Un palestino vende un ‘banksy’ pintado en su casa por 162 euros
Rabea Darduna no reconoció el dibujo sobre su vieja puerta y dice sentirse estafado El comprador, Belal Khaled, rechaza deshacerse de la obra
No reconoció un banksy en su puerta y ahora lo lamenta. Rabea Darduna, un palestino padre de seis hijos, vendió la puerta de acero de su casa destruida en Gaza a un artista que le ofreció 700 shekels (unos 162 euros) por ella. No se dio cuenta de que el grafiti que tenía pintado era obra del célebre artista callejero británico, cuyas piezas se llegan normalmente a vender por cientos de miles de euros. "No tenía idea del valor de la pintura", confesó Darduna este miércoles.
Banksy, famoso por sus murales icónicos en lugares inesperados, visitó Gaza a principios de año y pintó con aerosol la imagen de una diosa griega con las manos sobre la cabeza sobre la puerta del hogar de Darduna, uno de los muchos dibujos que hizo en la zona. En 2007, ya había causado revuelo en Belén (Cisjordania), donde pintó murales junto a grafiteros locales y extranjeros -como el español Sam3- en el muro que Israel levantó alrededor de la región. "Estaría muy bien que la gente viniera y viera la situación por sí misma", declaró en ese momento al diario The Times a través de un SMS, pues el británico nunca ha revelado su verdadera identidad.
Darduna ahora se siente estafado y asegura que quiere recuperar el valioso dibujo. "Luego lo venderé como un banksy y no como una puerta vieja", dijo, señalando que su casa fue destruida durante la ofensiva israelí en la franja de Gaza y que necesita el dinero para pagar la renta y antener a su familia.
El comprador, sin embargo, no planea devolverlo. Belal Khaled dice que compró la obra para preservarla y protegerla de ser movida, dañada o destruida. "Desde que comencé como grafitero ha sido mi sueño tener una de sus piezas", asegura sobre Banksy. Además, defiende que no le mintió al vendedor, pues le dijo de quién era la pieza, pero le pareció que Darduna no entendía lo que eso significaba. "Yo no pienso venderla", concluye, "consideraré ofertas para mostrarla en galerías internacionales que se centren en el sufrimiento de Gaza y las agonías de la guerra".
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