El Juli y José Garrido compartieron la salida a hombros en Valladolid
Roca Rey, que ha sido dado de alta, ganó el Alfarero de Oro de Villaseca de la Sagra (Toledo)
Julián López El Juli y José Garrido cortaron dos orejas cada uno y salieron a hombros en la segunda corrida de la Feria de Valladolid, festejo en el que también José María Manzanares consiguió un trofeo.
Con tres cuartos de entrada, se lidiaron seis toros de El Pilar, desiguales de presentación y algunos muy pobres de cabeza, que dieron un gran juego por su recorrido, humillación, codicia y nobleza.
El Juli, dos orejas y saludos; José María Manzanares, saludos tras aviso y oreja, y José Garrido, saludo tras aviso y dos orejas.
Al primero de la tarde lo toreó muy bien El Juli a la verónica y en quites variados, con la muleta cuajó una faena mandona en la que, quizá, abusó del toreo rectilíneo. No obstante, el público se entregó sin condiciones. En su segundo, se superó y compuso una faena con tandas ligadas y vibrantes.
Natural, firme y con su innata elegancia se mostró Manzanares, pero no anduvo con la espada con la contundencia que acostumbra.
Desde el recibimiento a su primer toro con tres largas cambiadas en tablas se vio que José Garrido, que sustituía a Alejandro Talavante, no estaba dispuesto a ser el convidado de piedra; y así lo demostró con el capote y la muleta.
Triunfalismo en el inicio de Guadalajara
El novillero colombiano Juan de Castilla inauguró la feria de La Antigua de Guadalajara y salió a hombros en una tarde de claro tinte triunfalista y saldo ganadero.
Con casi tres cuartos de entrada, se lidiaron novillos de José Luis Pereda, primero y sexto con el hierro de La Dehesilla, justos de presentación y muy deslucidos.
Ginés Marín: pinchazo y estocada desprendida (silencio); y estocada caída con derrame (oreja). David de Miranda, que sustituía a Roca Rey: pinchazo y estocada desprendida (silencio); y cuatro pinchazos, otro hondo y descabello (silencio tras aviso); y Juan de Castilla: estocada pescuecera con vómito (dos orejas); y estocada baja y descabello (oreja tras aviso).
Más allá de las orejas que se cortaron en la tarde, que fueron un total de cuatro, es necesario advertir que el abultado número de trofeos concedidos no se correspondió en absoluto con lo que se vio en el ruedo de Las Cruces en su primer festejo de feria.
Primero, tirón de orejas al ganadero, que trajo un encierro impropio de una plaza y tierra de tanta tradición taurina como Guadalajara. Una novillada sin presencia ni esencia.
También los tendidos navegaron en un ambiente triunfalista, pues, a pesar de que apenas jaleó un olé en toda la tarde, sí sacaron los pañuelos en cuanto la espada entraba a la primera, aunque degollara al animal.
Ginés Marín mostró recursos para suplir los defectos de su lote; David de Miranda se desesperó ante dos novillos rajados y afligidos, y el colombiano Juan de Castilla se ganó al público por su actitud de entrega y recibió un premio excesivo.
Roca Rey gana el ‘Alfarero de Oro’
El novillero peruano Roca Rey ha sido proclamado triunfador de la XVI edición del prestigioso certamen de novilladas 'Alfarero de Oro' de Villaseca de la Sagra (Toledo).
Roca Rey ya ha sido dado de alta y se recupera en su domicilio sevillano de la herida que sufrió el pasado 7 de septiembre en esta plaza, en la que logró cortar dos orejas y salir a hombros por la puerta grande.
La mejor faena de la feria ha correspondido al novillero extremeño Ginés Marín, por su importante labor realizada en la segunda novillada de feria.
En el capítulo ganadero, Baltasar Ibán ha sido declarada como la mejor ganadería de la feria, por el buen encierro lidiado en la primera tarde del certamen, en la que se lidió también el mejor novillo, de nombre Ruiseñor, herrado con el número 23.
Por su parte, los premios al mejor banderillero y mejor picador han recaído en Iván García, de la cuadrilla de Clemente, y Luis Miguel Leiro, de la cuadrilla de Joaquín Galdós, respectivamente.
Antes de que el Ayuntamiento hiciera pública la lista de los premiados, se celebró la última novillada del ciclo, que tuvo el pobre balance de seis silencios. El complicado y exigente comportamiento de los utreros de Saltillo puso en evidencia el poco rodaje de la terna de jóvenes espadas.
Con media entrada, se lidiaron seis novillos de la ganadería de Saltillo, bien presentados, complicados y exigentes.
Guillermo Valencia, que sustituía a Ángel Sánchez, silencio y silencio; Louis Husson, silencio y silencio, y Andrés Manrique, silencio y silencio.
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