Jugando en el bosque de Arden

Oriol Broggi (Barcelona, 1971), probablemente el creador más vitalista del teatro catalán en la actualidad, una verdadera espita abierta que desborda ideas y formas nuevas (y éxitos), quería montar Como gustéis, de Shakespeare, para el fenecido festival barcelonés consagrado al Bardo. Pero la desaparición de la cita y la constatación de que la obra tampoco acababa de servirle del todo para decir lo que tenía ganas de decir le han llevado a una de las propuestas escénicas más singulares de la temporada. Bajo el título de Al nostre gust, él y su compañía La Perla 29 han hecho exactamente eso: a nuestro gusto, un como gustamosque parte vagamente de la obra shakespeariana para adentrase por caminos sorprendentes y arriesgados en el bosque de Arden.

El espectáculo (de una hora y 45 minutos), cuya autoría firma el propio Broggi, al igual que la dirección, la escenografía y las luces, supone una especie de popurrí de escenas, momentos, frases o simplemente ideas del gran teatro universal (con mucho de lo que ha montado el mismo director: Antígona, El rey Lear, Hamlet). Eso significa que unos actores puede estar haciendo la escena de Hamlet y los enterradores y, de repente, se entrecruza el texto de La vida es sueño;</CF> o se mete en el discurso de Marco Antonio en Julio César el Roberto Zucco de Koltès; o Molière, Ibsen, Chéjov, Mouawad, Sarraute, Calders, Sanchis Sinisterra… Incluso hay un fragmento de un artículo del crítico Marcos Ordóñez.

¿Un batiburrillo? ¿Una locura? Lo cierto es que, a tenor del vídeo que ha colgado ya La Perla 29 en YouTube, en realidad se trata de una genialidad que te deja con la boca dibujando una gran “o” de asombro. Apasionada reivindicación de la aventura escénica, del actor y de su trabajo, del teatro como expresión esencial de la vida, Al nostre gust se estrena el martes 10 en el espacio de La Perla 29 en la Biblioteca de Catalunya, ese espacio que se compara con el Lliure de Gràcia de finales de los setenta y los ochenta por su capacidad de poesía, riesgo e innovación.

“La obra es un compendio de cosas”, explica Broggi en el bar del teatro tomando un Kas de naranja y recién salido de la ducha, mientras prepara su pipa. “Quería hacer un Shakespeare, pero tenía dudas sobre cuál. Y al final pensé: ¿y si hago A nuestro gusto, algo que mezcle Shakespeare y todas las otras muchas cosas que me sugiere? Me dejé ir por esa idea y fui mezclando trozos. Y lo que ha salido es un homenaje al teatro que encadena de forma personal y aleatoria distintos materiales teatrales, sobre todo ideas. El hilo conductor son unos comediantes perdidos en un lugar extraño, en el escenario. Y que van diciendo esos textos, frases, diálogos, palabras —de obras de teatro y también de alguna película, como Fanny y Alexander, de Bergman, o Candilejas, de Chaplin— cuyo sentido deja de ser el original al fundirse con otros de otras obras. Ha sido como hacer una obra de teatro con las cosas que te gustan más, sin todas esas otras que siempre te resulta complicado solucionar”.

El objetivo es provocar emociones directas en el espectador. Broggi trata de hacerlo desbordando las formas y desde una pasión que roza la vehemencia. “Sí, me gusta; la idea es ‘esta noche es un regalo, vivámoslo juntos’, dejándose llevar. Tengo muchas ganas de hacer cosas que no sé lo que son. Noto que el espectador tiene el deseo de cosas nuevas, y este espacio da mucha libertad. Me es fácil arriesgarme aquí, más que en el Lliure, en el Teatre Nacional o los teatros de Focus; aquí el público además es muy cómplice. Pero en la temporada haremos otras cosas más canónicas. No solo hacemos teatro loco”.

Broggi recalca que ha sido fundamental contar con actores muy buenos. “Han entendido de qué íbamos, que han de mezclar actor y personaje”. Van vestidos un poco estrafalarios, con el atrezo de otros espectáculos: la camisa de Cyrano, el abrigo de Hamlet... Y van viajando por palabras y sentimientos. ¿Qué queda del Como gustéis original? “La idea de esa gente que huye al bosque de Arden, matriz de la fantasía, en el que alguien ha colgado textos en los árboles, y queda algún monólogo, y los cambios de género y los disfraces. Queda el juego del bosque de Arden”.

El espectáculo va dedicado en su subtítulo “a las víctimas de la esperanza y el optimismo”. ¿Referencia a la actualidad? “Todos estamos decepcionados de alguna manera, pero no por algo de ahora, sino porque la vida camina hacia la muerte”.

Broggi admite que con La Perla 29 han creado una poética propia reconocible. “Sí, todo tiene una melancolía, un ritmo, un sonido, una luz... este espectáculo es particularmente poético”. La música (una sonata de Mozart, la Troba Kung Fú, el cabaré gitano de The Tiger Lillies) juega un papel importante en Al nostre gust que se empapa de una especial textura emocional. “Es un juego de palabras, música y sentimientos”, sintetiza Broggi.