Silvia Munt pone voz y rostro al desahucio
El documental 'La granja del Paso' muestra el rostro humano de las estadísticas de los desahucios hipotecarios
Silvia Munt se encontró con un muro. Cuando leyó la noticia de que Dionisio Moreno, un abogado que vive en Martorell, había conseguido del Tribunal Europeo revocar unas hipotecas de gente desahuciada, vio en ello una película de ficción. “Es la historia de un pequeño héroe frente al poder de la banca. Desde que el mundo empieza a cambiar en 2008 para todos, con esa espada de Damocles encima, con una realidad de desgracias que van penetrando en tu vida, la noticia de Dionisio fue una gran alegría”, asegura la actriz y directora catalana. Fue entonces cuando comenzaron las pegas. Era un tema tabú. Ella, que reconoce que, con más o menos dificultades, ha conseguido levantar sus guiones, se encontró con un muro. Fue entonces cuando replegó velas y decidió convertir esa deseada película de ficción en un documental.
La granja del Paso, que se estrena este viernes en las pantallas, pone rostros y voces y vida real a las estadísticas más frías de una realidad trágica, la de los desahucios. Para ello, Munt conectó con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Sabadell, una asociación que surge para enfrentarse de manera colectiva a los problemas de vivienda iniciados con la crisis. La granja del Paso, primer premio de la sección de Tiempo de Historia en la última Semana de Cine de Valladolid (Seminci), es el tercer trabajo documental de Silvia Munt (Barcelona, 1957) tras Lalia, un cortometraje que consiguió el goya en esa categoría y el largo Gala.
“El tema de los desahucios y las hipotecas bancarias es un tema tabú muy fuerte. No me explico como en este país no se puede hablar de ello con la libertad suficiente. La única solución fue irse a las trincheras, y con lo mínimo empezar a rodar”, explicaba Munt, en Valladolid. Y así, con lo mínimo, fue a la búsqueda de las voces y los rostros de esa tragedia que afecta a miles de españoles, en el PAH de Sabadell, donde durante días y días metió la cámara en las asambleas que allí se celebraban. “Quería bucear en las historias humanas que esconden las cifras y las estadísticas. Sin ningún afán de proselitismo, nuestra intención fue la de buscar a las personas y darles la oportunidad de que nos contaran sus casos”, añade la actriz y directora, que se quedó conmocionada con las historias que ha ido conociendo, pero también con la solidaridad –“en mayúsculas”- que nos encontramos allí. “Era una lección diaria para todos”. El documental se centra en una docena de personajes, a las que se les va siguiendo el hilo, desde una economista con carrera, a una pareja de jubilados o a emigrantes de distintas nacionalidades.
La granja del Paso, que ha contado con la colaboración de Daniel Lacasa, desprende, a pesar de todo, un mensaje de esperanza y de dignidad. “La única solución que hay detrás de esta crisis es que la gente se quite la venda de los ojos sobre las mentiras que nos han contado durante todos estos años. Hay que volver a creer en la utopía y volver a luchar contra las injusticias. Es el movimiento ciudadano el que nos hace más libres y más dignos. Para mí este trabajo ha sido una experiencia dura pero muy reveladora”.
Ha sido bailarina y actriz. Ahora en la dirección ha encontrado su verdadero hueco, el lugar en el que expresarse. La satisfacción de Silvia Munt no es una estadística. Se ve en su rostro y su voz.
Babelia
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