Alberto López Simón vuelve a arrasar en una tarde inspirada de Talavante
Indultado un toro de la ganadería de Buenavista en la plaza de Alcalá de Henares
Los diestros Alberto López Simón y Alejandro Talavante salieron a hombros en la corrida de de San Sebastián de los Reyes, en una tarde en la que Morante de la Puebla obtuvo también un apéndice.
Con más de tres cuartos de entrada, se lidiaron toros de Victoriano del Río, desiguales de presentación y de juego también variado. Destacó el gran quinto, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Morante de la Puebla: pinchazo y estocada caída (ovación), y pinchazo y estocada (oreja tras aviso). Alejandro Talavante: casi entera tendida y caída, y descabello (silencio), y estocada tendida y caída (dos orejas), y López Simón: estocada desprendida y atravesada que escupe y dos descabellos (oreja tras aviso); y estocada en dos tiempos (dos orejas tras aviso).
Llegaban las figuras a San Sebastián de los Reyes, y lo hicieron con la sustitución de última hora de Manzanares por Talavante, cambio que no se notó en la taquilla, pues la gente llenó la plaza en más de sus tres cuartos de aforo.
El reclamo de Morante suele funcionar casi siempre, Talavante está en un momento cumbre de su carrera y el joven López Simón se hizo un hueco en el cartel gracias a que se ha convertido en la gran revelación de la temporada. Y así lo demostró el joven torero madrileño, que estuvo sensacional toda la tarde, y realizó una exhibición de frescura, seguridad, confianza en sí mismo y, algo aun mejor, de toreo caro.
En su primero ya brilló López Simón en un ramillete de mecidos lances a la verónica a pies juntos. Pero lo mejor llegaría con la franela, donde se le vio muy suficiente, toreó con suma majestuosidad, quieto y muy relajado para dibujar tandas por el derecho de mucha verticalidad y ajuste.
El sexto fue un toro de lo más complicado, que embistió cruzado en los capotes, hizo hilo en banderillas y desarrolló notables asperezas en la muleta de un López Simón que, a base de firmeza, valor y quietud de plantas, logró imponerse a la situación. No era nada fácil conseguirlo, pero el torero estuvo magistral. Las dos orejas fueron incontestables.
El otro gran triunfador de la tarde fue Talavante, aunque se vio obligado a abreviar en su primero. En el quinto cambió el panorama. Brilló tanto en las verónicas del recibo como en un quite por chicuelinas. Hubo brindis al público, antesala de lo que podría ser algo grande. Y lo fue. Una faena en la que alternó naturalidad con fantasía. Lo hizo todo muy despacio, con mucho gusto, en tandas inmaculadas y rotundas sobre la diestra ante el mejor toro de la corrida.
Toreó muy bien al natural, con la hondura, el temple y la parsimonia como ingredientes principales de una faena exquisita. Manoletinas finales, estocada al primer envite y dos orejas sin discusión.
La gente tenía ganas de ver a Morante, lo que se demostró en los olés que despertaron las verónicas en el recibo a su primero, aunque no salieran siempre limpias. Un quite por delantales dio paso a una faena de muleta aseada, en la que se le vio fácil ante un animal noble y suavón, con el que alternó bellos pasajes sueltos con otros atropellados, lo que propició que aquello su labor no tuviera la continuidad necesaria para llegar de forma rotunda a los tendidos.
El cuarto fue un manso, con el que Morante hizo un gran esfuerzo en la muleta, obró el milagro de hacerlo embestir y lo toreó con gusto, con ribetes de una tauromaquia de otra época, sobre todo en unos enrazados ayudados por alto tras un momento de apuro.
Indulto en Alcalá de Henares
El diestro José Ramón García Chechu indultó un gran toro de la ganadería de Buenavista, que lidió una corrida extraordinaria, en Alcalá de Henares. También salieron a hombros El Cid y Juan José Padilla, que pasearon tres y dos orejas, respectivamente.
Con casi tres cuartos de entrada, se lidiaron toros de Buenavista, bien presentados y de extraordinario comportamiento. Destacaron el quinto, premiado con la vuelta al ruedo, y, sobre todo, el sexto, de nombre Machaquito, que fue indultado.
Juan José Padilla, que sustituyó a Francisco Rivera Ordóñez, oreja y oreja. Manuel Jesús El Cid, que sustituyó a Cayetano Rivera, oreja y dos orejas, y José Ramón García Chechu, dos orejas, y dos orejas y rabo simbólicos.
Triunfal rejoneo en el cierre de Almería
Los rejoneadores Leonardo Hernández y Lea Vicens, que cortaron dos y tres orejas, respectivamente, salieron a hombros en el último festejo de la feria de la Virgen del Mar de Almería.
Con media entrada, se lidiaron toros de El Canario, de juego variado.
Pablo Hermoso de Mendoza, oreja y silencio; Leonardo Hernández, oreja y oreja, y Lea Vicens, oreja y dos orejas.
Novillada en Colmenar
Los novilleros David de Miranda, Ángel Sánchez y Álvaro García cortaron una oreja cada uno en el festejo inaugural de la feria de la Virgen de los Remedios de la localidad madrileña de Colmenar Viejo.
Con un tercio de entrada, se lidiaron novillos de Nazario Ibáñez, bien presentados y de juego desigual.
David de Miranda, oreja y ovación; Ángel Sánchez, silencio y oreja, y Álvaro García, vuelta al ruedo y oreja.
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