Hacia dios a través de los fotogramas
‘Words with gods’, de Guillermo Arriaga, reúne a nueve cineastas para hablar de religión
El reto era mayúsculo. Nueve directores de ocho diferentes religiones encargados de retratar el diálogo entre Dios (o dioses) y el ser humano. Ocho religiones porque el escritor, guionista y cineasta mexicano Guillermo Arriaga, impulsor de la iniciativa titulada Words with gods, se ha reservado el ateísmo para su capítulo. Ha sido un proceso largo, en el que no era necesario que los creadores fueran creyentes pero sí que mostraran los elementos culturales, sociales, políticos, espirituales y, a veces se olvida, religiosos de las creencias en las que se han educado. A la llamada de Arriaga respondieron el español Álex de la Iglesia, la india Mira Nair, el serbio Emir Kusturica, el australiano Warwick Thornton, el brasileño Héctor Babenco, el israelí Amos Gitai, el kurdoiraní Bahman Ghobadi y el japonés Hideo Nakata. El orden de los episodios lo ha decidido un comisario artístico de lujo, Mario Vargas Llosa. Y hoy, Words with gods se estrena, fuera de concurso, en la sección Oficial de la Mostra de Venecia.
El resultado es irregular, con dos cortos brillantes, los realizados por De la Iglesia y Arriaga; uno interesante, el de Kusturica; dos con buenas ideas mal desarrolladas, el de Babenco y el de Nakata, al que le sobra el minuto final; el resto aburre. Y es curioso: hay una apuesta generalizada por el dolor y la muerte, descartando otros caminos para acercarse a Dios como la trascendencia o la felicidad. Todos sus creadores, excepto Kusturica, han defendido el filme esta mañana en Venecia. Arriaga ha explicado que "no es tanto sobre dios sino sobre los seres humanos" y nuestra relación con las religiones. En cuanto a Vargas Llosa, el mexicano apuntó a la dificultad de ordenarlos y por eso recurrieron a alguien de innegable capacidad intelectual y creativa. "Estuvo dos noches viéndolos y decidió ordenarlos para que reflejaran la manera moderna en la que el ser humano vive la religión". Babenco ahondó en la felicidad de un encargo así, "lleno de libertad y creatividad, un filme necesario en un tiempo en que hemos dejado de hablarnos unos con otros, tiempos repletos de máscaras y en los que el catolicismo ha impuesto qué está bien y está mal". Nair contó en cambio que a ella le atrajo "un almuerzo con Arriaga en México en su comedor en el que charlamos sobre Dios, política, sexo y drogas, temas tabúes en mi comedor". Ghobadi se refirió a su odio a las religiones, que usan sus creencias como armas. En cambio, confesó creer en Dios. "Este rodaje me ha hecho volver a mi pasado, a mi infancia, a lo que viví y me hizo ser lo que soy".
De la Iglesia ha llevado de forma harto inteligente a su terreno el catolicismo y ha mostrado en una comedia negra los secretos de la confesión. Ha decidido hablar en la rueda de prensa en espanglish –"soy un cómico y mis bromas solo se entienden en mi idioma"—. No se considera el "hombre adecuado" para hablar del catolicismo en general, así que se aproximó a la religión con sus propias armas: "El humor es una técnica para acercarte a otros temas con total libertad. Es más, el humor es libertad". En su corto, un asesino es confundido por un taxista con un cura, y le pide que le dé la extremaunción. "¿Qué mejor persona que un asesino para dar el perdón de los pecados, la parte para mí más importante de la religión católica? Puedes estar más sentado cerca de Dios padre y sufres, te equivocas, lleno de errores y lo reconoces, te redimes, que siendo un hombre piadoso toda tu vida. Al menos así aparece en el Nuevo Testamento. Y eso me llena de ilusión y de alegría. El catolicismo es la única religión que considera al ser humano como lleno de pecado, pero a cambio nos da esa redención, que me otorga fuerzas para vivir".
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