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Salto desde el Trigo

La plaza del Trigo de Aranda es desde hace algunos años un trampolín desde el que consagrarse en el panorama indie español

Isabel Valdés
Sidonie durante un concierto en la plaza del Trigo en 2014.
Sidonie durante un concierto en la plaza del Trigo en 2014.Jacobo Revenga

Olor a una mañana de resaca sin haber pisado la cama o alguien que acaba de salir de la ducha y que ha tenido a bien perfumarse: cualquiera de ambas compañías puede tocar en la plaza del Trigo cuando el sol cae en picado y 4.000 personas se arremolinan. Poco importará, a la media hora no habrá diferencia alguna. Todos habrán sudado y a todos les chorreará pelo y camiseta (con suerte también el pantalón).

Sobre ese suelo empedrado y a la sombra de los soportales se han vivido algunos de los mejores momentos del Sonorama Ribera para muchos festivaleros. Es ese escenario, del que no se puede retirar la vista más de 15 minutos —siempre puede saltar alguien que no estaba programado—, el responsable, en gran parte, de la consagración de algunos grupos en el panorama indie español.

"Quien lo probó, lo sabe", parafrasea un enamorado de la plaza arandina mientras busca un vídeo en YouTube. Carlos aún no ha llegado a los 30, "pero casi", y tiene un historial abultado frente a ese escenario. "Ya está, este es uno de esos momentos, el más reciente que yo recuerdo. Fue tan mágico como parece en el vídeo". Suenan unos acordes. "Qué bien que en mis pupilas siga entrando luz del sol, qué bien que en mi cerebro se produzcan intercambios de información. Qué bien que te pusiste en medio...".

El Qué bien, de Izal, aquel miércoles, 14 de agosto de 2013 se conserva como "inolvidable" en el recuerdo de Carlos. También para el grupo, que saltó desde ahí al escenario principal al año siguiente. Pero no solo Izal ha hecho mimbrear ese trampolín. "Aunque desde 207 se daban conciertos en la plaza, no fue hasta 2011 (cuando Xoel López se subió por sorpresa) cuando empezó a ser un lugar deseado por los grupos", explica el responsable del festival, Javier Ajenjo. "Al principio costaba que alguien quisiera tocar allí a pleno día. Ahora es un lugar privilegiado". Aquí, otros grupos que también saltaron desde la plaza del Trigo hasta las primeras líneas de cartel.

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Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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