El elegante temple de un manchego
Úbeda ha corrido más de 100 encierros en Pamplona y nunca ha sufrido percances graves
El albaceteño David Úbeda es otro de los corredores destacados de los encierros de San Fermín. El manchego Úbeda que, además de destacar mucho en esta disciplina de tauromaquia popular, protagonizó el viernes ante los toros de Fuente Ymbro la curiosa estampa de colocarse bien la gorra que siempre utiliza en estas lides mientras sostenía una fuerte y veloz zancada en las misma cara de dos torazos. Así, la calle Estafeta ha sido marco de lo que será una las imágenes de los Sanfermines de este año. El hellinero, vestido como siempre con pantalón blanco y polo oscuro, iba lanzado pero muy templado al ritmo y a la altura de los fuenteymbro, tratando en todo momento de no perder su querida gorra, calándosela a cada zancada, como si nada importante pasara a su alrededor. David nos ha contado que "no iba a perderla, le tengo mucho cariño".
David Úbeda es madrileño de nacimiento, pero vecino desde siempre de Hellín (Albacete), tiene 37 años de edad y fue padre hace unos meses. Actualmente reside en Estados Unidos, donde trabaja como ingeniero especializado en energía solar. Organiza su calendario laboral para poder estar en Pamplona en las fiestas sanfermineras.
En 2015 David cumple 21 años corriendo delante de los toros en Pamplona, donde se inició en 1995 con 26 años. Con más de 100 encierros en sus espaldas en la capital navarra nunca ha sufrido percances graves, solo algunos golpes. En alguna ocasión ha declarado que "ojalá dentro de 16 años siga teniendo las mismas condiciones físicas para hacerlo y poder tener la sensación rara de correr con tu hijo, aunque creo que la madre no va a estar de acuerdo".
David Úbeda es un corredor con excelentes dotes para correr en el encierro. No tiene mucha envergadura, pero no le hace falta por otras grandes virtudes que posee: es rápido, sabe colocarse muy bien, sin violencia, incorporándose a la carrera progresivamente, sin intrusiones tangenciales que aportan peligro porel cruce de piernas y más que probables zancadillas que te lleven a morder el adoquinado. Pero lo que más destaca es su estilo elegante de correr, en línea recta y mirando sólo lo justo para medir las distancias con la manda y los toros. Aporta una gran sensación de seguridad, cosa que consigue mediante una prodigiosa capacidad de templar la velocidad y la distancia.
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