Mejor, de puño y letra
El móvil gana peso a la hora de anotar, pero casi seis de cada diez personas todavía escribe a mano habitualmente
En una clase de primero de primaria, 25 niños ejercitan su caligrafía con el irregular esmero con que se cumplen las tareas a los 6 años de edad. Sus cuadernillos de Lengua registran, perfectamente alineadas, palabras clásicas y frases escuetas. “Mamá ama a Mimo”, escriben a lápiz. Aprenden el arte de la escritura sin saber si dentro de 20 años tendrán un bolígrafo entre las manos o sus dedos solo sabrán de teclas y pantallas.
Si bien su futuro parece digital, nuestro presente aún no lo es del todo: todavía el 58% de los españoles escribe habitualmente a mano, según el informe Samsung Galaxy Note 4 sobre hábitos de escritura en España, recién publicado, aunque también es verdad que tres de cada cuatro encuestados utilizan el móvil casi a diario para escribir.
Conforme aumenta la edad, el uso del smartphone como soporte de escritura desciende: solo el 54% de las personas de entre 55 y 65 años recurren a él habitualmente para anotar, mientras que el porcentaje crece hasta el 91% en el caso de los jóvenes de entre 16 y 24 años. Quienes más se apoyan en los móviles son los trabajadores de oficina y los estudiantes, que, al mismo tiempo, declaran un uso frecuente de la escritura manual (el 72% de los encuestados).
Uno de cada cinco españoles reconoce
que ha perdido la costumbre de escribir
a mano
¿Qué escribimos los españoles, cómo lo hacemos, con qué herramentas? Son algunas de las cuestiones que se pregunta este informe, y en él encontramos repuestas tan curiosas como que, por ejemplo, cuatro de cada cien personas que redactan menos que antes a mano lo justifican diciendo que no les gusta su caligrafía o que no es legible.
Para mejorarla, una de aquellas niñas de Primaria sigue ensayando en su casa y junta una y otra vez la “m” con la “a”, al mismo tiempo que su padre, en la cocina, prepara la lista de la compra. Lo hace a mano, como el 80% de los españoles (el 89% si son mujeres; el 91% si tienen entre 55 y 65 años), porque todavía hay tareas para las que nos fiamos más del boli y el papel.
Si hay que apuntar algo en el trabajo, el 83% de los encuestados elige hacerlo habitualmente a mano, y esta preferencia se repite, en mayor o menor medida, cuando se trata de corregir textos (75%), escribir una carta o postal (70%), dejar una nota de agradecimiento (61%), hacer un apunte en la agenda (61%), transmitir un mensaje de cariño (59%), completar un cuaderno de viaje (44%, frente al 14% que lo escribe en el smartphone), enviar una carta de amor (43%-10%) o redactar un diario personal (31%-8%).
Según los expertos, los estudiantes aprenden con más facilidad cuando toman apuntes manuscritos
Por el contrario, hay asuntos para los que el móvil gana la partida: así sucede con los recordatorios (el 63% toma las notas normalmente con el smartphone), los mensajes de enhorabuena (56%), las felicitaciones navideñas (54%) y, sobre todo, con las de cumpleaños, para las cuales el 71% de los españoles escoge habitualmente el móvil.
El estudio refleja que solo el 22% de los encuestados escribe a mano con la misma frecuencia que antes, cifra que alcanza el 34% entre los estudiantes. ¿Y por qué, a la vez, ha aumentado el uso del móvil como soporte de escritura? El informe ofrece motivos de lo más variados: porque lo escrito en el smartphone acompaña a su autor en todo momento (así lo declara el 40% de los entrevistados), porque es más cómodo escribir en formato digital (36%) y porque el texto se puede compartir (34%) y guardar (28%).
También hay quien reconoce (un 19% de los españoles) que ha perdido la costumbre de la caligrafía o que le cuesta más que antes. No obstante, y aunque ya no se escriba a mano tanto como en otro tiempo, cuatro de cada diez españoles se sienten todavía muy cómodos haciéndolo, sobre todo las mujeres, las clases alta y media y los docentes, e incluso la mitad de la población asegura que le resulta muy fácil redactar sin faltas de ortografía.
Y parece un acierto decantarse por la escritura manual. Un estudio de la psicóloga de la Universidad de Washington Virginia Berninger, recogido recientemente por The New York Times, plantea que cuando los niños escriben un texto a mano producen palabras con más rapidez que si trabajan en un teclado, y además son capaces de expresar más conceptos. Pero el estudio va un poco más allá: después de pedir a los niños que pensaran ideas para un texto, la doctora Berninger comprobó, curiosamente, que aquellos con mejor caligrafía mostraban más actividad neuronal en áreas del cerebro relacionadas con la memoria. Otros dos psicólogos, Pam A. Mueller (Universidad de Princeton) y Daniel M. Oppenheimer (Universidad de California) sostienen que los estudiantes aprenden con más facilidad cuando toman apuntes a mano que cuando lo hacen en un ordenador o en el móvil.
Sin embargo, lo más llamativo es que, entre los españoles, los estudiantes son los menos preocupados por tener un bolígrafo o un lápiz consigo, a pesar de que lo utilizan con frecuencia. Según el informe, el 36% de ellos dice llevarlo solo a veces. Por el contrario, entre la población general, sin distinción de edad ni sexo, el 83% de los encuestados afirma que intenta contar siempre con uno (cifra que llega hasta el 89% si pensamos solo en las mujeres). Probablemente la profesora de la niña de primaria lo tenga: después, para escribir, lo normal será que utilice un post-it (lo hace el 60% de los encuestados), una libreta pequeña (55%), papel usado (53%), la agenda (46%), un cuaderno grande (33%), sobres vacíos (32%), una pizarra (16%) o la mano (9%).
Casi la mitad de los españoles (49%) utiliza también el folio en blanco para escribir, ya sea para apuntar la lista de la compra o para poner en marcha su creatividad. El 7,1% tiene afición por escribir y el 4,5% participa en cursos o talleres de escritura, según la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España (2010-2011) del Ministerio de Cultura, y si lo hacen a mano es porque consideran que su caligrafía refleja su personalidad de manera más intensa.
En clase, la niña de 6 años hace un dibujo para sus padres y dentro escribe “te quiero”. Dentro de un decenio no sabemos qué hará; de momento, siete de cada diez jóvenes de 16 a 24 años ya utiliza el whatsapp para expresar amor, y un 79% felicita de esta manera los cumpleaños. Además, el 51% de los encuestados de cualquier edad felicita así las Navidades. No obstante, un papel y un boli son herramientas que todavía sirven para que nos sintamos más próximos unos a otros si compartimos mensajes íntimos: el informe Samsung Galaxy Note 4 concluye que, en una escala del uno al diez, cuando a los españoles les escriben a mano un “te echo de menos” se sienten más cercanos a la otra persona (8,4) que cuando la declaración la reciben por wasap (7,0). Cambian las costumbres, pero no del todo.
Babelia
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