Alboroto de El Juli y buen toreo de Morante de la Puebla en Pontevedra
Poco público y toros encastados de Salvador Domecq en la corrida nocturna de El Puerto
El diestro Julián López El Juli cortó cuatro orejas y alcanzó un rotundo triunfo en Pontevedra, en el primer festejo de su feria taurina de La Peregrina, en la que Morante de la Puebla también logró un apéndice. Con tres cuartos largos de entrada, se lidiaron toros de Alcurrucén, de armónicas hechuras y nobles, pero justos de fuerzas y de raza. El mejor, el tercero.
Enrique Ponce: estocada y dos descabellos (palmas); y pinchazo y estocada (silencio).
Morante de la Puebla: dos pinchazos y estocada (ovación tras aviso), y estocada (oreja con petición de la segunda).
Julián López El Juli estocada (dos orejas tras aviso); y estocada (dos orejas).
Rotundo se mostró El Juli con el buen tercero, con el que se mostró sobrado en todo, con mucho dominio y suficiencia para torear con mando y aplomo por los dos pitones al dócil alcurrucén en una faena siempre a más y de notable calado, y rubricada con un epílogo en las cercanías de tanta autoridad como emoción. Otros dos apéndices consiguió del sexto, en el que volvió a formar un auténtico alboroto tanto con el capote como con la muleta, haciendo las delicias de los tendidos con un toreo poderoso y de mucho gobierno. A sus dos toros los mató de sendas estocadas.
Morante dibujó un precioso quite por chicuelinas a su primero, al que cuajó una faena con momentos de enorme pureza, embrujo, y rotundo calado por el pitón derecho, amén de los adornos e improvisaciones en los remates. El poco fuelle del toro hizo que la labor se fuera apagando, hasta quedar casi en nada por fallar a espadas. El quinto tuvo su miga, pero Morante se esforzó de verdad para cuajar una faena vibrante y repleta de torería sobre ambas manos. Los redondos fueron de categoría, pero los naturales fueron cumbres por el gusto y el aroma que desprendieron.
No tuvo material propicio Ponce en el primero de su lote, toro noble y sin maldad en sus medias acometidas, pero muy limitado por sus pocas fuerzas y escasez de raza. El valenciano lo pasó con temple y limpieza por los dos pitones pero sin trascendencia. Peor fue el cuarto, muy escaso de todo, con el que Ponce estuvo correcto, pero sin poder hilvanar nada lucido.
Poco público y buenos toros en El Puerto
El diestro David Fandila El Fandi cortó dos orejas y salió a hombros en El Puerto de Santa María (Cádiz) con una interesante corrida de Salvador Domecq. Con menos de media entrada, y en horario nocturno, se lidiaron toros de Salvador Domecq, bien presentados, encastados y de buen juego. Juan José Padilla, palmas tras leve petición, y oreja con petición de la segunda; Francisco Rivera Ordóñez, silencio y silencio, y El Fandi, oreja y oreja.
El primero de Padilla fue un toro con trapío y encastado. Tenía el animal interés para el aficionado. Padilla estuvo muy valiente con él. Destacaron las tandas por el pitón izquierdo en las que el toro protestaba en todo momento, pero en las que sobresalió la destreza del torero para lucirlo. Con la diestra anduvo templado y valiente. Digno Padilla ante los problemas propios de la casta. Su segundo fue más blandito. Bien en banderillas y en la faena de muleta supo sacarle lo que tenía el toro dentro. Estocada entera y oreja que supo a poco al público portuense, a tenor de la bronca que dirigió al palco al no conceder la segunda.
Paquirri se fue a los medios con el segundo toro de la noche al que toreó fuera de cacho y usando el pico de la muleta. La faena careció de emoción. En su segundo, más de lo mismo. Toreo tan periférico y deslavazado que aburrió hasta al toro que decidió irse a las tablas. Para colmo, degolló al toro en un espadazo infame.
El Fandi recibió a su primer toro con soltura y un lucido quite por chicuelinas y tafalleras. En tercio de banderillas fue un espectáculo. El toro embestía una y otra vez mientras el torero muleteaba a velocidad. En el último de la noche, un quite por navarras para llevar al toro al caballo puso ya ambiente de frenesí. El tercio de banderillas, espectacular de nuevo, con un par a la moviola que fue un derroche de facultades. En la muleta le costó más desplazarse al toro. El Fandi le planteó una faena de tandas cortas y sin sometimiento para no quebrantarlo en demasía. Sacó muletazos templados y cortó una oreja que le granjeó la salida por la puerta grande.
Luis David Adame, triunfador en Gijón
El novillero mexicano Luis David Adame, hermano del matador de toros Joselito Adame, salió a hombros por la puerta grande en el festejo inaugural de la feria taurina de la Virgen de Begoña de Gijón, tras cortar cuatro orejas. Con algo más de media entrada, se lidiaron novillos de Conde de Mayalde, bien presentados y de juego desigual. Destacaron segundo, tercero, cuarto y sexto. Francisco José Espada, silencio y ovación; Clemente, oreja y silencio, y Luis David Adame, dos orejas y dos orejas.
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