Vaziev deja la dirección del cuerpo de baile de La Scala

La tormenta y el creciente clima de inestabilidad imperante en los grandes teatros italianos no paran de dar sobresaltos. Un escueto comunicado del Teatro alla Scala de Milán anunciaba que el director del cuerpo de baile del coliseo milanés, el ruso Majar Vaziev, después de haber firmado una ampliación extraordinaria de su contrato desde septiembre pasado hasta julio de 2018, abandonaba su puesto para ocupar el de director de la danza en el Teatro Bolshoi de Moscú, en sustitución de Serguei Filin. El comunicado destaca que la alta dirección milanesa se ha enterado a su vez de la partida de Vaziev por otro comunicado del teatro moscovita, aclarando que la modificación de su contrato con La Scala se produjo el 3 de septiembre pasado, lo que era una de las apuestas de continuidad del nuevo director artístico, Alexander Pereira.

Tanto en Milán como en Moscú se especulaba con la salida de Filin del Bolshoi y entre otros nombres, sonaba el de Vaziev, pero su ampliación de contrato lo había sacado de la lista de favoritos. Filin ya había expresado su deseo de abandonar el puesto de Moscú, en el que siguió tras el atentado con ácido que le dejó prácticamente ciego y por el que ha tenido que sufrir múltiples operaciones en un centro especializado de Alemania.

El cierre de los cuerpos de baile estables de la Arena de Verona y del Mayo Musical Florentino, las pugnas sindicales alrededor de una racionalización de la plantilla del coro y la orquesta de la Ópera de Roma, los recientes nombramientos de Eleonora Abbagnato como directora del ballet en Roma y de Paolo Pinamonti como director artístico del Teatro San Carlo de Nápoles, tras abandonar un contrato vigente con el Teatro de La Zarzuela de Madrid, son algunos de los titulares que no dan respiro al sector de la lírica y el ballet en Italia. De todos, el nombramiento de Abbagnato en la Ópera de Roma ha sido el mejor recibido.

Por su parte, Vaziev había sido duramente criticado por la prensa italiana por sustituir el ballet Cascanueces de Rudolf Nureyev, desde hace años en el repertorio de La Scala, por la versión de Nacho Duato, con una costosa nueva producción que no ha gustado prácticamente a nadie y que volverá al cartel en febrero de 2016.

La última propuesta de Vaziev en Milán, una reconstrucción filológica de La bella durmiente (Chaicovski/Petipa) encargada a Alexei Ratmanski y protagonizada por Svetlana Zajárova, tampoco logró un consenso de la crítica.

El comunicado de La Scala ratifica que todos los títulos anunciados de la temporada se mantendrán, y que el sobreintendente y el director artístico principal ya están evaluando a los posibles candidatos.

El baile de nombres en Milán está servido y resaltan cuatro: el suizo Heinz Spoerli (Basilea, 1941) de quien La Scala estrenó recientemente una obra sobre Bach, y tres estrellas de la casa: Alessandra Ferri Massimo Murro y Roberto Bolle, el más mediático de los bailarines italianos de hoy y quien más puntos suma para el puesto.