Los cineastas que mandan

Cuando el pasado sábado el cineasta coreano Bong Joon-ho recibió la Espiga de Honor de la Seminci, el festival de cine de Valladolid, al escenario salieron los directores Carlos Vermut, Paco Plaza y el productor Enrique López Lavigne. El trío era ejemplo de los centenares de creadores influidos por un cineasta que ha transitado sin ningún problema ni complejo del thriller a la ciencia ficción en trabajos como Perro ladrador poco mordedor (2000) -su filme de debut, que concursó en el certamen de San Sebastián y un trabajo que él mismo no aprecia mucho-, Memories of murder (2003), The host (2006), Mother (2009) y Rompenieves (2013). Cada uno de sus trabajos ha revolucionado a parte de los cinéfilos de Occidente. Por esa labor Bong es uno de los cineastas actuales más importantes, y él, junto a Jang Joon-hwan y Kim Tae-yong, es protagonista de la VII Muestra de Cine coreano en Madrid, que organiza el Centro Cultural Coreano en España en colaboración con la Filmoteca Española y CulturArts-IVAC de la Generalitat Valenciana, y que empieza mañana jueves y se celebra hasta el 11 de noviembre.

En esta edición además el certamen dedica algunas de sus proyecciones a la KAFA (Korean Academy of Film Arts), institución dependiente de KOFIC (Korean Film Council) fundada en 1984. Es la gran escuela de cine del país. El trío mencionado estudió allí. Pero de ellos Bong (Daegu, 1969) es quien ha llegado más lejos. La isla mínima y True detective, por ejemplo, beben del ambiente angustioso, de esa lluvia que enfanga y esconde los cadáveres de Memories of murder, un thriller que se basa en los hechos reales que ocurrieron en la provincia coreana de Gyunggi en 1986. A Bong le influyó en la escritura otro clásico, el cómic From hell, de Alan Moore, y algo de ese ambiente se puede respirar en las desventuras de esos dos policías incapaces de resolver su caso de asesinatos, de atrapar a un serial killer que aún hoy sigue sin haber sido atrapado: de ahí el famoso plano final de la película. En The host Bong se fue aún más lejos para desarrollar los movimientos del monstruo que salía del río Ha para llevarse por delante a todo ser humano que se le cruce: el coreano había visto un encierro de los sanfermines y cuando diseñó el monstruo (él mismo se hizo cargo, porque lo consideraba un personaje más), imitó lo movimientos de los toros. Por cierto, la película la vio en los cines el 20% de la población coreana: eso sí es un taquillazo.

Mother, estrenada en 2009, es curiosamente su último trabajo. Aunque esta visión de madre coraje se filmó en 2009, este año Bong ha mutado su filme de color a blanco y negro, ahondándolo de un dramatismo añadido. Y queda Rompenieves, su versión con John Hurt, Chris Evans, Tilda Swinton, Ed Harris y Jamie Bell, del cómic francés de ciencia-ficción obra de Jacques Lob, Benjamin Legrand y Jean-Marc Rochette.

Jang Joon-hwan también es poderoso en su talento visual: si Save the green planet (2003), una comedia fantástica sobre invasiones alienígenas imaginadas, anunciaba su talento, Hwayi (2013) confirma su buena mano para el thriller. Kim Tae-yong, el tercero, es un cineasta más cercano al drama y un creador del que aún queda por ver hasta dónde va a llegar. Bong en cambio ya está a la altura de Park Chan-wook y de Kim Jee-won, maestros que ya han saltado a Hollywood. No hay quien ponga barreras al cine coreano.