_
_
_
_
CRÍTICA | GRANOS DE UVA EN EL PALADAR
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La memoria, en los tuétanos

Javier Vallejo
Escena de 'Granos de uva en el paladar'.
Escena de 'Granos de uva en el paladar'.

Teatro de ida y vuelta, con salitre de las dos orillas, como la vidalita, la guajira y la colombiana. Susana Hornos, Zaida Rico, Ana Noguera y Maday Méndez, jóvenes intérpretes de Granos de uva en el paladar junto a la chilena Lorena Carrizo, dejaron su España natal ante la escasez de oportunidades, se plantaron en Buenos Aires y crearon allí esta primera entrega de su Trilogía republicana, con la que se han apuntado un éxito notable, nominaciones y premios incluidos. Las historias que la entretejen, escritas por Rico y Hornos, se inspiran en sendos relatos de esta última y en episodios protagonizados por gente de a pie durante nuestra Guerra Civil.

Granos de uva en el paladar

Dramaturgia: Susana Hornos y Zaida Rico. Banda sonora: Gonzalo Morales. Caracterización y vestuario: Néstor Burgos. Escenografía: Alejandro Mateo. Luz: Mariano Arrigoni. Madrid, Sala del Mirador, hasta el 21 de diciembre. Granollers, Teatre de Ponent, 17 y 18 de enero. Alicante, Las Cigarreras, 27 y 28 de enero. Valencia, Sala Ultramar, del 29 de enero al 1 de febrero.

La primera historia habla de emancipación femenina con la cadencia, el tono y el léxico del Lorca de las tragedias rurales (“tú, mucho estudiar, pero seca”, le espeta una madre a su hija), sensación esta reforzada por las intervenciones de un coro que evoca el de Bodas de sangre y por la caracterización y el vestuario de Néstor Burgos, que podrían servir bien para una Bernarda Alba. La protagonista de la segunda historia es una presa cuyo marido plantó la bandera tricolor en la torre de una iglesia. La tercera, la de mayor vuelo poético, muestra como lo ideológico fue a menudo un mero pretexto para quitarse de en medio al vecino o al hermano y apoderarse de su hacienda.

Aunque comparta por instantes esa asimetría, imperfección de trazo o punto de ingenuidad característicos del teatro alternativo, Granos de uva en el paladar (el título alude a dos versos del Pimpiririnpimpim, canción de rondalla) está puesta en escena con una estética lograda, ausente en la mayoría de este tipo de producciones pero también en gran parte del teatro comercial. Contra una expresiva vela roja texturizada, obra de Alejandro Mateo; envueltas por la luz prístina de Mariano Arrigoni, las codirectoras crean una imaginería inspirada y una atmósfera atemporal. El alargamiento de alguna de las acciones plásticas y coreográficas que plantean (oportunas en tanto cuanto en el teatro de la época evocada la pantomima tenía no poca presencia), se compensa con la irrupción de otras plenamente logradas.

Por lo que a las certeras intérpretes respecta, destaca la determinación con la que Zaida Rico encarna al niño Miguel, en un episodio que pone de relieve lo vital que para nuestra salud moral sería buscar los restos de nuestros ancestros asesinados durante la contienda y restituirles el reposo digno que merecen. Para no dejar lugar a dudas, las actrices acallaron los largos aplausos del público, recordaron que hay 2.300 fosas por abrir y nos informaron de que tras la función del domingo próximo se abrirá debate con Baltasar Garzón y Juan Diego Botto.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_