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Soledad Vélez, la amazona que vino de Chile

La cantante publica 'Dance and Hunt'. Estrenamos una canción de su nuevo álbum

Una mujer alta, con la tez blanca y el pelo revuelto por el viento sostiene un fusil con las dos manos. Viste de negro y en su mirada no se descifra si está a punto de disparar o por el contrario, ya lo hecho. La fémina en cuestión, muy sobria, permanece inmóvil en un paisaje campestre y algo deshidratado en el que se advierte que la calma es un estado transeúnte. Soledad Vélez (Chile, 1988) es la amazona que protagoniza esta imagen incluida en el libreto de su nuevo y tercer disco, Dance and Hunt.

Este álbum, que se estrena el próximo 11 de marzo, contiene dos novedades notables. La primera, el estreno de Vélez en la mítica discográfica Subterfuge. La segunda, es la sepultura que le ha dado a su sonido folk para comprometerse con la electrónica y darle todo el protagonismo a los sintetizadores.

La artista chilena ha facturado un repertorio -compuesto y producido por ella misma- en el que lo instrumental casi tumba a la prosa conceptual que gobierna cada una de las nueve canciones del LP. Buen ejemplo de ello es You have no choice with me, un tema compuesto por un solo verso. Porque, tal y como relata Vélez, su intención no es contarle su vida a la gente sino transmitir “historias abstractas”. En esa abstracción está la naturaleza, la oscuridad y las fieras con las que se lleva relacionando desde el principio de su carrera y que ha reflejado en los títulos de trabajos: el EP Black light in the forest, 2011 [Luz negra en el bosque]; Wild fishing, 2012 [Pesca salvaje] y Run with wolves, 2012 [Correr con lobos].

La sobriedad de la amazona.
La sobriedad de la amazona.

A pesar de que Soledad Vélez hace de su música un amasijo de sensaciones que no se precisan, con su vida sí tenía claro lo que quería hacer. Con apenas 19 años dejó la carrera de arquitectura y se marchó de Chile para construirse un porvenir ligado a la música. Su primera opción fue Argentina, pero finalmente recayó en Valencia en 2011 alentada por un amigo con el que tenía un proyecto musical que, finalmente, se diluyó. Dice que ha sido tajante y fiel a su pensamiento: “Toda mi familia intentó convencerme para que no lo hiciera, que no me fuera porque era una locura. Fue muy difícil al principio pero con el tiempo se relajaron y ahora hay muy buena relación”.

Lo que en un primer momento pudo parecer insensatez a ojos de su familia, con el tiempo ha resultado ser determinación. Reconoce que se ha hecho a sí misma y que eso le ha ayudado a la hora de capear “actitudes paternalistas” y “algún episodio machista en alguna sala con algún técnico” por ser, tal y como relata, mujer y joven. A pesar de que se muestra sosegada en la conversación, se intuye que dentro de Soledad Vélez habita una guerrera inconformista que, apenas ha publicado un nuevo disco, ya está pensando en el siguiente.

Fechas de presentación de Dance and Hunt

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