Dorian en ruta por Latinoamérica (I): Monterrey, Festival Pa’l Norte

Si viajar constituye una manera particular de aproximarse al mundo, de verlo y de tocarlo, hacerlo con una banda en gira añade muchos ingredientes a esa ya de por sí estimulante experiencia.

Con Dorian hemos tenido ocasión de visitar muchos países (Francia, Canadá, Argentina, Perú, Chile, USA, Bosnia, Portugal, UK, Colombia, México…) y en todos esos viajes hemos disfrutado el inmenso privilegio de acercarnos a cada cultura desde una experiencia sensiblemente distinta a la meramente turística.

Girar con una banda implica trabajar con equipos de gente locales (conociendo a personas realmente extraordinarias), visitar ciudades en las que tal vez jamás habrías puesto un pie, descubrir rincones alejados de las rutas que marcan las guías de viajes y en definitiva zabullirte en todo un Maremágnum de aventuras y posibilidades.

Todo esto compensa con creces la falta de horas de sueño, los trayectos, las conexiones aéreas demoledoras y el poco tiempo que queda a veces para comer o para relajarse.

En estos artículos hablaremos de la primera parte de la gira de Dorian por Latinoamérica, que en este caso abarca México y Bogotá y que el próximo mes de octubre llevará de nuevo a la banda por seis países de América.

El barrio antiguo de Monterrey

Empezamos por Monterrey, que es la capital del Estado de Nuevo León y uno de los polos culturales e industriales más importantes de México. La República Mexicana está dividida en 31 Estados y un Distrito Federal. Estamos hablando de un país inmenso, muy variado en cuanto a cultura, gastronomía, geografías, acentos y dialectos.

Si uno viaja en coche o furgoneta desde la Ciudad de México hasta Monterrey observará cómo el desierto va cambiando de colores y de vegetación adoptando múltiples formas y perfiles. Si baja al Caribe mexicano se verá deslumbrado por la belleza de sus playas, si visita la Huasteca Potosina en San Luís Potosí descubrirá bosques y cascadas, si recorre Oaxaca desde el interior hasta las playas del Pacífico hará un viaje en el que es preciso arrojar los relojes por la ventana, porque ahí el tiempo se detiene irremediablemente.

Sin duda hay muchos méxicos y Monterrey es uno de ellos. La ciudad fue un importante hervidero de bandas de rock en los años 90 y sigue conservando el pedigrí de ciudad musical y dinámica.

Tras unos años oscuros marcados por la violencia y los enfrentamientos entre narcos Monterrey está resurgiendo y cuenta de nuevo con diversos festivales importantes y buenas salas de conciertos.

Actuamos ahí en el Festival Pa’l Norte junto al rapero 50 Cent, Bunbury, Fabulosos Cadillacs, Two Door Cinema Club y bandas y artistas mexicanos muy queridos por Dorian como León Larregui, Hello Seahorse y Quiero Club entre muchos otros.

Uno de los platos estrella de Monterrey es el cabrito, que se cocina suave y meloso. Lo comimos en La casa del pastor, un clásico de la ciudad, para tener fuerzas de cara a la actuación en el festival.

Cabritos y más cabritos.

Guacamole, sopa y cabrito acompañados por una buena cerveza mexicana.

Belly, la comandante de Dorian, actuando en Pa’l Norte.

Terminada nuestra actuación fuimos a hacer un tour de medios tras el cual al fin pudimos relajarnos. El viaje desde Barcelona fue duro. Tres aviones, innumerables controles de seguridad, 24 horas de travesía, una prueba de sonido y un concierto sin haber pasado por una sola cama ni un momento. Así es esta profesión, siempre corriendo de una lado para otro, pero bendito el momento en que decidí tomar este camino.

En el backstage de Monterrey tuvimos ocasión de conocer a Jordi Mena y Quino Béjar, músicos a los que admiro por su honestidad, talento y trayectoria. Llevan tiempo acompañando a Bunbury como parte de su banda Los Santos Inocentes, que completan fenómenos como Álvaro Suite o Robert Castellanos.

Con Jordi, Quino estuvimos hablando de música de todas las épocas y también de la Barcelona contracultural de los 70 y 80, de la revista Ajoblanco, del Gato Pérez… Un lujo.

Hablamos del Gato Pérez, de la revista Ajoblanco y de la Barcelona de los 70 y 80 con Jordi Mena y Quino.

Al día siguiente regresamos al D.F. Día de descanso. Paseamos nuestra resaca por la Colonia Roma en una mañana espléndida.

Nuestras librerías favoritas de América Latina están en Buenos Aires y la Ciudad de México. Aquí El Péndulo y parte de su cuidadísima selección de obras.

Una vez en la Ciudad de México tuvimos ocasión de disfrutar de un día de descanso. Por la mañana paseamos por la Colonia Roma (lugar en que el hemos pasado largas temporadas) dejándonos llevar por la armonía de sus plazas, calles y gentes.

Por la tarde fuimos al Bosque Chapultepec, que es uno de los pulmones de la Ciudad de México y un lugar muy querido por todos los defeños. Antes no pudimos evitar dejarnos caer por una de las librerías El Péndulo cuya selección de obras es tan buena que se convierte en una trampa mortal.

Tras una breve comida terminamos la tarde en el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo. Nos espera una intensa semana llena de entrevistas y acciones de promo que culminará con la actuación de la banda en el Festival Vive Latino, la cita rockera más importante y masiva de América Latina.