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Seis canciones de musicales que enamoraron a la crítica

El estreno de 'Ricki', trae a la memoria temas de la gran pantalla que han hecho historia

Fotograma de 'Ricki', de Jonathan Demme.
Fotograma de 'Ricki', de Jonathan Demme.

Hoy llega a las salas españolas Ricki, la nueva película de Jonathan Demme (El silencio de los corderos) protagonizada por Meryl Streep. La gran dama del cine interpreta en este filme con tintes de rock a una mujer que abandona a su familia para conseguir el estrellato. Después de arrancarse a cantar en Mamma Mia! (2008), la actriz vuelve a poner a prueba sus cuerdas vocales en un musical, un género que ha dado mucho a la cultura cinematográfica... y a la fonográfica. A continuación, algunos ejemplos de canciones salidas de musicales que han dejado una huella difícil de borrar en la cultura popular, tal como acreditan organismos como la Academia de Cine estadounidense o el Instituto Fílmico Americano.

Over the rainbow, de El mago de Oz (1939)

El mayor clásico entonado por Judy Garland casi se queda fuera de El mago de Oz, ya que varios ejecutivos de Metro-Goldwyn-Mayer, productora del filme, opinaban que "ralentizaba" una película que ya consideraban demasiado larga. Lo explica Edward Jablonski en la biografía del autor de la canción, Harold Arlen: Rhythm, Rainbows and Blues. Por suerte, Arthur Freed, productor asociado de la cinta, se plantó: "Rainbow se queda o yo me voy", espetó. Hoy, una encuesta de la Asociación de la Industria Discográfica Estadounidense, la editorial Scholastic y la agencia National Endowment for the Arts lo considera el mejor tema del siglo XX. El mismo puesto le otorga el Instituto Fílmico Americano en su lista de las mejores canciones del cine.

Singin' in the rain, de Cantando bajo la lluvia (1952)

Si bien la canción ya había aparecido en la película The Hollywood Revue of 1929 (1929), fue el musical de Gene Kelly y Stanley Donen el que dio la fama mundial a este tema, firmado por Arthur Freed (sí, el que salvó Over the rainbow de la horca). Por ese motivo, el tema no pudo optar al Oscar a la Mejor Canción Original. Sin embargo, la versión en la que Gene Kelly chapotea sobre charcos y chorros de lluvia es la que el Instituto Fílmico Americano recuerda como la tercera mejor canción de la historia del cine.

El deshollinador, de Mary Poppins (1964)

Tal vez muchos recuerden Mary Poppins por la impronunciable Supercalifragilísticoespialidoso. Pero fue El deshollinador, cantada también a dúo entre Julie Andrews y Dick van Dyke, la que se llevó el Oscar a la Mejor Canción Original en 1965. Andrews, que también se llevó el Oscar a la Mejor Actriz por su interpretación y se erigió como una de las damas imprescindibles del musical (Sonrisas y lágrimas y Victor Victoria son la prueba) la eligió como uno de sus temas preferidos de la factoría Disney en el disco Julie Andrews Selects her Favourite Disney Songs. La que se quedó fuera fue, sin embargo, Supercalifragilísticoespialidoso.

New York, New York, de New York, New York (1977)

Popularizada por Frank Sinatra, New York, New York se ha convertido en un himno a la ciudad que nunca duerme. De hecho, este tema suena cada nochevieja en Times Square tras la caída de la bola que da la bienvenida al nuevo año. Pero fue Liza Minnelli la primera que lo cantó, en la película homónima de Martin Scorsese. Posteriormente, Sinatra versionó la canción en duetos con Tony Bennett y con la propia actriz que originalmente la cantó en el musical. Pero, a pesar de la notoriedad que Sinatra le otorgó al tema, la versión que ocupa el 31º puesto en la clasificación de mejores canciones del cine según el Instituto Fílmico Americano es la que entonó Liza Minelli, hija, por cierto, de Judy Garland.

Fame, de Fama (1980)

Reflejo de lo que sienten unos ambiciosos jóvenes que quieren alcanzar el estrellato y que todo el mundo recuerde sus nombres, Fame ganó en 1981 el Oscar a la Mejor Canción Original. El musical se llevó, además, la estatuilla en la categoría de Mejor Banda Sonora. El tema hizo famosa a su vocalista, Irene Cara, que ganó su propio premio de la Academia en 1984 por su labor como letrista de Flashdance, otro clásico del cine musical. Cuando se creó el spin off de la película para televisión, la oscarizada canción se utilizó como melodía de apertura en cada episodio.

La bella y la bestia, de La bella y la bestia (1991)

El cine de animación también ha dado grandes clásicos al mundo de la música. La bella y la bestia fue el primer filme que logró tres nominaciones al Oscar a la Mejor Canción Original. Los otros dos temas nominados fueron Bella y ¡Qué festín!, pero fue la canción que titula el musical la que se alzó con el premio. Ese hito lo repitieron tres películas más: El rey león, Dreamgirls y Encantada. Eso sí, las tres se fueron a casa sin la estatuilla. La única que la consiguió fue La bella y la bestia, con una canción que recuerda la importancia de entender que "la belleza está en el interior".

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