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RICKIE LEE JONES | CANTANTE

“Cualquier cosa menos las drogas. Por ejemplo: ¿qué tal unos zapatos?”

La cantante Rickie Lee Jones habla sobre su nuevo disco, Nueva Orleans y deseo

La cantante norteamericana Rickie Lee Jones, en Malibú.
La cantante norteamericana Rickie Lee Jones, en Malibú.Greg Allen

La trayectoria de Rickie Lee Jones (Chicago, 1954) no puede reflejar mejor a su autora. Contiene todos los ingredientes que se supone que proporcionan lustre artístico y credibilidad. Una rebeldía natural que la hizo apartarse de los cauces comerciales, zona en la que residió al poco de irrumpir en el panorama discográfico, en 1979, con su primer y homónimo álbum y la canción Chuck E is in love.

Jones ha surcado el tiempo a su ritmo, cambiando de estilos, grabando discos casi religiosos o versionando a otros autores. Desde hace dos años vive en Nueva Orleans. Su nuevo disco, The other side of desire, refleja esa nueva condición de vecina de una de las ciudades musicales por excelencia.

“El modo en el que me ha impactado residir aquí es algo de lo que ya hablo en el texto que acompaña a las copias promocionales del disco”, dice por correo electrónico a la inevitable pregunta, en una respuesta que al principio suena a regañina. “Nueva Orleans me hace sentir que estoy en un lugar determinado, el cual observo pero del que también formo parte. Es muy cordial y también es un poco salvaje, con sus hilos místicos, su música”.

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Su disco anterior, The devil you know (2012), fue de versiones. Con The other side of desire, Jones vuelve a firmar sus propias canciones y pone en práctica una vez más uno de sus principios creativos: hacer algo que no haya hecho anteriormente. “Para este álbum lo que quería era lograr simplicidad en cuanto a los acordes y alcanzar así la integridad de la canción pop, o simplemente de una buena canción. Un tipo de canción que surge de una manera inmediata, y que es la antítesis del folk rock, donde siempre encontramos muchos versos, hay más espacio para contar la historia, los acordes son más repetitivos, ya sabes, la estructura de la canción folk. También creo que ese es el tipo de canción que surge de esta región. Cuando tengo algo que decir, prefiero decirlo y pasar al asunto siguiente. En ese punto me encuentro ahora mismo”.

Nueva Orleans

Y vuelta a Nueva Orleans, ese tema que en teoría no deberíamos tocar por obvio, pero al que resulta complicado no volver. “Mi visión del disco incluía a una serie de músicos de Louisiana y sus correspondientes estilos, los cantantes de Cajun, el canto lastimero, Fats Domino y su Blueberry Hill, y la arrolladora sexualidad que rodea a todo esto”, explica la cantante.

Una de las peticiones que la artista hizo a John Porter, coproductor del disco, es que los músicos que participaran en la grabación fueran de la ciudad. “O como muy lejos, de Nashville. Pero no quería músicos de Los Ángeles imitando la música que se hace aquí. Los músicos de Los Ángeles son muy buenos, pero quería preservar el sentimiento que implica el ser de aquí. La gente que vive aquí se despierta cada mañana aquí, conoce esta ciudad. Eso trae consigo una electricidad diferente, una especie de autenticidad si prefieres llamarlo así. Pero por encima de todo, aporta algo natural”, señala la intérprete.

Nueva Orleans me hace sentir que estoy en un lugar determinado, el cual observo pero del que también formo parte

Hay un título evocador y magnético envolviendo las canciones. El otro lado del deseo. Jones insiste en que este deseo no es exclusivamente sexual, que el término, en este caso, se refiere “a todo aquello que perseguimos”.

En el interior del disco, convertidas ya en canciones, nos esperan algunas de las conclusiones de lo que puede ocurrir cuando cruzamos a ese otro lado, así como lo que anhelamos encontrar allí.

Cualquier cosa menos beber

“Puede ser una experiencia oscura o enriquecedora. Creo que ese proceso de búsqueda es algo que nos aporta aceptación, humor, compasión”, indica. En Jimmy Choos, por ejemplo, el deseo cobra forma de sofisticado calzado de mujer: “Habla sobre una persona que se siente triste y entonces alguien le recuerda que existe una vida ahí fuera y que hay muchas cosas que pueden ayudarnos a disfrutarla de nuevo. Cualquier cosa menos las drogas. Por ejemplo, ¿qué tal esos zapatos? Cualquier cosa menos beber. Demos un paseo en coche, dejemos atrás esos demonios. Lo que sea. Se trata de que no olvidemos seguir adelante”.

Una filosofía que, a su inimitable modo, también aplica a sí misma. Rickie Lee Jones ha trabajado con los mejores a lo largo de los últimos 35 años, como Tom Waits, con el que mantuvo una relación sentimental, pero rara vez repite músicos o productor. “Creo que cada trabajo es el fruto de la colaboración con la persona adecuada para que ese determinado momento cobre forma. Y es complicado sentir como nuevo un momento en el tiempo si está conectado a algo anterior”.

Un poco de todos los estilos

De ascendencia humilde, la cantante, productora y compositora Rickie Lee Jones nació en Chicago en 1954.

Su canción Chuck E.'s in love fue su primer sencillo y su mayor éxito. El álbum, llamado como la cantante, llegó a ser el número tres de ventas en Estados Unidos.

Ha cambiado de estilo a lo largo de su carrera y ha experimentado una amplia variedad de géneros, que incluyen el rock, el rhythm and blues, el pop y el jazz.

Su último disco, The other side of desire, acaba de salir a la venta. Ahora experimenta con el sonido de Nueva Orleans.

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