El universo de Buñuel

Jorge Fuembuena (Zaragoza, 1979) llegó al Museo de Cera de Madrid y preguntó dónde estaba colocada la figura del cineasta Luis Buñuel (1900-1983) porque quería hacerle una fotografía. “Hace 17 años que no está en exhibición”, le dijeron. Fuembuena les contó que llevaba un tiempo captando imágenes de sitios y objetos del “universo buñueliano” con la intención de montar una exposición. “Siendo así, veremos dónde lo hemos puesto.” Dos días después, el teléfono del fotógrafo sonó: “Lo hemos encontrado en un armario. Así que si quiere venir a verlo….” El busto (sin cuerpo) del director de Viridiana estaba envuelto en una bolsa de plástico verde, arrumbado debido a la llegada de “personajes más actuales.” “Fui con mi cámara, lo retraté y me quedé pensando: ¡qué surrealista!”, recuerda ahora el autor de Inside Insect, la muestra fotográfica abierta al público hasta el próximo 23 de septiembre en el Centro de Arte de Alcobendas (Madrid).

La exposición presenta territorios, objetos y documentos de Buñuel que deambulan entre lo real y lo ficticio. “A mí siempre me ha fascinado su manera de entender la realidad, los sueños, la fe, el erotismo… Trabajé en un documental que se llama Tras Nazarín y gracias a eso pude acceder a determinadas personas que conocieron a Luis Buñuel. Entonces pensé en hacer un relato visual sobre él. Es una reconstrucción del valor simbólico de su universo. La figura de Buñuel ya se ha revisado muchas veces, en libros sobre todo, pero no tanto en fotografía. Entonces, les solicité material a varios de sus amigos. Objetos, sobre todo, como la llave de la habitación de un balneario al que solía ir en México, o una peluca con la que se disfrazaba o una placa degradada hecha por él, la cuchilla con la que se afeitaba, revistas guardadas por él, un dedal de costura, una hormiga encapsulada…. Es decir: objetos de sus obsesiones. Además hay una constelación de imágenes de los lugares donde él habitó o pasó, en distintos tamaños. Son lugares con cierto valor simbólico, que nos remiten a él y a su obra. En España, Francia, Estados Unidos y México”, explica el fotógrafo freelancer, quien además tuvo acceso a varios objetos del ganador de la Palma de Oro del Festival de Cannes en 1951 por Los Olvidados, custodiados por la Filmoteca Española.

Luis Buñuel realizó la mayoría de sus películas en México y Francia, debido a la censura franquista. Pasó su infancia y adolescencia en Zaragoza y llegó a los 17 años a la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde coincidió con Salvador Dalí y Federico García Lorca. Tras su paso por París, regresó a España pero enseguida se fue a Estados Unidos. ante el estallido de la Guerra Civil española decidió irse a México, país en el que murió el 29 de julio de 1983, legando grandes enseñanzas a los cineastas contemporáneos.

Jorge Fuembuena señala que eligió un título entorno a los insectos para la muestra debido “a la fascinación que sentía Buñuel por los bichos, algo que aparece a lo largo de toda su obra. Y es en inglés porque me gustó la sonoridad de las dos palabras en ese idioma.” Las 60 fotografías y los 25 objetos que componen Inside Insect se sitúan “a medio camino entre lo intuitivo y lo racional, entre la realidad y el deseo o, para ser más claros, entre la razón y la emoción. En la dicotomía entre el control y el caos. En el proyecto no se intenta tanto articular rastros o testimonios en una presentación cronológica o espacial ordenada. El rastro aquí es más una estrategia de aproximación que una finalidad en sí misma para llevar a cabo un acercamiento como por rodeo para acentuar e interrogar ciertos espacios que contienen o que destellan una cierta especificidad relacionando elementos distantes temporal y geográficamente. Existe la reflexión de cómo un contexto específico crea, impone o construye un valor simbólico”, concluye.