Dos mariposas sin arraigo
Fernando Castillo no ha escrito un ensayo al uso, no hay ninguna nota a pie de página que distraiga del 'relato'
Me gusta mucho la expresión del premio Nobel francés Patrick Modiano: esa actriz belga complaciente y sin excesiva suerte y ese judío de origen italiano que prueba fortuna en los años turbios del París de la ocupación, en los años del mercado negro, del enriquecimiento canalla y de la rendición moral de tantos franceses son, dice Modiano, como “dos mariposas sin arraigo”, y lo dice de sus propios padres, Luisa Colpeyn y Albert Modiano. Tintinólogo acreditado —su libro sobre Tintín y Hergé es definitivo en lengua española—, atraído desde su libro anterior (Noche y niebla en el París ocupado) por el París collabo, por el mundo de la colaboración y del oportunismo canalla, Fernando Castillo se debía y nos debía este libro en el que profesa de modianólogo. Si Modiano lleva desde 1968, con pasión de entomólogo, trazando en sus novelas una tupida tela de araña en torno a aquellos años turbios del París collabo, obsesionado por seguir a esas “dos mariposas sin arraigo” (sobre todo al padre), lo que ha hecho Castillo, en estas páginas, ficha a ficha, libro a libro, personaje a personaje, es (re)construir un minucioso puzle modianesco, trazar una suerte de quest coral donde con paciencia de miniaturista encuentra en aquella realidad, en aquel París oku, muchas de las huellas auténticas en las que se ha basado Modiano, en todos estos años, en todas estas novelas; un escritor que ha creado sus ambientes moldeando la realidad y adecuándola a su literatura.
Fernando Castillo no ha escrito un ensayo al uso, no hay ninguna nota a pie de página que distraiga del relato (la abundante bibliografía y el índice onomástico al final), pues relato es lo que cuenta en estas casi 500 páginas que se leen como una novela, y así no es raro que el adjetivo modianesco salte de los libros del Nobel a la propia realidad de aquellos años turbios, y por eso el lector no se sorprende si alguno de los personajes reales que en el texto aparecen resultan ser algo modianescos. Las mujeres que nos perturban en sus novelas son siempre peligrosas, de vida azarosa, con un punto de fatalidad y vocación encanallada. Ya se encarga Castillo de describirnos a algunas de ellas que, en verdad, existieron, ya sean las llamadas Condesas de la Gestapo o actrices sin escrúpulos y exiliadas rusas.
París-Modiano. Fernando Castillo. Fórcola. Madrid, 2015. 520 páginas. 27,50 euros
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