Los nuevos usos familiares
La comedia ‘Maggie’s plan’, de Rebecca Miller, ironiza con las artimañas de una chica para que su marido vuelva con su primer esposa
Hace ya años que Rebecca Miller (Roxbury, 1962) soltó lastre. La hija del dramaturgo Arthur Miller y de la fotógrafa Inge Morath buscó desde joven su propia voz. Primero a través de la escultura y de la pintura. Después como actriz. Finalmente como escritora y directora. Conoció a su marido, Daniel Day-Lewis, cuando el actor y su padre charlaban preparando El crisol, una versión de Nicholas Hytner de Las brujas de Salem. Así que Rebecca Miller ha vivido siempre rodeada de monstruos creativos a su alrededor.
Algo de eso (la necesidad de tu propio espacio vital) hay en su nueva película, Maggie’s plan, una comedia a la estela de Woody Allen y Noah Baumbach, que uno ve, se ríe y olvida. Estrenada en Toronto en septiembre y tras su paso por el festival de Nueva York y Sundance proyectada en la sección Panorama de la Berlinale, la historia funciona a ratos: Maggie (Greta Gerwig) es una joven profesora decidida a tener un bebé por inseminación artificial. Pero se enamora de otro profesor y novelista frustrado, John (Ethan Hawke), que abandona a su esposa (Julianne Moore) e hijos por Maggie. Juntos, tienen una niña. Sin embargo, Maggie descubre que John le cansa tanto como le asfixia vitalmente y decide reconducirle a los brazos de su primera mujer. Al fin y al cabo, ella solo quería tener un hijo.
Greta Gerwig hace de Greta Gerwig. En muy pocas ocasiones –tal vez en La sombra del actor- la actriz se sale del registro que ha creado junto a Baumbach. Hawke pasa por allí y Julianne Moore roba la función al resto con un personaje con ecos al que encarnaba en El gran Lebowski.
Miller llega a su primera comedia tras cuatro dramas. “No teníamos intención de hacer una comedia, pero se dio así durante la escritura del guion. A mí me enganchó esta historia precisamente por los cambios de pareja”, contaba ayer la directora y guionista. La gala de estreno de la película rozó la apoteosis, con gente fuera del Friedrichstadt-Palast pidiendo entradas y dos centenares de fans gritando en la alfombra roja. A los espectadores es a quienes dedica la cineasta el filme: “Para mí es muy importante empezar con la esencia de los personajes y luego seguir con la mecánica de la historia. Intento que todo encaje para el público.
Sobre el tema, Miller contaba: “Habla de las nuevas dinámicas familiares y la necesidad que tenemos de inventar nuestros destinos, pero sobre todo de la responsabilidad que ello implica”. Y explicó que Karen Rinaldi, la coguionista y autora de la historia, vivió una situación parecida: primeras esposas que descubren que las segundas son sus grandes aliadas en la educación de los hijos. Cómico según y cómo.
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