bidegain se encuentra en la preproducción de la nueva película de Audiard, un western canónico, Los hermanos Sisters, adaptación de la novela de Patrick DeWitt, "que describe la persecución de dos hermanos asesinos por Oregón en mitad de la fiebre de oro, en 1851". Rodarán a inicios de año en Estados Unidos. "Estamos felices, será otro gran viaje".
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