Muere el DJ Guru Josh, que logró un gran éxito con el tema ‘Infinity’
Su tema más famoso, 'Infinity' contribuyó al éxito en el mundo del dance comercial
Paul Walden, músico inglés de Jersey conocido como Guru Josh, ha muerto este lunes 28 de diciembre en Ibiza a los 51 años de edad por causas que no han trascendido, según ha confirmado su representante, Sharron Elkabas al periódico The Guardian. El mayor éxito de Guru Josh fue el tema Infinity (1989), que ha sido remezclado y reinventado hasta hace pocos años, generando gran beneficio económico cada cierto tiempo. El músico tenía 51 años y llevaba varios años viviendo en la isla, donde ha actuado eventualmente y a la que ha estado ligado en diferentes etapas. De hecho, el disc jockey Alfredo Fiorito, una leyenda en Ibiza que acercó la cultura electrónica balear a los ingleses a finales de los 80, ha nombrado en varias ocasiones a Guru Josh al referir cómo el acid house, en aquella época, tomó al asalto Inglaterra.
En realidad, como él mismo ha explicado en su propia web, su participación estuvo motivada por el contexto: “Yo tenía un grupo de rock llamado Joshua Cries Wolf y tocaba por todo Londres, tuvimos un gran número de seguidores y ganamos el concurso de Nescafé Mejor Banda Británica”. “Pero en 1989, la música de baile había despegado, y vi que estábamos en el época equivocada” . Walden abandonó su banda de rock y empezó a montar raves (fiestas ilegales) para 20.000 personas en medio del campo. Llegó a colaborar con músicos entonces de moda –Seal y Adamski, figuras en Europa y adorados en Ibiza- pero acabó creando un personaje para sí mismo, al que llamó Guru Josh. En fiestas para miles de personas como Sunrise o Biology, Josh aparecía con acompañamiento mezclando saxo y computadoras. “Un promotor y y yo promovimos una rave llamado Infinity”, ha escrito en su web. Luego vino el disco con el mismo nombre. Los disc jockeys del momento, le ignoraron. Excepto uno: Mike Pickering, residente en el club más atronador del momento, The Haçienda en Manchester, quizás la discoteca más excesiva y famosa de la mitología de clubes ingleses, y a la que estuvieron ligados –entre otros- los integrantes de New Order.
El apoyo de Pickering convirtió en un referente el disco de Guru Josh, puesto que si él lo apoyaba, es que era brutal. Hay que matizar que Walden estaba incluido en la atmósfera de clubes marcadamente acid house como Haçienda porque la manera de servir en discotecas el acid –que era un estilo sintético, desbocado, narcótico- estaba ligado a otro mucho más ecléctico y sentimental: el balearic beat, un menú ibicenco de músicas diversas con el house primitivo como base, en el que la música orgánica de Josh tenía más cabida. Las tremendas raves que, ligadas al éxtasis, tomaron Inglaterra a finales de los 80 y principios 90 se nutrían de acid, pero también de la emotividad del balearic y de un culto a una especie de comunión psicodélica. Infinity, en cierto modo, hacía accesible para los no iniciados el aroma a todo ese compendio, y él se convirtió en una estrella de un día para otro, del mismo modo que la música de baile electrónica dejaría las catacumbas de la vanguardia para auparse a las listas de ventas. Guru Josh publicó un álbum y se convirtió a la fama. Como el mismo recoge en su web, “Infinity vendió 3 millones, el segundo sencillo del álbum de 2,5 millones, el álbum 900.000”.
Josh fue alejándose del underground hasta convertirse en nombre habitual en sesiones de Euro-dance, una versión accesible y pop de lo que significó la era rave, que a lo largo de los 90 amalgamó a creadores europeos de pelaje muy diverso (pero exitosos). Guru Josh contribuyó realizando versiones comerciales de su mayor éxito, y buscando las audiencias masivas. En otros aspectos, nunca renunció a su parte experimental, puesto que se mantuvo activo en este sentido a través de la innovación en vídeos musicales en los que utilizaba la infografía para crear una suerte de álbumes visuales. También creó una forma de arte de cristal iluminado bajo el nombre de Louie Fabrix.
Su relación con España se establece a través de Barcelona –tuvo un apartamento en el Port Olímpic- y, sobre todo, con Ibiza. Si bien Walden no ha sido una presencia regular en los grandes clubes de la isla, ha montado conciertos en espacios influyentes y muy conocidos a lo largo de los años. De hecho, terminó ligado a la isla de diferentes maneras, ya que utilizó un parapente para hacer de fotógrafo y hasta de promotor de fiestas, entre otras variantes.
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