¿Cuál es el valor de los cuentos?
Menos del que debería tener, sin duda. Al menos, aquí en España. En Sudamérica, es otra historia. Las sesudas novelas, sobre todo si sobrepasan las 300 páginas, se valoran más, se venden más y las personas las leen más (eso creo). Yo me acerqué al cuento con Poe y Cortázar. Descubrí el valor de decir mucho en poco espacio y me atrapó el concepto. Porque quizá la vida no sea más que eso: un cuento. Y breve. Y me apetece decir muchas cosas en esta corta vida. Concentrar las ideas. No se trata de cuento versus novela, pero tampoco de marginar al que es, sin duda, el género más difícil de escribir. Por algo será. Además, para mí la novela más importante del siglo XX es un relato, un cuento: La metamorfosis, de Kafka. Hay que leer (también cuentos) para humanizarse, pues todo hombre lleva un monstruo dentro al que hay que domeñar. Qué angustia convertirse en un insecto repugnante. No, no. Mejor ser hombres, ¿ no? Pues a leer cuentos, que además son muy cortitos. Julio Cortázar dijo irónicamente: “Se puede vivir sin pensar”.
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