Juanjo Giménez, primer español en ganar la Palma de Oro de cortometrajes
El cineasta catalán ha obtenido el máximo galardón con ‘Timecode’
Durante una semana, el cineasta catalán Juanjo Giménez ha disfrutado de la consideración que da el certamen de Cannes a los cortometrajistas: “Este festival nos trata como lo que somos, cineastas. Yo soy un militante del corto. Es más, mi siguiente proyecto será un corto, y pase lo que pase con Timecode no lo pienso cambiar”. Y lo que ha pasado es que ha obtenido la Palma de Oro con su filme, por lo que se convierte en el segundo español en ganar ese premio, algo que solo logró Luis Buñuel, en el concurso de largometrajes, con Viridiana. El aragonés, uno de sus ídolos, fue el último nombre que mencionó Giménez en su discurso de agradecimiento con el diploma en la mano, tras derrotar Timecode a sus nueve rivales, seleccionados entre 5.008 aspirantes.
En la sala de prensa, más relajado, dijo: “Yo ya he hecho tres largometrajes. Creo que el corto es el presente y el futuro del cine. Y me sorprende que cuando se pregunta a los cinéfilos por sus películas favoritas, nadie se acuerda de ellos. Para mí, por ejemplo, La jetée [de Chris Marker] es uno de los mejores títulos de la historia del cine”. Sobre si la Palma cambiará sus planes de futuro, Giménez aseguró: “No me espero nada en la vida, así que simplemente vivo y filmo”. En el escenario habló de Luis Buñuel. En la sala, puntualizó: “Buñuel es uno de mis ídolos y quería recordarle. Se me ha escapado un ‘esto es más jodido’ porque yo he ganado la Palma pequeña, que es más complicada. Escogen de entre 5.000 películas solo 10, así que haz la división”. Sí tenía buenas sensaciones desde el pase, por los numerosos aplausos, aunque de ahí a ganar todo le sonaba lejísimos. “Fue muy bien recibido, pero nunca sabes qué puede decidir un jurado”. Dicho lo cual, y con el móvil sin batería —no había previsto tal excepcional contingencia— se fue a la cena de los ganadores, en la pérgola del ágora del Cannes, en la playa de La Croisette.
Giménez (Barcelona, 1963) tiene una larga carrera como cineasta, tanto en la producción como en la dirección de cortometrajes. No es un recién llegado, no filma para saltar al largo. Ya dirigió ese primer largo de ficción, Tilt (2001), y su primer corto es de 1994: Hora de cerrar. Más aún, Timecode nace como resultado de un trabajo de la Escola de Cinema de Reus. “Es cierto que mi filmografía es larga, da un poco de miedo”, comentaba entre risas hace unos días en la quinta planta del Palacio de Festivales. “Como todo el planeta, envías tu trabajo a Cannes y cruzas los dedos”. ¿Y por qué esta vez sí ha seleccionado? “No tengo ni idea. Me gusta explorar mundos que sienta lejísimos, como cuando hice un documental sobre boxeo, Esquivar y pegar. En Timecode he indagado en la danza”.
Este filme juega con el misterio y la belleza que esconde una relación entre dos vigilantes de un aparcamiento subterráneo. Cuando ella acaba su jornada laboral, empieza la de él. Un día ella descubre la pasión oculta de él. “Vi un programa de televisión sobre danza y contacté con ellos”, explica el director de sus dos protagonistas, Lali Ayguadé y Nicolas Ricchini.. “Puede que el juego al thriller, incluso alguien piensa que es otra película de zombis, haya jugado a favor de su selección. También que me gusta poner ciertas situaciones en el sitio inadecuado, que le choque al público. El aparcamiento le da un plus a la relación de la pareja”.
Al cineasta siempre le ha gustado esa imprevisibilidad. “He hecho y he visto cortos toda mi vida, y sé que como creador debes huir de los clichés. Con esta pieza quería explicarles a mis alumnos de Reus que no tenían que caer en los tópicos. Hice hincapié en la elaboración del corto de la importancia de la elipsis. El guion nació de una experiencia mía. Yo trabajaba en una multinacional, tenía mucho tiempo libre y escribía allí mis guiones. Hasta que una compañera se enteró y no reaccionó de la misma manera que la protagonista del filme”. Hoy esa excompañera habrá visto, probablemente asombrada, hasta dónde ha llegado el escritor oculto.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.