La vida del Che a golpe de viñeta
Sale a la venta la novela gráfica basada en la biografía de Guevara escrita por Jon Lee Anderson e ilustrada por José Hernández, que reconstruye la historia del guerrillero
Ernesto Guevara zarpó del puerto mexicano de Tuxpan, rumbo a la Historia, en medio de un mar embravecido y oscuro, como el océano de tinta vertido en la infinidad de escritos que narran su odisea vital, lo beatifican y lo denuestan. Los hechos del icónico revolucionario argentino son mundialmente conocidos. Pero nunca será lo mismo conocerlos que estar ahí y verlos; observar de cerca a Guevara en Sierra Maestra en el instante en que un disparo le atraviesa el cuello, respirar en Buenos Aires la angustia de su madre por no tener noticias de su hijo o escudriñar el rostro del guerrillero al ser nombrado por primera vez “comandante Che”. Crear esa sensación de ser testigo directo de los acontecimientos es lo que persigue la novela gráfica Che. Una vida revolucionaria, del periodista estadounidense Jon Lee Anderson y el dibujante mexicano José Hernández.
Publicada por la editorial Sexto Piso, la obra, cuya primera parte sale a la venta el lunes, es una trilogía basada en la biografía de Anderson sobre el guerrillero, que vio la luz en 1997. Este reportero es una de las personas que mejor conocen al Che. Ha tenido acceso a sus diarios personales y ha entrevistado a sus familiares. Fue quien sonsacó al ejecutor de Guevara la ubicación de los restos del guerrillero, hasta entonces desconocida. “Siempre hay cosas por desentrañar de la vida de alguien”, comenta Anderson por correo electrónico, “pero la esencia del Che está ahí”, en la novela gráfica.
El primer volumen que llegará a las librerías será en realidad la segunda parte de la trilogía, y se titula Los años de Cuba. Los autores decidieron empezar por ahí por la importancia que este periodo tuvo en la historia del Che. Los otros dos tomos, aún sin terminar, abordarán el viaje de un joven Guevara por Centroamérica y su viaje final a Bolivia. Los autores prevén culminar la trilogía en 2017, cuando se cumplen 50 años de la muerte del Che.
“La idea no era hacer meramente una biografía ilustrada, sino adaptar la gran historia de Anderson, para contar un relato más íntimo, más personal de Ernesto Guevara, más allá de fechas y de los hechos históricos”, comenta Hernández. A través de innumerables trazos y colores este ilustrador plasma, con pulso realista, figuras, fondos y contornos; y también muestra que es posible dibujar el zumbido de una bala, el olor de un habano humeante o el sentimiento que barrunta un ser humano cuando la muerte le toca el hombro.
El hecho de que los principales protagonistas sean, en su mayoría, personajes históricos e icónicos del siglo XX —como es el caso no sólo del propio Che, sino de Fidel Castro, Nikita Kruschev o Richard Nixon—, “presenta el reto de recrear sus encuentros, pláticas y momentos en que se desenvolvieron, de la forma más verosímil, sin caer en panfletos, lugares comunes o clases de historia”, explica Hernández.
Ambos autores creen que este formato puede ser atractivo para nuevas audiencias, especialmente para los jóvenes de hoy, a pesar de que el contexto en el que viven dista de las circunstancias en las que se forjó el Che. A algunos relatos no les afecta el tiempo, y el tiempo no altera algunos destinos. Eso cree Anderson, que piensa que el sino de Guevara hoy no sería muy diferente al de ayer: “En un mundo convulso e injusto, donde hay un Trump como candidato a la presidencia en Estados Unidos, pero también un subcomandante Marcos que aún vive una vida de resistencia en la selva de Chiapas —en un país tan desigual, corrompido y violento como México— el Che, si renaciera hoy, volvería a ser el Che”.
Babelia
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