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De nuevo, Estrella

Estrella Morente publica 'Amar en paz', su nuevo disco, con las heridas ya cerradas

Isabel Valdés
Estrella Morente.
Estrella Morente.Álvaro García

Lo invade todo. El espacio, los aromas, la dirección de las pupilas. Cuando Estrella Morente entra en la habitación, todo es ella. El aplomo y el poderío sobre las tablas no es pose. También es Estrella siendo Estrella. Unas leves ojeras circundan sus enormes ojos, pero ya no es la tristeza lo que las dibuja. Debe ser el cansancio acumulado de meses de trabajo por su nuevo disco, Amar en paz, la misma que le ha acercado el tiempo al alma. Aunque aún tenga que respirar hondo y carraspear si se nombra al maestro, el suyo. Y su padre, amigo, guía, norte. ídolo, compañero. Enrique Morente murió el 13 de diciembre de 2010, sin que nadie lo esperara, bajo la incredulidad de su familia. Y el desgarro de los huecos más profundos de su hija.

Cuatro años le han servido a la cantaora para dejar de ser "un corcho que va flotando por encima del aceite", como se definió en 2012 al volver a subirse a un escenario con Autorretrato, el proyecto inacabado que Enrique Morente concibió para su hija, templada ahora frente al torrente emocional que la arrastró, incluso, a no tener ilusión por nada, a un abismo del que no estaba segura de poder salir. "El trabajo y la vida te va haciendo tomar otras actitudes con una mititilla más de serenidad; y te hace mirar las cosas con otra tranquilidad y otra conformidad". El arte, el trabajo, los compañeros y su familia han sido su flotador. "Aunque te niegas al principio, acabas comprendiéndolo. Y asumes que hay que seguir viviendo".

Aunque te niegas al principio, acabas comprendiéndolo. Y asumes que hay que seguir viviendo

Ella no solo ha seguido. Ha remontado. "Para algo tiene que servir", susurra con una mueca de resignación. "Volver a empezar dando lo mejor posible después de ese momento que marcó un antes y un después. Y volver para aprender".

- ¿Para aprender qué, Estrella?

- A volver a tener ilusión por la vida, por la creación. El amor por la música.

El que la llevó, finalmente, a sumergirse en la idea que desde años atrás venía paseando por la mente de Fernando Trueba y que se ha materializado este 28 de octubre en un disco del tamaño de un single de vinilo con la rubrica de Mariscal en el diseño. Trueba quería crear un proyecto que fuese una "carta de amor" a la música brasileña. Canciones históricas de Brasil, la voz de Estrella Morente, y la guitarra de Niño Josele. Un cóctel tan hondo como cálido.

Manã de carnaval, O amor en paz, Dindi, Amargura, entre otras 12. Acordes conocidos, algunos históricos, que Trueba —ese ferviente amante de la música de Brasil— eligió pensando en la flamenca. "Son canciones que yo sentía próximas a ella, a su estilo, su voz, a su carácter, aunque aparentemente pertenecieran a otra cultura, a un universo musical lejano, ajeno". Pero era solo eso: apariencia. El disco suena a historia de Brasil, a ecos de notas conocidas, a versiones mil veces entonadas. Pero también tañen los dedos de Josele, y reverbera la garganta de Morente. Algo nuevo surgido de un seleccionadísimo puñado de clásicos, desde Vinicius de Morais hasta Ary Barroso.

Estrella Morente presenta 'Amar en paz', su nuevo disco.
Estrella Morente presenta 'Amar en paz', su nuevo disco.Alvaro Garcia

Asegura Morente, con manos y piernas entrelazadas, que la humildad frente a esos nombres es esencial: "La humildad y la solidaridad es lo que te permite avanzar como ser humano. Ser honesto y ser buena persona, sacrificarse. Eso es lo que importa". Insiste y recalca. Especifica. La cantaora de espesa y leonada melena no quiere dejar nada al aire. Es concisa, y no le importa detenerse una docena de segundos para decir, exactamente, lo que quiere decir. "La voluntad llama a la calidad. Pero cuando no hay voluntad, aunque haya calidad, se pierde". Ella gasta ambas. Modesta, cree que más de la primera, y le añade el respeto, a todos, incluso a aquellos que le regalan críticas para nada constructivas. "Los demás no tienen por qué estar obligados a entenderte, pero tú sí tienes la obligación de expresarte lo mejor posible. Yo no me atrevo a decir si lo que dicen es verdad o no, porque cada uno tiene una percepción diferente del arte. Lo que a uno le parece puro y cristalino, otro lo percibe como inentendible y oscuro".

Estrella Morente cambia de cruce, la pierna izquierda sobre la derecha. "Es nuestro tesoro". Se refiere al disco. "Recuerdo a Fernando viniendo a casa siempre con algo bajo el brazo que había descubierto, para que lo escucháramos. Desde hace años". Esa relación estrecha y permanente del director con la familia Morente ha servido como ensayo. "Llevamos mucho tiempo interiorizando esas canciones, poquito a poco. Y es una suerte inmensa trabajar bajo la dirección de esa enciclopedia viva que es Fernando. Ahora lo único que queremos es compartirlo". Solo se comparte aquello que de alguna forma te pertenece, y ella, "con el máximo respeto a todos los que han interpretado esas canciones", lo ha hecho suyo. Y como si lo fuera en realidad, se desborda en cada pieza.

"Cada una de ellas está grabada a fuego y piel en mi garganta". Aunque sea incapaz de elegir una: "Son especiales Amar en paz y Baile del desamor. Me provocan cantar esa desilusión con una sonrisa, con otro sentido de la serenidad. Tras la puerta es quizás una de las que más me ha gustado cantar, un alarde de sinceridad y de sencillez". El impulso y continuación del nacimiento de la música brasileña, Villa-Lobos; el carácter abrumador y genial de Pixinguinha; Antonio Carlos Jobim, esa parada intermedia en los acordes del país latino el tándem acertado junto a Vinicius de Moraes; la intensísima Dolores Durán o el falsete de Milton Nascimento. Históricas voces entendidas desde el flamenco más racial y más puro de la voz de Morente y la guitarra de Josele.

"Cada vez me gusta más conocer cosas nuevas. Cuando más se encierra uno en uno mismo más se empobrece. Esto me ha aportado riqueza y universalidad. Y ha salido desde lo más profundo del alma, sin pensar tanto en tantas cosas, lo justo para que no se corroan dentro y puedan salir con alma y verdad". La suya es que ahora, por fin, puede, como su disco, amar en paz. Recordar en paz. Y volver.    

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Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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