El terror con secta de ‘The invitation’ triunfa en Sitges

Una reunión de viejos amigos va virando hacia la pesadilla en The Invitation, de Karyn Kusama, el perturbador aunque no especialmente atrevido trabajo que encabeza el muy repartido y heterogéneo palmarés de esta 48 edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges en calidad de mejor película. El jurado formado por el director Javier Ruiz Caldera, el actor Carlos Areces, los productores Jarod Neece y Fernando Ronchese y la ensayista, programadora y editora Kier-la Janisse ha decidido apostar por este modesto ejercicio de terror indie firmado por la directora que debutó con Girlfight (2000) y se acercó a lo fantástico en las posteriores Aeon Flux (2005) y Jennifer's Body (2009).

El protagonista de The Invitation recibe una carta de su ex pareja, de la que se separó tras la traumática muerte del hijo de ambos, en la que le invita a una cena entre amigos: en el curso de la velada, se sabrá que ella y su nuevo compañero han encontrado un alivio a la pérdida en el seno de una secta basada en un peculiar ideario sobre la gestión del dolor. Una película pequeña y eficaz, pero no sobresaliente, que se ha llevado el gran premio pese a competir con nombres de tanta relevancia como los de los japoneses Takeshi Miike, Sion Sono y Kiyoshi Kurosawa, el tailandés Apichatpong Weerasethakul o el belga Alex Van Warmerdam, que triunfó aquí en 2013 con Borgman.

The Final Girls, de Todd Strauss-Schulson, quizá la película que más se ajustaba como un guante al espíritu dionisíaco del festival, ha sido merecedora de una mención especial del jurado y del premio al mejor guión. No es la única que, a diferencia de la triunfadora, se ha llevado más de un premio en el reparto: el debutante S. Craig Zahler ha sido considerado el mejor director del certamen por su western Bone Tomahawk, trabajo que ha recibido, asimismo, el premio de la crítica José Luis Guarner. Pili Groyne, la niña protagonista de la excéntrica comedia metafísica El nuevo nuevo testamento, recién estrenada en salas, ha merecido la distinción a la mejor interpretación femenina. Este regreso a la buena forma por parte del belga Jaco Van Dormael obtiene también el codiciado y prestigioso Méliès de plata a la mejor película fantástica europea. Homenaje al cine de los 80 en clave de aventura ciclista adolescente y post-apocalípica, la co-producción candiense-neozelandesa Turbo Kid ha hecho otro doblete: mejor película según el jurado joven y premio del palmarés oficial a la mejor banda sonora.

Joel Edgerteon, que fue el Tom Buchanan en El gran Gatsby (2013), de Baz Luhrmann, y el Ramsés del Exodus (2014), de Ridley Scott, ha sido, en consideración del jurado, el mejor actor por un papel escrito y dirigido por él mismo en el que es su primer largo como director The Gift. La adaptación de un manga con zombis -I'm a Hero, de Shinsuke Sato (mejores efectos especiales)-, una vuelta de tuerca al mito judío del dibukk -Demon, de Marcin Wrona (mejor fotografía)- y un relato post-apocalíptico -The Survivalist, de Stephen Fingleton (mejor director novel)- completan el palmarés.

Entre las distinciones otorgadas en las secciones paralelas destacan el premio al mejor documental por Lost Soul. The Doomed Journey of Richard Stanley's Island of Dr. Moreau, de David Gregory (mejor documental), la delicadeza de Miss Okusai, de Keiichi Hara (mejor película de animación) y el terror claustrofóbico de la tan inteligente como irrespirable Anabel, del crítico Antonio Trashorras (mejor película en la sección Noves Visions Plus).

Into the forest, de Patricia Rozema, pesadilla apocalíptica en bucólico ambiente rural con poco sutil mensaje anti-abortista en su interior, clausuró un certamen al que le hubiese venido bien matizar su desbordamiento de programación concentrando sus mejores títulos, en lugar de ocultarlos en su laberíntica programación. Los silbidos de la prensa sirvieron de acompañamiento a la proyección de la película de Rozema en su sesión matinal.