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MARIA DEL MAR BONET | CANTAUTORA

“Lo mejor está por venir”

Tras varios años ausente regresa a los escenarios madrileños Ha sido investida ‘honoris causa’ por la Universitat de les Illes Balears

Maria del Mar Bonet, en Valencia en 2011.
Maria del Mar Bonet, en Valencia en 2011.TANIA CASTRO

“Lo mejor está por venir”, afirma animosa y sonriente la cantante Maria del Mar Bonet (Palma, 1947), cargada de compromisos musicales en los escenarios y proyectos para nuevas grabaciones. Tiene en mente y esbozados tres o cuatro discos con músicos de Cuba, canciones populares de Mallorca y sones globales. Al tiempo, graba Esencial, bajo el sello de Sony Music, que recoge sus canciones clave, un compendio como los que la firma ha dedicado a Joaquín Sabina, Bob Dylan o Leonard Cohen.

Los días 25 y 26 de febrero la artista actuará en la sala Clamores de Madrid, tras tres años sin recalar en los escenarios de esta ciudad; el 27 de febrero irá a Terrassa con Amancio Prada y después a Mallorca con Dani Espasa. En su isla fue investida doctora honoris causa la semana pasada por la Universitat de les Illes Balears (UIB). Su clase magistral fue musical y literaria, cantada y leída.

Bonet, tras vivir casi 50 años en Barcelona, retornó a su tierra, a su ciudad, —“Palma me es lejana”, canta— y a una casa antigua en el cono sur de la isla. “Vine para contemplar la luz, estar con los amigos y la familia. Y para trabajar más. Al despertarme veo la luz matinal que tantos años eché en falta. Me encanta. Contemplar ocupa la mayor parte de mi tiempo”, dice.

Profesional sin renuncias, cada día trabaja su instrumento, la voz. Realiza varios minutos de ejercicios vocales, de modulación de energía y resistencia. “Uso el método que durante ocho años trabajé en Barcelona”, explica. En su domicilio suenan sus querencias, escucha músicas del Mediterráneo, populares, canciones del mundo, óperas de Mozart y Verdi, casi nunca Wagner, que es “pesadote”. Admira “la categoría dramática y la calidad de la voz sin comparación de Maria Callas”. Maria del Mar Bonet reconoce que por tono y estilo, no es compatible con el bel canto. “No me aceptarían”, ironiza.

Ha compartido sus cantatas, poemas musicados, canciones con estrellas tan diversas como Milton do Nascimento, Jackson Browne o Mikis Theodorakis. Su pieza Jim es un espléndido homenaje de admiración a Billie Holiday. Sin mixtura ni acompañamiento la cantautora narra a capela los cantos con los que los payeses se acompañaban en las mieses.

Sus recorridos por el Mediterráneo, su alianza y complicidad con autores, orquestas y sones tradicionales y vanguardistas han quedado, por ahora, frenados de golpe. “No puedo ir a cantar al norte de África, ni a Siria o Egipto.... Parece terrible, la primavera árabe se ha ido sin saber si volverá y qué pasará. Llegó la guerra y la miseria, el conflicto del fundamentalismo que hace padecer a la gente, al más débil”, narra con voz grave: “No sé nada de lo que pasó con los amigos músicos con los que actué y grabé, ignoro si siguen en pie los teatros y salas donde estuve”, cuenta.

A modo de manifiesto sentimental Maria del Mar Bonet sembró un olivo en el bosquecillo del campus de la UIB, porque cada doctorando elige un árbol. “El olivo es el Mediterráneo, un árbol muy querido, simbólico, bello y productivo, que existía en la primera Grecia, estaba en el Partenón como un emblema de sabiduría y ciudadanía”. Sus troncos torturados motivan a pintores y poetas.

“No todos los poemas pueden cantarse”, observa quien hizo célebre a Bartomeu Rosselló-Pòrcel. Ella siempre pinta. En sus inicios estudió cerámica impulsada por sus padres, el escritor y periodista Juan Bonet y Mercè Verdaguer, que asimismo pintaba y escribía. Pero ella no se encierra en el nuevo estudio que ha instalado en la isla sino que se “empapa” de los paisajes y los detalles al natural, penetra en los entornos.

Su voz ha recreado para varias generaciones estampas, recuerdos de lugares, escritores y situaciones emotivas. “Es maravilloso cuando alguien se te acerca y te dice, a veces con lágrimas: ‘Me enamoré escuchándote’ o ‘añoré contigo mi tierra”.

Comprometida con su tierra, la cantante se manifiesta contra los destrozos del paisaje. También es militante a favor de la defensa de la lengua catalana, “mi alma”. En Mallorca, se ha manifestado contra los recortes económicos y la falta de libertad de expresión. No lo dice explícitamente pero tiene un himno clave. ¿Qué volen aquesta gent que truca de matinada?, canción que nació de la muerte a manos de la policía, en 1969, del joven estudiante madrileño Enrique Ruano Casanova.

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