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CRÍTICA | LA BRUJA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El corazón del bosque

Con un simple juego de plano y contraplano, el debutante Robert Eggers logra convocar una inquietud inabarcable

Un fotograma de 'La Bruja'.
Un fotograma de 'La Bruja'.

'La bruja'

Dirección: Robert Eggers.

Intérpretes: Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw.

Género: terror. Estados Unidos, 2015.

Duración: 92 minutos.

Casi al comienzo de esta película calculadamente irrespirable, una niña juega al cucutrás con su hermano bebé, a plena luz del día, mientras al fondo se extiende la oscura densidad de un bosque. De repente, cuando la chica asoma su rostro tras las palmas de sus manos, descubre que su hermano ha desaparecido sin dejar rastro. Mira, acongojada, y no ve a nadie alrededor. Con un simple juego de plano y contraplano, el debutante Robert Eggers logra convocar una inquietud inabarcable. Es lógico, pues, fijarse en Eggers cuando la mayoría de directores comprometidos con el cine de terror parecen incapaces de provocar un susto si no aprietan la tecla correcta en la mesa de post-producción. En La bruja hay muchos otros rastros de su talento, así como un buen repertorio de imágenes que, con extrema concreción y capacidad de síntesis, consiguen abrir abismos de perturbación: desde esa secuencia casi onírica en la que un niño es seducido por una bruja frente a una cabaña en el bosque hasta un plano de extrema crueldad que pervierte, en clave sádica, la imagen de una feminidad amamantadora.

Eggers subtitula su trabajo como “una historia popular de Nueva Inglaterra” y narra la desintegración de una aislada familia de colonos frente a un bosque supuestamente habitado por brujas. Hay un gusto y una sensibilidad muy particulares en la naturaleza y la cadencia de las imágenes, pero uno no puede evitar preguntarse sobre la posición del cineasta con respecto al relato que narra: ¿La bruja es un ejercicio de estilo, un cuento de terror contado como lo hubiese contado un viejo colono? ¿no hay ninguna otra mediación? ¿nos están narrando la construcción de una bruja o nos están legitimando la superstición que define a los personajes? No parece ambigüedad, sino poco empeño de formularse esas preguntas.

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