Mario Casas: “Nunca quiero verme en pantalla. No me soporto”
El actor y Adriana Ugarte charlan con los suscriptores de EL PAÍS sobre su carrera y su película 'Palmeras en la nieve'
En las dos horas y 37 minutos de metraje de Palmeras en la nieve sus dos protagonistas, Adriana Ugarte y Mario Casas, no comparten ni una secuencia. Pero, ¡ay!, cosas de la promoción, todo lo que no se vieron durante el rodaje, lo harán en el periplo de presentación de la película, que se estrenará este viernes 25. Ayer se reunieron para charlar durante una hora con los suscriptores de EL PAÍS en la sala Cuarta Pared de Madrid. El encuentro se enmarca dentro del programa EL PAÍS + y estuvo moderado por el periodista Gregorio Belinchón. "Es una lástima no haber podido estar en el terreno de juego con Adriana, es una de las mejores actrices jóvenes que tenemos", confesó Casas tirando de símil futbolístico. "¡Qué majo!", le correspondió ella.
Hay un motivo para que los dos actores no coincidan en ningún plano. La trama de Palmeras en la nieve se divide en la época la actual y la de los años de colonialismo español (1926-1968) y el nacimiento de la independencia en Guinea Ecuatorial. El guion está basado en el súper ventas de Luz Gabás, que se inspiró en su propia vida para contar esta historia. "Al acabar el primer visionado en la productora estábamos, lógicamente, muy nerviosos. Luz se acercó a nosotros y nos dijo que éramos los personajes perfectos", contó Casas. " Cuando la conocí me advirtió: 'A ver cómo lo haces, que la protagonista soy un poco yo'. Por suerte le ha gustado", bromeó Ugarte.
Adriana es una de las mejores actrices jóvenes que tenemos"
Con un presupuesto de 10 millones de euros, se trata de una de las grandes apuestas de la temporada. Varios colonos españoles visitaron el rodaje, que se llevó a cabo en Canarias, y comentaron al equipo la gran verosimilitud de los escenarios. Casas interpreta a un oscense que viaja hasta Guinea en los 50 en busca de un futuro mejor y allí se enamora de una nativa. Tuvo tiempo de estudiarse su papel, ya que recibió el guion hace tres años: "Me documenté mucho, me sumergí en muchos documentales sobre esa época, leí el libro...". Ugarte prefirió no explorar demasiado en esa época para mantenerse a la par con su personaje, Clarence, que descubre poco a poco aquello que su familia nunca le contó sobre aquella antigua colonia. "Para ella este viaje es una liberación de su coraza".
Para Casas, lo que caracteriza a su personaje, Kilian, es la inocencia y el deseo de ser un africano más. Para prepararse el papel y recuperar esa ingenuidad, el director Fernando González Molina le sugirió ver algunos de sus primeros trabajos en televisión. "Creo que aguanté 30 segundos viéndolo, me daba vergüenza ajena", comentó con gracia el intérprete, "pero fueron suficientes para entender lo que quería decirme Fernando".
Cuando conocí a la autora me advirtió que la protagonista era un poco ella"
El protagonista de A tres metros sobre el cielo y Grupo 7, entre otras, admitió que no le gusta nada ver sus actuaciones. "Nunca quiero verme en pantalla. No me soporto". A González Molina algo sí le tiene que gustar porque ha contado en todas sus películas con Casas como protagonista. "En esta ocasión fue extraño porque nos habíamos dejado hace cuatro años cuando yo hacía de un chico con chupa de cuero que llega en moto (Tengo ganas de ti) y en este tiempo he optado por un camino diferente. He interpretado otros personajes y me he convertido en un hombre".
Ugarte también habló de Julieta, la protagonista de la nueva película de Pedro Almodóvar que se estrenará el año que viene. "Fue un soplo de aire fresco. Pedro es una maravilla, él es cada personaje de la película".
Un divertido Casas se despidió de la audiencia recordando la fecha de estreno. Últimas palabras: "¡Id a verla, es para todos los públicos!".
Babelia
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