Ai Weiwei y sus toneladas de memoria histórica
Málaga muestra sus esculturas del zodiaco chino, inspiradas en el palacio Yuanming Yuan
Las 12 esculturas de bronce de los animales del zodiaco chino de Ai Weiwei (Pekín, 1957) están inspiradas en la fuente-reloj del antiguo palacio de verano de Yuanming Yuan, arrasado y expoliado durante la Segunda Guerra del Opio (1857-1860). Un gran pie como el de una copa sostiene las enormes cabezas, esculpidas por el artista para recuperar la memoria de uno de los tesoros perdidos de su país. Cada pieza supera los tres metros de altura y ronda los 450 kilos de peso. El montaje Circle of Animals / Zodiac Heads, procedente del Yuz Museum de Shanghái, se expone en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) Málaga por primera vez en España hasta el próximo 6 de diciembre.
La instalación se puede visitar desde este viernes por la tarde, unas horas antes de que la Royal Academy of Arts de Londres abra sus puertas a la obra más reciente de Ai Weiwei, el artista al que le llueven los halagos por su trabajo, su compromiso con los derechos humanos, su inconformismo y su disidencia política. La exposición de Málaga, comisariada por Fernando Francés, se adentra en la tradición china y en la recuperación de la memoria nacional, uno de los temas recurrentes del autor.
Había expectación ante la posible aparición del artista en el CAC este viernes por la mañana (a los organizadores les ha asegurado que tiene la intención de visitar el centro, aunque se desconoce el día), pero igual que ocurrió en Londres, Ai Weiwei no acudió a la presentación de la muestra. El creador de El Nido de Pekín, que recuperó su pasaporte en julio pasado tras cuatro años sin poder salir de China, tiene permiso del Gobierno británico para permanecer en este país hasta el 29 de septiembre y se encuentra en la capital inglesa. El jueves participó en una marcha por las calles de la ciudad para pedir a la Unión Europea más generosidad con los refugiados que huyen de zonas en guerra.
Los protagonistas de la exposición inédita en España son las pesadas cabezas del zodiaco chino, colocadas en círculo, tal y como adornaban la fuente del antiguo palacio devastado y saqueado por los colonizadores. Rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo. Los animales de Ai Weiwei, terminados de producir en 2010, fueron exhibidos un año más tarde en varias ciudades de Estados Unidos. El montaje de Nueva York se hizo a la intemperie (a la entrada de Central Park), igual que en el Museo Nacional de Antropología (MNA) de México, a donde viajó a mediados de 2014. En la sala del CAC Málaga, una luz cae verticalmente sobre las piezas, algo que oscurece las sombras que se proyectan sobre el suelo y “agudiza el dramatismo” de la composición, explica Francés.
Este museo inició los contactos para intentar mostrar la obra del disidente chino hace cuatro años y la posibilidad de que fuera Circle of Animals / Zodiac Heads se concretó hace uno, cuando Ai Weiwei tenía prohibido salir de China. Las autoridades le requisaron el pasaporte en 2011 por un supuesto fraude fiscal en una acción que se interpretó como una represalia por su activismo contra el régimen. Tras pasar 81 días incomunicado y retenido por la policía, fue obligado a permanecer en el país asiático, cautiverio que se ha prolongado durante cuatro años y durante el cual, las exposiciones con su arte no han dejado de recorrer el planeta.
“Su trabajo tiene como claro objetivo remover conciencias, sus obras no son solo el resultado de un proceso creativo, sino que son el resultado de las experiencias vividas por él y sus compatriotas”, destaca el director del CAC Málaga, para quien no existe otro artista que trabaje en defensa de los derechos humanos como Ai Weiwei, incluso “jugándose su piel y la de su familia”. “Se habla mucho del pasaporte, de la detención… Y se habla poco de lo principal: el arte es compromiso y son ideas”, añade Francés. Porque la conciencia social “debe ser el motor del origen” de las obras de arte en el siglo XXI.
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