Demián Bichir: “Tienes que ver a Tarantino aunque no te gusten sus películas”
El actor protagoniza junto a Kurt Russell y Samuel L. Jackson 'The Hateful Eight'
La semilla de la unión entre Demián Bichir (Torreón, 1963) y Tarantino se plantó durante la filmación de Machete kills. En el rodaje, el director Robert Rodríguez le dijo al actor mexicano: "Tú eres un actor del tipo de Quentin". Fue casi como una premonición. El creador de Pulp fiction acudió a Rodríguez para que le recomendase un actor que pudiera meterse en la piel de Bob, The mexican, para su último filme. Este le respondió: "Demián Bichir, no lo pienses más y contrátalo", relataba Tarantino, el año pasado, en una rueda de prensa en la Comic-Con de San Diego.
En una gala en la que Bichir y Tarantino coincidieron, el director de Bastardos sin gloria le confesó que llevaba una semana haciendo "un maratón de Bichir", poniéndose al día con sus series y sus películas. "Estoy terminando este borrador de guion. Cuando lo termine, me gustaría mandártelo y si te gusta es tuyo", le dijo Tarantino.
A Bichir, que en 2011 fue nominado al Oscar por su actuación en A better life, le encanta el fútbol. Tanto así que para él fue "emocionante" trabajar con sus "héroes", una sensación similar a jugar con un equipo lleno de estrellas. Es consciente de que Tarantino tiene sus admiradores y detractores, y que con cada película nueva se sirve el debate sobre la mesa, pero no le cabe la duda de que es un "icono": "Aunque no te guste Jorge Luis Borges o Ramón María del Valle-Inclán, pues los tienes que leer, porque son iconos de la literatura. Es lo que pasa con este cineasta, aunque no seas muy afecto a sus películas, lo tendrás que ver si te consideras cinéfilo", explica vía telefónica desde la Ciudad de México.
Pregunta. ¿Qué es lo que valora más de haber trabajado con Tarantino?
Respuesta. Trabajar con Tarantino es una de esas maravillosas fortunas que te regala la vida. Tenía muchas ganas de conocerlo y trabajar con él. Cuando me dio a leer el guion, yo ya estaba muy contento. Pero cuando tuve la oportunidad de decir las frases que escribe, mi felicidad –evidentemente- creció. El recuerdo más cariñoso que guardo de esta experiencia es todo el arranque del proceso creativo, en el que nos juntamos todos a leer, a conocernos, a empezar los ensayos, a empezar a generar ideas, el inicio del desarrollo de los personajes, todo ese proceso fue verdaderamente gratificante.
P. La crítica ha calificado a la película de Tarantino como la más política hasta la fecha...
R. Sin la menor duda. Estoy seguro que sí. A Quentin se lo encasilla como cine gore o violento y yo creo que se pasa por alto el aspecto político que sabe manejar muy bien, de manera muy aguda. Esta es su película más política, ya que habla de temas que se generaron en la Guerra Civil de Estados Unidos y siguen todavía en la mesa de debate. Es sorprendente la vigencia que aplica a la historia. Creo que los grandes admiradores de Tarantino van a encontrar todo lo que aman de él en Los odiosos ocho; y los mismos detractores seguro se van a llevar una sorpresa una vez más. Es un director que avanza constantemente en su propuesta visual y habrá que echarle un vistazo ¿no? Porque aunque no te guste Jorge Luis Borges o Ramón María del Valle-Inclán, pues, los tienes que leer, porque son iconos de la literatura. Es lo que pasa con este cineasta, aunque no seas muy afecto a sus películas, lo tendrás que ver si te consideras cinéfilo.
P. Tarantino se tomó el trabajo de ver casi toda su filmografía...
R. Sí, espero que no toda. Tengo muchos lunares negros por ahí [se ríe], así que espero que no haya visto toda y creo que no vio todo, afortunadamente, y por eso me llamó. Él, efectivamente, se aventó un clavado a muchas de las cosas que he hecho últimamente y gracias a eso recibí la oferta directamente.
'The Hateful Eight' es la película más política de Quentin Tarantino
P. Tuvo la oportunidad de trabajar con algunos de los actores habituales en la filmografía de Tarantino ¿Cómo fue la relación con ellos?
R. Podría haber resultado una pesadilla si no fueran sencillos, cariñosos y generosos, pero así es como son y eso hace mucho más fácil el trabajo. Es muy emocionante trabajar con tus héroes, poder compartir escena con ellos y ser parte de la misma aventura, para mí eso fue, sin duda, un honor.
P. Se dice que tuvo una muy buena relación con Samuel L. Jackson durante el rodaje ¿En algún momento se sintió intimidado por su figura?
R. Yo no creo que haya nadie que no se pueda sentir intimidado por la presencia de Sam Jackson. Es un hombre monumental, es un artista colosal, es un hombre formidable, y corroboro que los grandes artistas son los más generosos, sencillos y amorosos. Sam y yo coincidimos de muchas maneras. Entendimos que teníamos un objetivo en común, que era contar la historia de Quentin de la mejor manera posible. Además, él también se educó en el teatro como yo y también fue otro punto de empatía importante y no solo con Sam. También con Tim Roth porque es otro de mis héroes, el mismo Kurt Russell, gente verdaderamente cariñosa, seguimos en contacto y eso no me había pasado con ninguna película mexicana.
Tenemos que generar mejores historias con personajes para actores latinos o mexicanos
P. ¿Asumió riesgos para interpretar al personaje de Bob, el mexicano?
R. Uno siempre toma riesgos, porque así nos gusta la vida, más emocionante. Uno no puede tomar riesgos como actor si no se tiene a un director atrevido, generoso. Si no tienes a un director valiente como Quentin, de nada sirven los riesgos que uno quiera tomar. Todo lo que está en la pantalla es gracias a eso, a la colaboración constante de Tarantino con sus actores.
P. ¿Pudo tomarse algunas libertades con su personaje?
R. Esa libertad la tuvimos todos porque Quentin la propicia y porque genera un terreno fértil para poder sugerir, para poder inventar. Lógicamente él lleva la batuta, él conduce el barco y por eso las cosas se pueden empapar, ser parejas en un solo tono. Es el tipo de cine que le gusta a Tarantino y que lo ha hecho famoso. Un director de ese calibre no podría ser quien es si fuera un tirano.
P. Los personajes de Tarantino son idolatrados por el público ¿Por qué cree que sucede esto?
R. Una de las grandes virtudes de Quentin es generar historias maravillosas. Crea guiones impecables y en esos guiones siempre hay personajes memorables. A eso me imagino que se debe que la gente se enamore de esos personajes y se les quede en la memoria.
P. Recientemente Tarantino afirmaba que los grandes estudios abusan de su poder y que destrozan la diversidad de las carteleras con sus producciones millonarias ¿Está de acuerdo?
No existe campaña de boicot para los Oscar de este año... Para mí el arte no tiene color
R. Solo Quentin puede opinar sobre eso. A mí me parece que la oferta de cine en el mundo es muy amplia, probablemente no en México. Ojalá pudieran llegar muchas de las mejores películas europeas, pero habrá que pelear por esos espacios. Nuestras propias legislaturas nos deberían representar mejor en ese sentido, tener más espacios, no solo al cine que se genera en otros países, aparte de Estados Unidos, para tener acceso a otras cinematografías.
P. La cancelación de la visita de Tarantino para la premiére en México causó decepción y malestar ¿Le dijo los motivos de esta situación?
R. No. No he tenido contacto con Quentin. Desconozco cuál es la razón de la cancelación.
P. Su nominación a los Oscar en 2011 le abrió muchas oportunidades ¿Cómo ha cambiado su carrera a partir de ese momento?
R. Cuando estás en una vitrina tan amplia, más gente sabe de tu nombre y por curiosidad se tirarán un clavado al trabajo que has hecho y eso puede generar otro tipo de oportunidades.
P. Usted fue el último candidato hispano nominado a los Oscar en 2011. Este año se ha hecho una campaña fuerte para boicotear los premios. ¿Son los Oscar racistas?
R. No existe una campaña de boicot. El mismo Spike Lee ha aclarado muchas veces que él nunca mencionó la palabra boicot. Solo dijo que no iba a asistir y alguien más seguramente se ha sumado a esa idea. Yo no he recibido ninguna carta de nadie convocando a la comunidad cinematográfica o a los miembros de la Academia a no asistir a la ceremonia o a boicotearla. Escribí una columna para la página Deadline, en la que hablaba que para mí el arte no tiene color. Creo que la mejor forma de crear diversidad es desde su origen, cuando se crean los proyectos, cuando se escriben, cuando se producen. Solo así podemos generar mejores historias donde quepamos todos. Tenemos que generar mejores historias en las que existan más personajes para actores latinos o mexicanos, en las que existan también más personajes para actores afroamericanos.
P. Diversos medios especializados consideraban que usted merecía una nominación por su trabajo con Tarantino.
R. Hay cientos de trabajos formidables todo el año en todo el mundo -no solo en Estados Unidos- que no tienen el menos reconocimiento de la industria y eso no los hace menos importantes. Siempre he pensado que la mayor satisfacción que puedes tener como artista es la realización del trabajo que quieres hacer, porque eso es lo único que va a permanecer para siempre. Reduzco todo a la libertad para hacer lo que amas, para hacer el trabajo que haces y poder compartirlo con la mayor cantidad de gente posible. Apenas son cinco nombres los que se pueden nominar cada año, no cabemos todos [se ríe].
P. Refugio ha sido su ópera prima como director ¿Cómo fue estar del otro lado de la cámara?
R. Es una película terminada. Ya no está en mis manos. Se está buscando la mejor forma de distribución, las mejores ventanas posibles y lo quiero volver a hacer, pero no una vez más, sino muchas más, las más que me deje la vida. Es una experiencia que disfruté enormemente, yo sabía que me iba a gustar, pero no imagine que tanto. Lo que me gusta, lo repito. Llámese tequila, llámese cine, un libro, una canción, un beso...
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