“En México es difícil ser soltera y vivir sola a los 40”
La ilustradora mexicana Idalia Candelas retrata la belleza de mujeres solteras en la intimidad de sus casas
Idalia Candelas quería dibujar la soledad y acabó dibujándose a sí misma. La ilustradora mexicana quiso reivindicar el placer de la soltería femenina contra los prejuicios que, según cuenta, abundan en su país: "En México es difícil ser soltera y vivir sola a los 40. Se ve mal". Esa es su historia, pero también la de las chicas que aparecen en su obra. Como si pudiéramos observarlas en la intimidad de sus casas desde una mirilla, la artista nos muestra mujeres que desayunan en ropa interior, que fuman relajadamente en la cama o se secan al salir de la ducha. "Conviven en soledad pero no sufren, no están deprimidas. Se sienten seguras y disfrutan de su propia compañía", explica Candelas.
La artista empezó a dibujar hace un año y medio y en pocos meses se ha convertido en un fenómeno viral. Tiene casi 30.000 seguidores en Instagram, sus dibujos corren por Twitter y Facebook y su libro, pensado para que lo comprara su familia y amigos, se agotó en poco tiempo. La serie de ilustraciones forma parte de A solas (Edgar Clement Editor, 2015), que tendrá una nueva edición para hacer frente a la "sorprendente" cantidad de pedidos de todas partes del mundo: Grecia, Polonia, Sudáfrica, son algunos de ellos. La autora reconoce que la mayor parte de su éxito viene de fuera de México: "Creo que hay muchas mujeres mexicanas que se sienten identificadas con mis dibujos. Pero la mayoría de mis seguidores, como un 80%, son extranjeros".
Quiso plasmar la soledad con lápiz, tinta y acuarelas, porque era lo que había vivido durante ocho años en la Ciudad de México. "Me gusta pensar en todas las posibilidades que ofrece este tema, que por mucho que se intente evadir, cada vez es más común en nuestra sociedad", explica la autora. De esa reflexión nace el nombre de la serie Soledad Posmoderna. "Una puede estar conectada con mucha gente por Internet, pero sola en su casa", resume.
La ilustradora mexicana quiso reivindicar el placer de la soltería femenina contra los prejuicios que, según cuenta, abundan en su país
Entre sus referencias destaca a Silvana Ávila, una ilustradora mexicana y Paula Bonet, española. Cita nombres de mujeres aunque reconoce que no lo tienen fácil en su país. "Si quieres vivir de esto tienes que diversificarte", explica. Esto es, crear tu marca y una tienda online para vender tus ilustraciones de diferentes formas, en camisetas, tazas o dar clases. "Se gana más trabajando en el extranjero, en España, Estados Unidos o Japón. En México es más difícil", cuenta.
Toda su vida le habían dicho que dibujar no le iba a llevar a ninguna parte. "De eso no puedes vivir", recuerda Candelas. Hace un año y medio esta diseñadora gráfica cerró su empresa para hacer lo que realmente le gustaba. A principios de este mes, tuvo que enfrentarse a una situación en Facebook que le transportó a su niñez: "La semana pasada alguien me dijo que mis dibujos eran horribles y que no entendía cómo le podían gustar a alguien (...) la cosa es estar uno tan seguro de lo que quiere, que tiene que aprender a quitarse lo que estorba y echar toda la leña al asador. Yo me tardé mucho, pero ya no doy un paso atrás. Si ustedes están en algo que quieren con pasión ¡Háganlo sin miedo!", apuntó.
"Gracias, porque ilustraste mi vida", le han llegado a decir y ella lo cuenta orgullosa. Su fama le ha llegado demasiado pronto, no se lo esperaba. Después de la soledad, le gustaría retratar la nostalgia. Está preparando una serie dedicada a los recuerdos, se llamará Espacios Vacíos. Y las grandes editoriales ya están llamando a su puerta.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.