Guillermo del Toro abre su cueva de los horrores a todos los públicos
El realizador mexicano abrirá las puertas de su Bleak House
Solo él podía confirmar la noticia. En Twitter y con letras mayúsculas, Guillermo del Toro anunció lo que ya se venía comentando en los foros culturales de Los Ángeles. Por fin el realizador mexicano abrirá las puertas de su cueva de los horrores, su llamada Bleak House, a todos los públicos. Es su lugar más personal, allí donde reúne aquellas criaturas que han alimentado su creatividad y los monstruos nacidos de su razón. Un lugar en ocasiones pequeño incluso para la extensa colección de libros y parafernalia acumulada por el genio de Guadalajara. De ahí que más que abrir las puertas de su casa el director de Pacific Rim, Crimson Pike, El laberinto del fauno o Cronos esté dispuesto a trasladar su mansión del terror a las salas del Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, más conocido por sus siglas en inglés, LACMA. Como resumió el realizador en menos de 140 caracteres: “Jul-Nov, LACMA tendrá una exposición de mis cosas de cine + 500 piezas del Bleak House”.
Su anuncio incluyo así las fechas, de julio a noviembre en Los Ángeles, mientras que un segundo tweet añadía un itinerario que hará felices a sus seguidores por todo el mundo ya que después del LACMA la exposición viajará a Minneapolis (EE UU), Toronto, Ciudad de México, Barcelona, París y Nueva York.
El germen de lo que el próximo julio será una realidad nace de la fusión de dos grandes colecciones, la de Tim Burton y esa que el director mexicano ha convertido en su hogar desde que se estableció en Los Ángeles. La iniciativa se inspira en Burton dado el éxito que tuvo en el LACMA la exposición itinerante dedicada hace unos años a la figura del autor de Edward Scissorhands o Alice in Wonderland. Todavía de gira desde su inauguración en 2009 en el MoMa neoyorquino, la exposición de Burton fue algo más que un acercamiento al icónico realizador. Su alcance reivindicó la figura de un director que es ya parte de la cultura popular internacional.
La exposición dedicada ahora a la obra y los monstruos de Guillermo del Toro tiene ese mismo espíritu. Sin que se haya anunciado por el momento quién será el comisario encargado de la exposición, su alcance se espera que sea todavía mayor dada la confluencia de dos mundos en este realizador: el universo cinematográfico universal del que se amamantó y el mundo hispano que le parió. Como le gusta recordar en sus tweets, del Toro es un hombre lleno de dicotomías donde conviven Tin Tan y Cantinflas con Jack Kirby y Stan Lee; el Santo y el Blue Demon; Pedro Infante con Jorge Negrete; King Kong y Godzilla. Uno de los cuatro cineastas, junto con sus amigos y compañeros Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu y el director de fotografía Emmanuel Lubezki, que encabezan una generación que marcó un antes y un después en la cinematografía mexicana como han demostrado sus éxitos tanto en México como los que abrieron su carrera al resto del mundo y que en algunos casos hicieron historia en Hollywood.
Del Toro tiene además otra visión de lo que es ser un cineasta. “Los directores somos como urracas, que vamos por el mundo robando esos pequeños tesoros dorados que hacemos nuestros y colocamos en nuestro nido para que otros lo vean”, describió recientemente a este periódico. Un coleccionismo ideal para esta exposición donde el director mostrará parte de esos pasillos que conducen a las habitaciones de Dickens o a las dedicadas a Mary Shelley, o al corredor Nosferatu, al sofá de Frankenstein y su novia, a los esqueletos tamaño real del jardín al estilo de Ray Harryhausen o a esa reproducción de Linda Blair en The Exorcist que ve todos los días la televisión a su lado. Porque como dice Del Toro, su casa es una extensión de quién es. Y ahora la exposición del LACMA ofrecerá a todo el que quiera la posibilidad de ser su huésped.
Babelia
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