Generosa puerta grande para Lea Vicens en la despedida de Bohórquez
Alberto López Simón cortó dos orejas en la segunda y última corrida de la feria de Jaén
La amazona francesa Lea Vicens salió a hombros en la última corrida de la feria del Pilar de Zaragoza, en la que se le concedieron con mucha generosidad las dos orejas del sexto toro, la misma tarde en que el rejoneador jerezano Fermín Bohórquez se despidió de los ruedos.
Con casi lleno en el octavo y último festejo de abono, se lidiaron seis toros, reglamentariamente despuntados para rejoneo, de la divisa de Fermín Bohórquez, bien presentados y, salvo el quinto, de buen juego en conjunto.
Fermín Bohórquez: dos pinchazos y rejonazo contrario (palmas); cinco pinchazos, dos rejonazos contrarios y tres descabellos (vuelta al ruedo tras aviso).
Hermoso de Mendoza: medio rejonazo contrario, dos pinchazos y rejonazo contrario (gran ovación); medio rejonazo contrario, rejonazo desprendido y descabello (ovación).
Lea Vicens, rejonazo trasero desprendido y cinco descabellos (ovación); rejonazo caído (dos orejas). Salió a hombros.
Se prometía una tarde de emociones en la despedida de un veterano y gran rejoneador como es el jerezano Fermín Bohórquez. Y todo parecía estar preparado para ello al ver cómo, uno tras otro, los toros de la ganadería familiar daban muy buen juego para los caballos toreros.
Pero la única y decisiva traba a la alegría completa fue que los tres jinetes fallaron con los aceros de muerte, lo que en esta especialidad de toreo siempre se paga con la pérdida de trofeos, por muchos méritos que se hayan hecho.
Por eso mismo, porque mató a la primera al último toro, la amazona francesa Lea Vicens fue la única que ‘puntuar’ en el cierre de la feria zaragozana, aunque las dos orejas que avalaron su salida por la puerta grande no dejaron de ser un premio demasiado generoso.
Contó también para ello la que se podría considerar como ‘discriminación positiva’ del público, y por esa simpatía que, por el hecho de ser mujer, la francesa provocó en los tendidos más allá de sus aciertos o sus fallos, que hubo más de los últimos.
En la primera parte de la faena premiada, la rejoneadora gala estuvo tan imprecisa y clavó con tan escaso ajuste como lo hizo ante su primero, un toro que se quedó muy entero con un sólo rejón de castigo y con el que pasó apuros para lidiarlo. Tiró de desparpajo y adornos para la galería, y en el último tramo de esa última faena, más centrada ella y más templado aún el enclasado toro, llegaron sus mejores y más ajustados embroques con las banderillas, aunque no tantos como para merecer el doble trofeo.
También estuvo muy desacertado con los hierros de muerte el veterano Bóhórquez, que no pudo tener así una despedida exitosa. Pese a su experiencia, el jerezano acusó ciertos nervios con su primero, traducidos en varios fallos al clavar. Pero mejoró mucho su actuación con el de la despedida, un serio, bonito y bravo toro de su casa. Se vio entonces ese estilo clásico de Bohórquez, el que siempre le identificó, pues se dejó venir al toro a cada encuentro con todas la ventajas para el animal para clavar con sobriedad y elegancia. Y hubiera conseguido algo más que una cariñosa vuelta al ruedo de no haberse precipitado a la hora de matar, con una ansiedad emocional que en nada le benefició en esta última aparición pública como rejoneador.
Las faenas más compactas, meritorias y brillantes de la tarde se las hizo a sus dos toros el navarro Hermoso de Mendoza, que tuvo que ser atendido en la enfermería antes del paseíllo por un corte en uno de los dedos de la mano derecha. Aun así templó al milímetro las embestidas de su primero, al que también clavó banderillas con magistral perfección antes de que el toro se afligiera y él fallara con el rejón de muerte.
Un distinto, pero no menor, mérito tuvo su faena al quinto, que se paró pronto y le obligó a poner toda la carne en el asador, provocándolo muy en corto con sus caballos, menos con un debutante que no le dejó matar con prontitud.
Alberto López Simón triunfó en el cierre de Jaén
El diestro Alberto López Simón, tras cortar dos orejas, ha sido el triunfador de la segunda y última corrida de la feria y fiestas de San Lucas en Jaén, en la que se midió, mano a mano, con El Fandi.
Con algo menos de media entrada en tarde amenazante de lluvia, se lidiaron toros de distintas ganaderías, el primero de Peña de Francia, segundo y tercero de Jandilla, cuarto y quinto de El Pilar y el sexto de Hermanos García Jiménez, bien presentados aunque desiguales de hechuras. El mejor, el lidiado de Jandilla en segundo lugar, al que se le pidió el indulto y fue fuertemente ovacionado en el arrastre.
David Fandila El Fandi: ovación con saludos, oreja y ovación con saludos, y Alberto López Simón: dos orejas tras aviso, gran ovación tras aviso y ovación de despedida tras aviso.
Babelia
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