El falso regreso de Simply Red

Nació pelirrojo y se aprovechó de ello como nadie. Mick Hucknall (Manchester, 1960) fue durante más de 20 años el cantante, líder y estrella de la banda Simply Red, con la que vendió más de 50 millones de discos. Después de varias giras mundiales, 10 discos de estudio y varios cambios entre sus integrantes, el grupo se despidió definitivamente en 2010 con un gran concierto en el O2 Arena de Londres. Pero, como suele ocurrir en el negocio de la música, ahora resulta que su adiós era temporal.

“Mi color de pelo no estaba de moda cuando empezamos”, dice ahora entre risas el cantante y compositor de 54 años recordando su encuentro con Ed Sheeran, otro británico pelirrojo que ha conseguido éxito como cantante en los últimos cinco años. Sheeran casi vino a llenar el vacío que dejó Hucknall, porque tras terminarse Simply Red él se ha impuesto lo que define como un “semi-retiro”. Se levanta, desayuna con su hija de siete años, sale a caminar, descansa y vuelve a dormir. “A veces no sé cómo pasan los días”, cuenta por teléfono.

Dice que estaba bien sin su banda. Que no le hacen falta los conciertos, ni las sesiones de grabación. Que ni siquiera le hace falta la música. “Fue mi manager quien el verano pasado me dijo ‘oye, en 2015 es el 30 aniversario del lanzamiento del primer disco del grupo, ¿Qué vas a hacer?’, y se nos ocurrió una gira”. Se lo dijo primero a él porque Hucknall siempre fue la vida del grupo. Con el pasar de los años fueron cambiando los músicos –la salida de un baterista, bajista o saxofonista ya no llamaba la atención en sus últimos años–, pero nunca faltó su distintiva cabellera, muchas veces generando rumores de que se creía dueño de la marca o que no apreciaba a sus compañeros.

“Si no fuera por los Beatles nadie hablaría de las bandas de esta manera. Si miras cómo trabajaban los grupos de jazz y la música afroamericana antes, te das cuenta que sus integrantes no duraban. Cambiaban para conseguir el mejor sonido. Pero ahora tenemos un concepto de bandas que es como si estuvieran casados”, explica.

Admite, sin embargo, que hubo un momento en el que soñó con parecerse a los cuatro fabulosos de Liverpool: “El problema es que yo era el único que escribía canciones. No por elección, sino porque es muy difícil componer hits. Si fuera fácil cualquiera lo haría. De eso me di cuenta en los ochenta. Los medios me señalaban a mí, me apartaban del resto de los chicos, y la banda también lo hacía”, recuerda.

Esta vez subirá al escenario con los mismos que lo acompañaron al final, a excepción del baterista Pete Lewinson, que será reemplazado por Roman Roth, el único novato del grupo de siete integrantes. Con ellos mismos grabó Big Love (2015), el disco que incluye 12 canciones inéditas y que está a la venta desde este 1 de junio. “No quería volver a lanzar un ‘grandes éxitos’. La idea al principio era solo hacer la gira, pero lo que pasó fue que pensé ‘¡wow!, 30 años’, e intenté imaginar cómo sonaría la banda hoy. Escribí una canción, y luego otra, y otra y otra”, explica Hucknall.

El álbum también marca su regreso a East West Records, la compañía que los había firmado en 1991 (su primer disco juntos fue Stars, el cuarto de la banda) y que luego los despidió en el año 2000.

No importó. Sin su ayuda Simply Red lanzó Home (2003), Simplified (2005) y Stay (2007), lo último que grabaron en estudio, con bastante éxito, usando su página web como distribuidora. “Todavía hacemos eso”, dice ahora Hucknall sobre sus lanzamientos independientes, “no estoy firmando como un artista, pero tampoco tengo el poder de la disquera. No somos una multicorporación. Ellos son una gran compañía en el mundo. Solo no tengo el mismo alcance”.

Además, no lo piensa mucho porque para él este disco es un regalo de aniversario para sus seguidores y nada más. “No lo veo como un regreso porque no es permanente. Estoy muy feliz con mi vida fuera de la música. No es mi plan continuar”, explica, aunque luego agrega: “Pregúntamelo de nuevo en 10 años, quizás hagamos otra gira entonces”.