Alicia Florrick sale de la sombra
La comedia en televisión es donde más se ha notado la revolución femenina con personajes fuertes e influyentes
“Qué gran momento para la mujer en la televisión”. Una exclamación así la hizo hace casi un año la gran Julianna Margulies, Emmy en mano. Alicia Florrick, protagonista de The Good Wife, es un ejemplo de cómo ha evolucionado el papel de la mujer en las series de televisión (y en el resto de la sociedad). Alicia empieza en la serie (tomen nota: no estar viendo The Good Wife es no estar viendo una de las mejores series de los últimos años) a la sombra de su marido, acompañándole ante los medios a pesar de las infidelidades sabidas por todo el mundo. Pero Alicia toma las riendas de su vida y pasa de ser objeto de compasión a una de las abogadas más peleonas de Chicago. No contamos cómo ha seguido la historia para no desvelar nada a quien todavía se pueda permitir disfrutarla de cero.
Si los personajes masculinos han sufrido una revolución en las series, las féminas no se han quedado atrás. Carmela Soprano ejercía su papel de ama de casa, viendo lo que ocurría a su alrededor pero callando, aguantando carros y carretas por su familia. Como personaje, era tan poderoso y atrayente como el de Tony Soprano. No es difícil entender Mad Men como una historia de mujeres, de mujeres que tenían que luchar el doble que los hombres por hacerse visibles y conseguir sus metas. Peggy, Joan, Betty y Sally han terminado siendo personajes tan relevantes o más que muchos de sus compañeros de reparto. Olivia Pope, protagonista de Scandal, tampoco lo ha debido tener fácil: solucionadora de problemas profesional y amante del presidente de Estados Unidos. Su creadora, Shonda Rhimes, deja su huella en la televisión con ese estilo tan característico del “placer culpable” que domina a la perfección y en la creación de personajes femeninos fuertes.
Pero si los antihéroes masculinos han conquistado la simpatía de los televidentes, a las mujeres les ha costado más ganarse su hueco. Si no, que se lo digan a Skyler White, la sufrida mujer de Walter White en Breaking Bad, diana de buena parte de los odios de los fans de la serie.
Y mientras que los dramas se han ido poblando de personajes femeninos fuertes e influyentes (qué sería de Frank Underwood sin Claire en House of Cards, por ejemplo), la comedia ha notado todavía más la revolución femenina en la televisión. Tina Fey, Amy Poeheler, Julia Louis-Dreyfus, Mindy Kaling, Lena Dunham... mujeres que se ponen delante y detrás de las cámaras para dotar al género de nuevos aires y llevar las riendas del cambio en la pequeña pantalla.
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