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NOTICIA PATROCINADA

De Madrid y Barcelona a Bowie

No será el último de los homenajes por todo el mundo, pero sí los dos primeros en reunir a artistas nacionales con una banda de músicos y productores que trabajaron con el fallecido músico

Isabel Valdés
Bowie durante el tour de Ziggy Stardust en mayo de 1973.
Bowie durante el tour de Ziggy Stardust en mayo de 1973.Gijsbert Hanekroot/Redferns

Domingo y enero: sabe a mantas y tazas que exudan, tal vez a tele a la que no se presta atención. Para quien no aprecie los domingos y amara a Bowie, aquel día 10 fue un poco peor. Medio año no es mucho, es el tiempo casi exacto que ha pasado desde que David Robert Jones murió. Cáncer de hígado, uno de los más de 600.000 que provocan la muerte al año en todo el mundo; pero era él y no se quedó en un número. Sigue entre la nostalgia y la conservación del legado.

'Juntémonos con Bowie'

Los conciertos tendrán lugar el 1 de julio en Madrid, en el Real Jardín Botánico, y el 2 en Barcelona, en la Sala Razzmatazz. Las entradas, cuya recaudación irá destinada a fines benéficos, se encuentran a la venta a través de la web de Juntémonos (www.juntemonosconsod.es), ticketmaster y ticketea.

A aquel monstruo creativo no le quedó ninguna espina, ningún dolor en el bullicio de disciplinas por las que paseó. O Henry Hey nunca lo supo. El director musical y músico de estudio de Bowie asegura que “David siempre hizo lo que quiso hacer". "Siguió su pasión artística. Hizo gira cuando quiso y paró cuando quiso". Hey llegó al músico a través de Visconti para su penúltimo álbum, The Next Day, en 2012. Y se quedó. Es el director musical de Lazarus, el musical inspirado en la película de ciencia ficción de los setenta The Man Who Fell to Wearth que Bowie estrenó en diciembre de 2015 en Nueva York. Ahora siente la obligación de ser custodio: “Me honró increíblemente que David me pidiera hacer ese trabajo. Fue un placer trabajar con él y ver cómo Lazarus cobraba vida. Ahora quiero que siga siendo lo que estrenamos en Nueva York, es una responsabilidad y me esforzaré precisamente para eso”.

Durante unos días, Hey tendrá que dejar al alien y coger un avión hasta el aeropuerto Adolfo Suárez. Es parte de la comitiva del concierto homenaje que se hará al Duque Blanco el próximo 1 de julio en el Real Jardín Botánico de Madrid, y en la sala Razzmatazz de Barcelona el día 2. Juntémonos con Bowie será, para Hey, “una fiesta de alegría”. “Todos estamos emocionadísimos de estar juntos y de poder hacer que esta música siga viva”.

Con esos “todos” se refiere a la banda de músicos y productores que en algún momento trabajaron con Bowie —como Mark Plati o Everett Bradley— y que también honrarán al músico. No serán los únicos, a ellos se unen casi una veintena de cantantes españoles: Iván Ferreiro, Pucho (Vetusta Morla), Julio de la Rosa, Eva Amaral, Anni B Sweet o Javier Vielba (Corizonas). Una amalgama que surgió desde Juntémonos con Shows on Demand, una plataforma colaborativa de FanFunding en la que los seguidores pueden elegir a los artistas que quieren que actúen en su ciudad y los artistas pueden proponer retos a sus fans para hacer conciertos diferentes.

Este tendrá 21 canciones del repertorio del creador de Ziggy Stardust. Una selección del set list difícil; como cualquier elección dentro de su universo creativo. “Cuando uno mira la carrera de David, hay tal diversidad que es muy difícil. No podría elegir uno, pero yo diría que entre mis discos favoritos están Hunky Dory, Ziggy, Low, Blackstar, The Next Day… “. Hey se ríe: “¡Y esa lista podría seguir!”.

Entre los dos últimos —The Next Day y Blackstar, en los que Hey se unió a Bowie—, el director musical no tiene preferencias: “Son muy especiales y me encantan ambos. Aunque representan periodos creativos distintos, se pueden ver las conexiones”. Bowie tenía tantas aristas que Hey lo define como “un devoralibros muy inteligente”. “Tenía un gran respeto por otros artistas, sobre todo por aquellos que él sentía que estaban rompiendo en un territorio nuevo”.

Quizás porque veía en esos “otros” a alguno de sus yoes. Componía, hacía arreglos, cantaba, tocaba el piano, el saxo, la guitarra, fue influencia de cualquiera que se haya sentado a escucharlo, daba espacio a la creación de los que le rodeaban, era curioso. Mutó, cambió, se disfrazó y se convirtió a ratos en su disfraz. Sin embargo, lo mejor fue "la persona que fue". "Era un ejemplo brillante de la belleza de la humanidad. La mezcla de su espíritu amable y brillante y su capacidad creativa puso el listón en cómo se debería vivir”.

Something happened on the day he died, spirit rose a metre and stepped aside, somebody else took his place, and bravely cried: I'm a blackstar, I'm a blackstar”. Una estrella negra a la que Hey no añade ningún mal recuerdo, ninguna parte difícil: “La única dificultad que tuve al trabajar con él fue mi deseo autoimpuesto en todo lo referente a Lazarus para que fuese lo más adecuado posible al concepto del espectáculo y que fuese algo que David pudiese disfrutar”. Tuvo tiempo de hacerlo.

Esta noticia patrocinada ha sido elaborada por un colaborador de EL PAÍS.

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Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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