Richard Long: “Mi cuerpo es mi principal instrumento”
El artista británico, pionero del ‘Land Art’, muestra su homenaje a la naturaleza en el CAC Málaga
Un serio Richard Long (Bristol, 1945) posa paciente ante Circle for Sally, una circunferencia hecha con trozos de mármol y granito dedicada a su abuela, que está enterrada en el cementerio inglés de Málaga, y creada específicamente para la exposición que protagoniza hasta el próximo 21 de agosto en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de esta ciudad. Son piedras de la cantera de Macael, en Almería, y del norte de Madrid, y materiales imprescindibles en el trabajo del pionero del Land Art. “Es importante resaltar la idea de la variedad cósmica, cada piedra es diferente”, ha subrayado el artista este viernes, durante la presentación de la muestra.
Igual que una pieza de mármol o de granito es distinta de otra, Long cree que también lo es cada gota que salpica el enorme mural que adorna una de las paredes del CAC. Muddy water wall es una obra efímera, desaparecerá cuando se clausure la exposición, y es un ejemplo del esfuerzo físico que Long, de 70 años, emplea en cada creación. “Mi cuerpo es mi principal instrumento. En las caminatas, utilizo los pies; en el mural han sido las manos. Y lo hago muy rápido, hasta que aguanto”, ha explicado el artista británico que ha convertido en arte el simple hecho de andar, donde él encuentra la inspiración.
En este caso, han sido poco más de dos horas el tiempo que ha empleado en embellecer con arcilla un fondo negro de más de cuatro metros de alto y 31 de largo. Lo hizo el lunes por la mañana, utilizando las manos y buscando efectos del graffiti. “No es solo barro, el agua es un elemento importante”, ha precisado. Todos son elementos naturales, igual que la madera que forman sobre el suelo los senderos ondulantes y larguísimos de Four Paths (2003-2016), que el artista ha pisado sin manías, o la corteza de alerce con que está hecha Bark circle (1993), una circunferencia de ocho metros.
Comisariada por Fernando Francés, director del CAC Málaga, la exposición Cold stones reúne 27 obras que repasan la trayectoria de Long desde 1967, año en que creó su mítica A line made by walking. Además de estas piezas de gran formato, hay textos, mapas y fotografías que dan fe de los caminos que ha recorrido Long en los últimos 40 años, desde la Antártida a Estados Unidos o Sudáfrica, experiencias que luego ha convertido en un viaje interior, en un nexo espiritual con la tierra. También ha andado por España, un país al que se siente unido y que ha conocido a lo largo y ancho. “Del Atlántico al Mediterráneo; de Ribadesella a Barcelona; de Córdoba a Santiago”, ha contado.
En la muestra de Málaga está plasmada su experiencia en dos de estas caminatas españolas a través de sendas obras de texto en vinilo sobre la pared, una en Sierra Nevada (Walking from a full moon to a new moon, 2009) y la que lo llevó de Córdoba a Santiago (Crescent to cross, 2014). La fotografía que ilustra la exposición muestra a Long, de pie y concentrado (casi embelesado), entre piezas de mármol de la cantera de Macael, un lugar “espectacular” en el que, como ocurre en otros espacios similares, “la piedra se convierte de alguna manera en arte”. El British Council y Tino Natural Stone colaboran en la exposición.
El esfuerzo físico es su medio para fundirse con la tierra y busca la simplicidad en sus composiciones. “Es el mejor artista de la historia contemporánea que ha sabido conectar al hombre con la naturaleza”, ha resaltado Francés, para quien el trabajo de Long va más allá del arte povera o el conceptual. “Es una obra espiritual, poética y oriental”, ha afirmado el gestor cultural, “su revolución es un concepto que ya existía en el arte, pero no en el occidental”.
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