Conciertos para regalar maquetas
Muchachito Bombo Infierno avanza su próximo disco en directo desde hoy en Barcelona
No se le pueden hacer preguntas porque su conversación es torrencial, la propia de alguien nacido y criado artísticamente en un bar. Jairo Pereira, 40 años ya, no es nadie, pero como Muchachito Bombo Infierno es uno de esos artistas que está reescribiendo su oficio. “Chico, cuanto más tiempo llevo en esto menos entiendo cómo funciona”, dice. Y, tras contar una anécdota de un concierto en Nueva York, afirma que hace muchas actuaciones porque en el fondo trabaja "para trabajar, para seguir tocando”. Dispara conversaciones como agua un torrente y cuesta fijarle en el terreno. “No te extrañe, cada día me tengo que mover más y viajar más lejos para seguir actuando”, responde no se sabe bien a qué pregunta. Ahora, para seguir trabajando, se ha inventado un nuevo formato: regalar en concierto una maqueta de lo que será su próximo disco, el cuarto de su carrera, primero tras cinco años de silencio. Hoy comienza en Barcelona y seguirá tocando por España hasta mediados de diciembre.
Y lo hace en solitario, con su bombo que ya no es bombo, ni un palé, ni una caja de madera como antaño: “La madera pesa mucho, ahora uso una caja rectangular de metacrilato que debajo lleva espuma. Es como dar con un cojín gordo en la pared, se produce sonido y luego una cola de graves. Lo inventé grabando con G5, lo he querido patentar pero es un rollo”. Toca esta caja con el pie derecho y con el izquierdo, calzado con zapato de claqué, otra superficie: bombo y caja con los pies. ¿Y la guitarra y el bajo? Este lutier cruzado con Pepe Gotera tiene la solución: “En la parte acústica del concierto no hay problema, pero en la eléctrica sí. He tenido que ensayar para tocar solo. Las tres cuerdas superiores de la guitarra pasan por un octavador y por un ampli de bajo. Las tres de abajo van a un ampli de guitarra. Así hago a la vez bajo y guitarra, el primero suena por transistor y la segunda por válvula. Y el rimo con los pies”. Fácil imaginar la posterior ristra de anécdotas sobre viajar con cojines y microfonar gomaespuma.
La cuestión es que habiendo dificultades para actuar, Muchachito hace una gira para presentar una maqueta y cuando salga el disco hará otra gira. “Mira”, dice riendo, “quería dar a conocer las canciones y la mejor forma es hacer conciertos como si estuviese en mi local grabando la maqueta en directo. Las canciones toman una forma cada día, es la libertad que busco. Además así pago a personas que ya han trabajado para el futuro disco, que ya tiene cosas avanzadas. Esto no es crowfunding o como se diga, es triunfanding, estoy chapado a la antigua, no me gustan los patrocinadores”.
¿Qué cómo será el concierto?, se pregunta antes de ser preguntado, “pues durará más de dos horas y media y tocaré Ojalá no te hubiera conocido nunca. En Latinoamérica hay decenas de versiones de esta canción, por bachata, por reguetón….y nadie me ha pedido permiso…..me da igual”. Afirma que ya no toca con toda la banda: “Porque la burocracia te ahoga y nadie ayuda a quien da trabajo, sólo te cae papeleo”. Y acepta que la falta de medios dificulta grabar discos aunque le quita hierro a los estudios: “Me he dejado fortunas grabando y no por eso me ha ido mejor”. Además, niega que sea ahora, en sus nuevas canciones, cuando aparece la temática social. "Antes usaba más la metáfora que ahora. Mira, en Ruido parece que hablo de una pareja que está en casa echando un polvazo y un poli les recrimina por hacer ruido. Ahí veo denuncia social. Puede, eso sí, que ahora vaya más al grano”. Y, por cierto, ¿para qué editas discos?: “Por romanticismo”.
Babelia
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